Mientras los países vecinos vacunan 30 mil personas a diario y aceleran, aquí, con la mejor posición geográfica del continente, sepa Judas cuándo vendrá el antídoto, y nuestros flamantes e inmunizados funcionarios, chachi, allá se les vio en turismo de vacunas, de Levis, botas vaqueras y, para disimular, con camiseta “I love Texas”. Si vemos sin comernos las uñas, ellos sólo maquinan cómo salir ilesos de lo que vendrá, no hay tiempo para el bien ajeno ¡Jefe! hay que mover el billete a paraísos sin extradición.
Ustedes y nosotros ya estamos cansados de lo mismo. A estas alturas, ya no hay que perderse en análisis rebuscados, con frases viejas que sólo entienden oráculos montunos, a los que les estorban las favelas de cartón que rodean a Tegucigalpa, aquí no hay confusión “my friend”, vivimos gobernados a la mala por una secta, una pandilla que se adueñó de la estructura estatal. No le ponga mente, Renato a cualquiera le dice “presidente” o “milagro”.
Reflexión
EL LIBERTADOR
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Tegucigalpa. Don José mira el suelo tosco y empolvado de su pueblo, atrás de él hay una casa que no habita, aunque él sea el único dueño, “Casa tomada” –diría el escritor Julio Cortázar- en los cuartos habitan los recuerdos, pero no hay personas, las pertenecías están en el sitio donde fueron usadas la última vez; aquel hombre serio, mirada impenetrable, con el ceño fruncido donde se corta el aire, atrás de él un carro viejo lo acompaña. El hábil periodista Óscar Valdez se acerca con cautela y respeto – “¿Todos murieron de Covid, don José?”, levanta la cara, lo ve y responde – “Todos, primero mi hijo Esaú, después mi esposa y de último el otro hijo. A veces me hace falta mi mujer… solo Dios me puede sostener, solo Dios me queda”.- El maestro de la entrevista contiene la imagen, abunda el silencio y cierra la transmisión – “Así están las cosas y así se las contamos”.
En otra dimensión, pero en el mismo tiempo.- El elixir color miel salido de las botellas de Ron Zacapa X0 mancha la alfombra presidencial, de golpe se interrumpe el narcocorrido y un reycito aterrado mira la rotulación firme y devastadora “Cadena perpetua, más 30 años de prisión, para el señor ‘Tony’ Hernández”. –¡Nos van a joder! Los gringos me van a llevar –Y nadie dice nada, apenas el respirar leve y sudoroso.
– “Ocupamos planificar jefe”, dice el hombrón enojado con apellido de rosa, me puede mandar a Moscú, si usted quiere, je,je,je,je, yo siempre fui amante de Lenin en la universidad, y de pronto alguien salta – Mi señor, también tenemos el problema del Covid, la gente se muere y unos pendejos nos están criticando por todo lado.
Todos ríen y el emperador ruge – ¡Me la pela! ¿Vos no estás vacunado pué? ¿Quién dijo miedo?; la programación de las cosas importantes debe continuar, no hay tiempo para pendejadas, que no nos metan presos es el objetivo, en eso pensá papo.
– ¡Señor! ¡Señor! ¡Señor! – se desgarra en gritos una mujer— cientos de tumbas la rodean, la mayoría son de la semana, unas tienen un mes, otras un año. – “Señor ¿por qué te llevaste a mi muchacha? Era la única que tenía, señor llévame a mí”, llora desconsolada doña Rosa desde una comunidad en el departamento de Choluteca, suplica al gobierno que haga algo, que la gente muere todos los días, que están cerrando los triajes y otros los han convertido en hospitales, que no hay oxigeno, que los médicos no tienen salario.- Sólo la escucha la espantosa impotencia, no están los que fueron a pedirle el voto, porque están en elecciones; ni los de la Vida Mejor, porque están elecciones; se va sola a su casa vacía, sin su hija y sin respuestas. Alba Consuelo, desde su cómoda silla nos dice que debemos tener paciencia, que nos relajemos, que somos exagerados; un médico después de un turno de 72 horas responde – ¿Y qué sabe esta doña de salud? Estar entortado y dar órdenes, no es ser líder, tenga dignidad y renuncie. “Dignidad”, piensa la profe, “que palabra más rara ¿Qué significará, el nuevo peinado de “No Frizz Presidencial”?”
