Agencias / EL LIBERTADOR
Brasilia. El fin del ministerio de Cultura de Brasil, que fue acotado al rango de secretaría por el presidente interino Michel Temer, devino este martes en una fuerte polémica que se suma a otros muchos reclamos que se le presentan al gobierno provisional.
Artistas –incluso los que apoyaron el juicio político a la presidenta Dilma Rousseff–, separada del cargo por seis meses mientras se sustancia la causa protestan la decisión con ocupaciones de edificios, y varias mujeres convocadas para ocupar el cargo de secretaria de Cultura rechazaron públicamente la invitación.
En el Festival de Cannes, integrantes del equipo de la película brasileña Aquarious, liderado por la actriz Sonia Braga, denunciaron el «golpe de Estado» en carteles que mostraron durante la presentación, en la alfombra roja.
Lo mismo hizo en una columna en internet el principal actor internacional brasileño, Wagner Moura, protagonista de Tropa de Elite y de la serie Narcos.
«La extinción del Ministerio de Cultura es la primera demostración de oscurantismo e ignorancia dada por este gobierno ilegítimo. Lo peor está por venir», reclamó Moura.
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