Sin quitar el sesgo electoral del gasto social, tal como el Ejecutivo presentó en septiembre pasado el Presupuesto de la República, sin la opinión de la sociedad civil y órganos especializados en economía, el Congreso Nacional aprobó sin debate el proyecto de gastos del gobierno Hernández en 2021, fijándolo en la increíble cifra de casi 290 mil millones de lempiras.
Para conocer en detalle el beneficio que traerá el nuevo fondo del Gobierno, que presenta un aumento de 726 millones de lempiras, EL LIBERTADOR se entrevistó con el doctor en economía, Hugo Noé Pino, quien lamentó que lo único que se ha logrado es ampliar la deuda pública a 387,920 millones de lempiras al cierre de 2020.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. Contradictorio, pero posible, en Honduras cada año hay dos aumentos invariables, la pobreza y el presupuesto que gasta el gobierno. Fue así, que de nuevo, con la dispensa de dos debates y sin un proceso de socialización, el Congreso Nacional aprobó 288, 871.1 millones de lempiras para Presupuesto General de la República de 2021.
Esto conlleva para el próximo año un déficit fiscal del gobierno en 5 por ciento (unos 30 mil millones de lempiras), o sea, en palabras sencillas, la administración de Juan Hernández gastará esa cifra por encima de los ingresos estimados por recaudación de impuestos en 2021, ese exceso de gasto público también se reflejará en que la deuda del país crecerá de 12 mil millones de dólares a 16 mil millones de dólares.
Destaca que la partida presupuestaria ha quedado en 162 mil millones de lempiras para el Gobierno Central y 102 mil millones para el resto del sector público.
El presupuesto fiscal contempla una inversión pública de 24 mil millones de lempiras, de éstos no todo es para infraestructura ya que existe una parte que se debería enfocar a programas sociales. Según el doctor Pino estos fondos se deberían incluir como gasto corriente y no en inversión pública como aparece actualmente.
A pesar de la urgencia, el instrumento público estipula un incremento mínimo en la Secretaria de Salud, con 2,338.2 millones de lempiras más que el aprobado en 2019 y, para la Secretaría de Educación, el aumento es de 2,327.3 millones.
Por otro lado, la Secretaría de Seguridad tendrá en su haber 6,970 millones de lempiras y 8,464 millones serán destinados para Secretaría la de Defensa, ambas presentan una baja en comparación a 2021; sin embargo, superan con creces la Salud y la Educación, una tendencia irreversible en la última década reflejada en el último informe de Desarrollo Humano, donde Honduras aparece como el segundo peor país de América Latina.
Cabe destacar que educación y salud, durante la pandemia, evidenciaron que están en total abandono y atraso en comparación con otros países de la región, ya que la red hospitalario nunca se suplió para atender a pacientes Covid y aunque se sobrepasó los 200 días clase, más de un millón de estudiantes dejaron de estudiar, 400 mil de ellos por no tener conexión a Internet e insumos tecnológicos para las clases virtuales, de acuerdo a datos de Casa Alianza.
“El otro elemento a considerar es el aspecto de la transparencia, cerca de 15 mil millones de lempiras en fideicomisos, lo cual es un instrumento financiero que ha utilizado el gobierno actual para introducirla opacidad al manejo de los recursos públicos”, critica el doctor Pino.
Por otro lado, reflexionó que el presupuesto no contempla una política orientada a reactivar la economía, luego de los embates de la pandemia y los huracantes Eta e Iota que, de acuerdo a cifras preliminares de EL LIBERTADOR, ratificadas por la Comisión Económica para América y el Caribe (Cepal), provocaron una caída negativa a la producción nacional de más de 42,000 mil millones de lempiras.
En tanto, señaló que “la enorme deuda pública absorbe dentro del Presupuesto General de la República el 25 por ciento de la administración central y, a esto, se suma el proceso de endeudamiento acelerado del presente y próximo año, lo que representará un problema serio para el próximo gobierno” puntualiza el experimentado economista.
Sentenció que la deuda pública de Honduras pasará de 12,000 millones de dólares a 16 mil millones de dólares al cierre de 2020, es decir, que el pueblo hondureño, que es quien paga con sudor los préstamos que no terminan en proyectos de desarrollo, ahora debe pagar 387,920 millones de lempiras.
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