Honduras avanza por una transición histórica este 2022, nuevas generaciones se alzan para el relevo, pero no en el Gobierno, son nuevos tontos sin amor propio que mueven la cola como cachorro al mínimo afecto, creyendo que comerán el pollo horneado del amo.- Desde el mismo grupo de siempre, “la voz del centro”, ya hablaron otra vez sin acreditación del pueblo de aguantar otro golpe de Estado, cuando pasados 13 años siguen abiertas las heridas de 2009 y la sociedad totalmente dividida ¡demencial y dementes!
Esos enemigos del bien social, alarmados chillan que el gobierno está en crisis, que no tenemos salvación, que es insostenible la situación (pero la de ellos sin recibir cheques, ni favores de amigos influyentes), enloquecidos buscan la excusa y anuncian la perdición del país.- Cuando el narco gobernó, éramos felices –piensan— como el inculto o el beneficiado que amaba al patrón Escobar.
Gancho a la quijada y quedó sentada la “respetable sociedad civil”, mal síntoma que la “máxima” de las oenegés hable de catástrofe estatal, porque no le gusta el rojo gubernamental, en lo más profundo de su ser todos suspiran tabaco por nostalgia, claman el nombre de Juan, pero éste hoy yace desamparado en Brooklyn, estreñido del mismo menú “kosher”, mientras aquí sus amigos hacen festín porque el vacío que dejó abrió puertas, hoy hasta la mujer, con ojos dilatados de ambición, ve la silla de la presidenta.
Reflexión
EL LIBERTADOR
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Tegucigalpa. Hay horrores, complejos de inferioridad y sombras que a veces parecen hombres y mujeres. Ignorantes titulados, sin ideales que perseguir, un hoyo de mentira descarada donde debería haber alma, pero solo hay vacío y no como lo plantea el espiritual Osho, sino más bien, ausencia de sana felicidad que desea llenarse con objetos para superar las extremas necesidades materiales de la infancia.- La mejor referencia la hace el periodista con mayor credibilidad del país: “Yo no voy a atentar contra mi plato de comida”.- Así es, es una panza con cerebro, primero me harto y luego existo.- Por eso están dispuestos a todo, aunque no son los que se aprovechan del sistema, pues éste es de sus jefes; ellos son simples empleaditos buenos y desechables; mientras sirven son recompensados y engordados con migajas que resbalan de los manteles –no tan blancos– del poder.- Son los pobres que piden golpes, son los humillados innatos que bajan la crin ante el látigo del sádico.
Así como Ebal, fiel “copero”, bebía el vino antes que su rey; estos remedos de hombres y mujeres prestan sus conocimientos al poder perverso, que siempre es el Poncio Pilato de esta historia, pues no mata a Cristo, pero determina llevarlo a la cruz.- Según el neurólogo Sigmund Freud, el acto de lavarse las manos es limpiar la culpa de un acto que no se hace directamente, pero en el interior, se entiende que es parte del crimen.- Así el poder, usa peones que se sustituyen como legos dañados cuando ya no sirven, son analistas, periodistas, onegeistas y cualquier cosa que quiebre dientes para defender patronos dañinos.- Prestan sus voces a la calumnia, sus rostros al engaño maquillado, disfrazan de libertad su cobardía y sus manos están listas para la maledicencia.
Eso sí, peligroso es subestimarlos. Tomás, por ejemplo, el secretario de Oliva en el Congreso, pasó de un pasa papeles a querer ser presidente del país; con la mirada torva escondido detrás del Pabellón Nacional miraba al ya anciano Mauricio, frotándose las manos como mosca en basurero, deseando el relevo y así fue. Hoy no grita “Volverá”, Tommy no quiere que Juan vuelva, no pide por él, es la mejor oportunidad que tuvo para ascender, Tommy con algún narcorrido de fondo y tomando guaro, sonrió cuando vio a Juan encadenado. ¿Ven? Empleados útiles con pensamientos tóxicos y perniciosos. Juan que era servidor del poder y hoy desechado como banano de pirracha, ha de revolcarse al ver que sus compañeros y esposa, codician la presidencia y ya ni siquiera se habla de él, solo para usarlo como tontuelo como siempre lo hicieron.
