La verdad, entre verdades y duela a quien le duela, es que el cardenal Rodríguez es un delincuente a todas luces, denuncia la escritora hondureña y defensora de la iglesia Martha Alegría Reichmann en un escrito donde cuestiona el raciocinio del padre Juan Ángel López al intentar defender la figura del clérigo que “terminó siendo una vergüenza para Honduras y para los hondureños”.
“Intentar lavarle la cara al cardenal, a estas alturas en que ya está bien desenmascarado, es totalmente inútil. No trate de tapar el sol con un dedo porque no lo logrará ni usted ni nadie”, le cuestiona la hondureña que se ha ganado el respeto de la comunidad internacional al exponer en su libro “Traiciones Sagradas” el verdadero rostro de Rodríguez Maradiaga.
Martha Alegría Reichmann
EL LIBERTADOR
redaccion@ellibertador.hn
Roma, 28 de enero 2023
Le tenía mucho respeto y aprecio al padre Juan Ángel López porque a pesar de no percibir espiritualidad en él, lo he considerado un sacerdote bien preparado, muy inteligente, estudioso y, sobre todo, serio. Su imagen se fue deteriorando al salir siempre en defensa del cardenal Rodríguez y escuchaba que lo definían como «arrastrado». Pero se me cayó del todo su imagen, ahora porque le mintió al noble pueblo hondureño, y escuchar mentir a un sacerdote es verdaderamente decepcionante.
En un reciente programa televisivo dijo que lo malo que se dice del cardenal son «NOTICIAS FALSAS y RUMORES que no tienen ni pies ni cabeza».
En primer lugar, padre Juan Ángel, disculpe, pero en contra del cardenal Rodríguez no se han publicado noticias falsas. Todo lo que se ha denunciado públicamente tanto en Italia como en Honduras está respaldado con pruebas, mismas que son fehacientes y que el cardenal jamás pudo desmentir y eso usted lo sabe perfectamente.
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Solo quiero refrescarle la memoria: cuando su cardenal tuvo que admitir que recibía a nombre personal un millón de lempiras mensuales de la Universidad Católica y dijo que los gastaba en los sacerdotes y los pobres, pero no pudo entregar pruebas de que eso era verdad y lo que hizo fue pedir que el cheque ya no saliera a su nombre sino a nombre de la Arquidiócesis, pero siempre era suyo y jamás dio cuentas de ese dinero que ascendió a muchísimos millones en muchos años. En su momento se denunció la doble contabilidad y todo, con cifras y fechas exactas y allí se quedaron mudos, usted y el cardenal. Esos millones se hicieron humo, igual que los 30 millones del “Tasón”.
Intentar lavarle la cara al cardenal, a estas alturas en que ya está bien desenmascarado, es totalmente inútil. No trate de tapar el sol con un dedo porque no lo logrará ni usted ni nadie.
El cardenal se está retirando con deshonor y totalmente desprestigiado. Ha salido por la puerta de la cocina con sus vestiduras enlodadas, con el nombre de «CardeMAL» y aunque él intente hacer creer que se va «en paz y feliz»; la realidad es que se va contrariado y frustrado porque no pudo dejar las cosas como soñaba. No se pudo adjudicar la Universidad Católica, no pudo dejar a Pineda como su sucesor, no pudo dejar a Carlomagno como obispo ni a ninguno de sus candidatos porque el Vaticano los rechazó.
Hay unos cuantos diciendo: «Aaay… no olviden que el cardenal consiguió la condonación de la deuda externa». Esos pretenden también lavarle la cara pero jamás lo conseguirán porque el mal que hizo fue mucho mayor y más pesado. Él mismo, con sus actos, se ha delatado como un ser PERVERSO y PERVERTIDO. Él se manejó con una doble moralidad, lo cual es gravísimo e intolerable en un cardenal.
La verdad de las verdades, le duela a quien le duela, es que Rodríguez es un delincuente a todas luces, con el agravante de cubrirse con sagradas vestiduras y terminó siendo una vergüenza para Honduras y para los hondureños. Esa es la triste realidad y tratar de defenderlo es necedad y torpeza.
Usted dijo también que «Honduras es conocida en el mundo por el cardenal», nada más falso que eso. Yo vivo en Europa y casi siempre que digo que soy de Honduras, lo que mencionan es Roatán porque por muchos años había un vuelo semanal directo de Milán a Roatán y muchísimos italianos viajaron a nuestra isla.
También mencionan «La Isla de los famosos» porque en esa zona del Caribe de Honduras, se graba un programa que es muy famoso aquí en Italia. Entre muchas otras cosas que tiene nuestra patria.
Jamás se menciona a Rodríguez. Y si él es bastante “famoso” es en los medios católicos defensores de la fe, que lo citan como un cardenal dañino, sobre todo por los escándalos que generó y las nefastas reformas de la iglesia que, según expertos en materia, fueron hechas para hundirla más y más.
También el cardenal aceptó ser embajador de «Marca País», cargo rechazado por el honorabilísimo y distinguido hondureño Sir Salvador Moncada, alegando no querer formar parte de un Gobierno tan corrupto.