Y es que la gente se pierde en análisis rebuscados, con palabras complicadas queriendo confundir. Señoras y señores, esto que hoy sufrimos no es un gobierno, es secta, una mara adueñada de la estructura estatal, que no es mala, en absoluto no sirve para desarrollar una Nación, pero la malsana pacotilla de bagres que hoy la lideran, la han asaltado para defender un tumor purulento de corrupción, pudrición y depravación, obvio, ahí hay militares, periodistas, empresarios, analistas, iglesia y hasta oposición; ellos son un sistema, que sólo pudo llegar al poder cuando el piso de este país estaba más corrompido, cuando nadie quería estar en una silla presidencial llena de sangre, el final de Micheletti, fue el inicio de esta colección de degenerados y psicópatas, por eso, ese “milagro”, como le llamó Renato en 2009, vive en la impunidad, un viejillo pícaro que se niega a desaparecer, como las bacterias, como el Covid. Y detrás de Renato, hay 77 portavoces que siguen llamando “milagro” o “presidente” a cualquiera que destruya una república y a un pueblo que por siglos, para dominarlo, lo han cargado de harapos, complejo de inferioridad, ignorancia, superstición y hambre.
¿No se han dado cuenta como es de diferente el país que nosotros pensamos y el que ellos hacen realidad? Cuando el narco llega a la presidencia ¿usted espera que le sirva a la sociedad o al narco?, diez puntos oro si responde bien. Es como el difunto exembajador estadounidense, Larry Palmer, cuando alguien reclama que no era bueno para Honduras, que llamaba a empresarios, diputados y presidentes en la madrugada para darles órdenes –¿Y qué espera cosita?–, él representó en Honduras los intereses de su país y lo hizo excelente.
Algo deberían aprender estas babosas sucias que aquí se arrastran por una chamba pública, que reptan ante los extranjeros pidiendo dinero y pidiéndoles permiso hasta para mover una hoja en Honduras. Por terror a que les quiten la visa, éstos funcionarios cipayos, ni preguntan por qué golpean tanto a los migrantes o por qué los dejan ahogarse en el río Bravo, o por qué tienen niños hondureños en jaulas; a ellos van y ruegan que no los quiten de presidentes sólo porque son narcotraficantes, a pedir si éste o el otro puede ser candidato presidencial o a preguntar si van a quitar al que está o lo van a dejar terminar hasta el 27 de enero. Allá lejos, donde habita lo patético y miserable, tienen un lugarcito los mediocres, ahí viven éstos pobres diablos.
¿Por qué no tenemos vacunas? ¿Por qué otros países de la región sí? ¡Por qué no les importa! Ahhh pequeños inocentes, no leyeron en EL LIBERTADOR el “turismo de vacunas”, ellos, sus familias y amantes, ya están vacunados, los que faltamos estamos aquí, esperando que Canahuati la venda en farmacias a 30 mil la primera dosis con promoción en navidad y el día de los enamorados ¿ha visto usted que nos tratan como pendejos? Nos mandan a vagar y después dicen que somos los culpables de los muertos por Covid. Los centros comerciales (malls) llenos, no hay restricciones, no hay triajes, no hay vacunas, no hay oxigeno, los médicos mal pagados y muriendo, igual las enfermeras, luego nos dicen que nos vayamos hacer turismo con mascarilla y un botecito de gel.
Los medios rancios y destartalados, gritan día y noche que vayamos y nos muestran todos los bellos parajes y entrevistan al viejo lépero Epaminondas Marinakys que brincaba en las cámaras pidiendo que fuésemos a saborear cola de langosta en confort de playa, que es seguro, pero al volver (después que cobraron esa comisión), nos dicen que somos tontos ¿para qué fuimos?, que tienen que agarrarnos a golpes para que entendamos (así dijo una mujer de HRN, quizá recordando cómo la educaron), dice ser periodista por gastar bilis, entortada hablando frente a un micrófono en una de esas emisoras que emocionadas anunciaron todos los golpes de Estado.
Todos los funcionarios de este gobierno deben renunciar y lo harían si entendieron que el ser humano es un “valor social”, por llevar a otro nivel la palabra mediocre, pero ellos son felices donde están, por supuesto. Hoy los hondureños estamos solos, siempre lo hemos estado, debemos entender que salvarnos está en nuestras manos, no hay mesías que nos venga a rescatar; pero también recuerde, ellos están montados en su lomo hasta que usted quiera, como todo abusivo, nos quita todo y encima debemos agradecerle, pero eso termina cuando usted decida que ¡ya no más!, tenga en cuenta también que los motivos para un levantamiento social aquí sobran, sólo el jueves murieron 107 hermanos por Covid, sin contar los homicidios, la miseria, las caravanas y los niños que a los ocho años ya perdieron la esperanza de crecer en la hondura. ¡Usted es el actor principal de esta historia que se llama Honduras, sépalo! Avanti.
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