Un experto en política internacional abordado por EL LIBERTADOR, ha criticado que la participación de Juan Hernández en la ONU ha demostrado que el gobernante se siente perseguido y ha perdido el “sentido de lo ridículo”, luego de mencionar que Netflix estudia el escándalo de narcotráfico que manchó a su Gobierno.
El analista mencionó que la Asamblea General de la ONU no es un estrado judicial para que un jefe de Estado presente sus argumentos de defensa, profundizando que: “La mención de Netflix es la cereza en el postre de lo absurdo”.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. El discurso del gobernante Juan Hernández en la Asamblea General de la ONU, del pasado martes 21 de septiembre rozó con lo absurdo luego de afirmar que la plataforma de entretenimiento, Netflix, estaría estudiando las grabaciones de narcos que han testificado en su contra.
“Sin duda los productores de Netflix, específicamente los escritores del programa ‘Narcos’, están estudiando estas grabaciones porque es una ventana real, raras veces visible, de los pensamientos y conversaciones cuando narcotraficantes y asesinos se reúnen en privado”, dijo el gobernante.
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Y sobre este tema, EL LIBERTADOR se ha entrevistado con un especialista en relaciones internacionales –que ha pedido el anonimato por seguridad–, quien destacó que la Asamblea General de la ONU es el punto de encuentro de más alto nivel mundial, mayormente utilizado por jefes de Estado para deliberar sobre temas de grandes desafíos para la humanidad.
El especialista sostuvo que los líderes, “opinan y se posicionan sobre los problemas centrales del mundo”; además que proponen decisiones que coadyuven a la paz, la estabilidad y la prosperidad global.
Para dinamizar la sesión, deben respetarse los mecanismos que dicta el presidente de la Asamblea General, sobre todo del tiempo otorgado a cada jefe de Estado y orador para emitir su discurso, no obstante, el entrevistado explica que ha habido momentos en los que la ONU modificó disposiciones por la relevancia y el peso de la figura que hable ante los líderes del mundo.
Recordó que por ejemplo, algunos discursos como los de Fidel Castro, y Yasser Arafat –entre otros–, llegaron a durar varias horas, debido a la trascendencia, la dimensión histórica, el impacto global del mensaje y los aportes incuestionables a la humanidad.
Sobre las palabras de Hernández, fue enfático en que “la mención de Netflix es la cereza en el postre de lo absurdo, una exposición que quedará en la historia de la pseudo diplomacia hondureña como uno de los esperpentos más grandes de un jefe de régimen acorralado, nervioso y preocupado por lo que se viene en términos judiciales”.
Ahondó que sus declaraciones dan la sensación de que el gobernante se siente perseguido y muestran que él no tiene “sentido del rídiculo”. Y es que el experto ha lamentado que aunque el narcotráfico, como actividad del crimen organizado, es un problema mundial, en el caso de Honduras y específicamente de Hernández: “Es casi en perspectiva de defensa personal en pos de una victimización ante el mundo”.
“Ese ángulo del problema no hace ningún aporte a la solución del mismo, ni señala el fondo del flagelo marcado por la relación estrecha entre dos gobiernos en el negocio: Colombia (principal productor de droga del mundo) y los EEUU (principal consumidor de drogas del mundo), cuyo sistema financiero se nutre de los dineros del tráfico de estupefacientes”, sentenció.
Para concluir, apuntó que “la Asamblea General no es un estrado judicial donde JOH debe presentar sus argumentos de defensa del juicio que él bien sabe le espera en el Distrito Sur de New York”.
“Expone las evidentes preocupaciones de un individuo que sabe que su tiempo político se agota y que a raíz de eso, quedará expuesto ante los fiscales de su amo por sus delitos vinculados al hampa, al crimen organizado”, cerró el experto.
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