Solo para proporcionar una pequeña evidencia de lo que he dicho, incluyo en este artículo, un Twitter del prestigiado periodista inglés Edward Pentin del periódico The Catholic Register: «La frustración del Vaticano con el cardenal Maradiaga está en ebullición mientras se prepara para renunciar al cumplir 80 años a fin de mes. “Ahora es absolutamente el final, el final”, dijo una fuente del Vaticano. ‘Él será terminado como arzobispo'».
Más claro, ni el agua. Que acepte su derrota el cardenal. Su cara y su nombre quedan manchados para siempre. Muy potente se sintió humillando, denigrando y aplastando a sus víctimas con sus botas de acero. Ahora, que se aguante.
Por mi parte, lo he denunciado sin miedos porque tengo la verdad en la mano. Jamás he empleado noticias falsas ni rumores, como usted mencionó “La VERDAD ha sido mi bandera y mi fuerza”. Trató de comprarme dos veces con dinero, muchísimo dinero, pero no lo consiguió porque mi dignidad no tiene precio y mis valores nunca estuvieron en venta. Ante su frustración de no poder conseguir mi silencio, comenzó a difamarme y a calumniarme. ¡Un cardenal calumniando a una señora que es la viuda de su mejor amigo! Eso se califica como bajeza y cobardía. Una «Monstruosidad». Esto no es cuestión ni de chismes ni mentiras. Tengo pruebas en mano…
Es muy fácil hablar como habla usted, padre Juan Ángel, si son noticias falsas… DEMUÉSTRELO, pero con pruebas. Por favor hable con responsabilidad y seriedad. Usted está en su derecho de tenerle cariño a su cardenal sobre todo porque le ha endulzado los oídos con la bella promesa, pero eso no le da derecho de mentirle al pueblo en canales cómplices que se prestan a ello.
¿Me va a decir usted que son noticias falsas las tres investigaciones que le realizó el Vaticano? ¿Es falso que en las tres salió mal librado? ¿Es falso que forma parte de la «sucia lista» de los cardenales indeseables? ¿Y los 30 millones robados son falsedad? ¿Que jamás pudo presentar ni una factura es falsedad? ¿Y el millón mensual, la depravación, la inmoralidad, el abuso de poder, los encubrimientos y los 78 seminaristas homosexuales? ¿La ordenación de curas homosexuales, la ordenación clandestina de Carlomagno Núñez previamente expulsado de un seminario, la marginación de los sacerdotes valiosos? ¿El Erick Cravioto, la casa de las locas, el encubrimiento del padre que asesinó al chofer y el motivo por el cual fue asesinado ese chofer? ¿Y la estafa que sufrí porque nos aseguró como verdad algo que era mentira? ¿Y la sucesiva traición para evitar darme explicaciones? ¿Y tantas y tantas otras cosas que están a la vista? ¿Me va a decir usted a mí que son rumores y noticias falsas, padre Juan Ángel?
Para amigos como usted, mejor que no lo defienda nadie. Recuerde que hay un dicho que dice: «Quien se excusa, se acusa». Mejor sería que se dedique a preparar sus homilías a estar defendiendo lo indefendible porque cae en la ridiculez. Deje que el cardeMAL se defienda solo y no se deje utilizar usted así como ese señor ha utilizado a muchos para sus fines perversos.
¡Qué arquidiócesis tan podrida! La han convertido en un verdadero teatro donde el amo maneja las cuerdas de sus títeres. Ojalá que el nuevo arzobispo, que es un excelente sacerdote, no se deje embrujar por el titiritero porque seguramente querrá estar detrás de bambalinas.
Es cierto que los sacerdotes hacen voto de obediencia, pero aunque hubiese recibido órdenes de su cardeMAL para defenderlo, usted estaba en el derecho de reusarse por una razón muy sencilla: Antes que obedecer a un cardeMAL, su deber es obedecer a Dios porque en la tabla de los diez mandamientos Él nos dice: «NO LEVANTAR FALSOS TESTIMONIOS NI MENTIR». Usted ha testimoniado en falso. Usted ha mentido.
Una cosa es cierta: que hay personas que no quieren al cardenal y otras que si lo quieren. Pero aquí hay que ver que, quienes quieren al cardenal, en primer lugar son sus amigos «pandos», en segundo lugar son los corruptos como él, sobre todo, los ligados al régimen de JOH. Y en tercer lugar, los malos católicos y católicas que no tienen la capacidad mental de discernir y caminan torpemente detrás del lobo con piel de oveja, del falso profeta, fingiendo que no saben sus patrañas. Grandes Hipócritas todos.
Apañar a un cardenal así, es fallarle a Dios y también tendrán que rendir cuentas porque se olvidan de algo fundamental: «Amar a Dios sobre todas las cosas».
Todo católico bien equilibrado tiene muy claro quién es el cardenal y es obvio que la mentira es su principal legado porque hasta el portavoz de la Conferencia Episcopal quedó contaminado. Lo hace con mucha naturalidad y seguridad como excelente discípulo de su maestro, capaz de convencer a cualquier tonto.
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