La incertidumbre es otra embajadora de la “marca país” del Gobierno de Juan Hernández, no se sabe cuándo llegará la vacuna Covid o cuándo funcionarán los “hospitales móviles”, tampoco hay fecha para el retorno a clases presenciales, dejando en el olvido las instalaciones educativas y a millones de niños.
En ese contexto, Casa Alianza reporta que en marzo pasado se registró más de escolares fuera del Sistema Educativo, y el dirigente magisterial, Daniel Esponda, ha criticado que la Secretaría de Educación aún no ofrece un plan para garantizar la reactivación educativa.
Redacción / EL LIBERTADOR.
Tegucigalpa. El dirigente magisterial y aspirante a diputado por el partido Libertad y Refundación (Libre), Daniel Esponda, ha denunciado que el Gobierno de Honduras todavía no ha proporcionado las condiciones óptimas para que el Sistema Educativo retome las clases presenciales, en colegios y escuelas no hay agua potable, la infraestructura está dañada y los docentes no tienen idea de cuándo serán vacunados.
Además, el último informe de la organización, Casa Alianza Honduras, ha reportado al cierre de marzo que más de dos millones de niños (de primaria y secundaria), han quedado fuera del Sistema Educativo. Según el documento, este 2021 apenas 75 mil estudiantes se han matriculado en educación básica.
En tanto, la infraestructura sigue siendo vital para retrasar aún más el regreso a clases presenciales, ya que muchos centros educativos se caen a pedazos y con relación al agua potable, son pocos los que tienen conexión, por ejemplo, en el departamento de Cortés de 100 escuelas, menos de 30 tienen las tuberías.
Por su parte el departamento de Francisco Morazán, la proporción es mucho menor, ya que de cada 100 escuelas, menos de 15 pueden acceder al vital liquido, que para los docentes es clave porque permitiría la limpieza personal y de instalaciones, y que si se suma a insumos de bioseguridad, se lograría un paso importante para recuperar el tiempo perdido en el Sistema Educativo.
Y de igual manera critica que la Secretaría de Salud se ha lavado las manos, en lugar de realizar un plan de retorno y ofrecer soluciones coherentes, han avisado que será decisión de los padres de familia si desean enviar a sus hijos a clases.
Retomando los factores para el retorno a clases es que no hay garantías para mantener la higiene dentro de las escuelas y evitar el contagio masivo de Covid-19, tampoco hay iniciativa en proporcionar insumos de bioseguridad y, además, todavía se sigue lidiando con las complicaciones de los huracanes Eta e Iota, que destruyeron aulas y hasta escuelas completas.
“Previo a la pandemia había al menos 500 mil niños y jóvenes excluidos del sistema educativo, y hoy tenemos dos de cada tres niños excluidos por condiciones económicas, por la pobreza y la miseria en Honduras que afecta a un 70% de la población”, amplia Esponda.
Y sentencia: “No hay un programa ni recursos destinados para el acceso a internet gratis para facilitar los estudios en este momento, ahora casi un millón de personas están excluidas del Sistema Educativo”.
En el último año la educación se ha estado impartiendo vía online, sin que el Gobierno haga un esfuerzo real para que los más de dos millones fuera del sistema, tengan la opción del estudio, la conexión a internet y el equipo tecnológico.
Mientras en El Salvador comenzó la distribución de laptops para el 100% de los estudiantes, en Honduras el Gobierno “presumió” la entrega de poco más de 3,000 tabletas “desechables” o bloqueadas; mientras en los hogares los niños se turnan el teléfono de las madres de familia para recibir clases y realizar sus tareas.
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