Gente como Tommy, Ana o Juan, son de los que hablamos, en su pobreza envidiaba hasta el caballo de “Mel” y éste ni Cofí sabían que existía el pequeño muchacho con algún problema de nutrición y deseos abismales.- Juan trabajó para otros, cometió delitos para otros, hizo corrupción para otros.- A cambio le dieron el caballo que siempre quiso, pudo mandar a sus hijitos a estudiar a otro país.- Estas aves del caos que piden violencia son los hijos de la pobreza, producto de un sistema que los excluyó en ambientes de violencia, no son conscientes que a quien hoy sirven es quien ayer los oprimía con mala educación y hogares de pobreza, los limitó en oportunidades y lloran en privado o borrachos cuando recuerdan esa patética historia.- Y ya viejos, pues, quien tiene hambre no puede pensar en ideales, quien solo piensa en hartarse no piensa en la trascendencia, no tiene ni la más remota puta idea que el éxito es apenas la sombra de la gloria.
La compañerita periodista, de humilde piel pálida que la meten en una cabina y casi por broma le dicen “directora”, siempre detrás, siente que debe entregar el alma por esos 20 mil lempiritas (machacas no incluidas), pide golpes de Estado, porque olfatea en el aire pervertido que sus jefes eso quieren; ella se siente feliz con aquellas ropas que ya puede comprar en tiendas de medianía y se llama así misma clase media, porque ya no usa transporte público.- ¡Oh compañerita! No pida golpes, “el hombre es malo porque no sabe lo que hace”, explica Sócrates; no pida reelección, no pida militares, compañerita tenga conciencia de su clase, usted es pobre, igual que yo; pero en la pobreza se puede ser digno y orgulloso, compañerita, no tiene que hacer eso para comprarse maquillaje en Avon. Ahí la veo de 4 a 5 de la tarde, jugando a lista, hacer el mal y discordia, queriendo ser servil, no por convicción, sino por falta de alma, de consciencia.- Aprenda algo de la colega de competencia, Cesia muestra pudor esté donde esté y hasta los brutos diputados deben doblegarse a su dignidad.
Pero vamos a explicarnos.- En evento de escuela bilingüe unas gemelas de 17 años hablaban que sus padres (apellidos de poder en Honduras), ya las habían matriculado en las Universidades de Cambridge y Bath, ambas en Inglaterra, para estudiar carreras que aquí ni siquiera podrían ser útiles por el atraso en que nos tienen políticos y empresarios de mierda.- Bajaban bellas, las escalinatas del hotel, una nacida en Honduras y la otra en EE.UU., según contaban sus compañeras el vestido costaba no menos de 100 mil lempiras, perlas hermosas adornaban la piel y el maquillaje de Naomi impecable, crecidas en piscina de agua purificada, “nana” y conductor.- La casa de campo es Honduras y la de Ciudad en Miami.- “A nosotros nos enseñan a mandar, no a obedecer”, dice una de las risueñas niñas. Y es cierto.
¿Y los que les sirven? ¿Los que mandan a pedir golpes? ¿Los que tienen miedo de una nueva Corte Suprema de Justicia? ¡Maje! ¿Podés ver lo efímero y pendejo de tu actuar? Como tonto útil vive, como tonto útil muere.- Terminan en una cárcel como Marquitos o haciendo el ridículo para llamar la atención como Marvin, huyendo como Ricardo y Ebal, llorando en televisión como Cruz Ascencio, o quedan locos como Tomas, hablando de colores de corbata. Perseguidos, cazados y expuestos, como Juan y, al final de la triste historia, de servidumbre, solo queda llorar y a veces ni las ganas. Ubíquese Chiqui, piense que esa elegancia natural es enemiga de la servidumbre, nace de la dignidad abonada en el trabajo por los demás ¿Por qué cree que de los miles de millones de humanos que nacen y han nacido sólo unos pocos recuerda la historia?, Si entiende la respuesta empezará a servir al pueblo.- Avanti.
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