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HONDURAS / “IOTA” PASARÁ COMO TORMENTA TROPICAL, PELIGRO PERSISTE

HONDURAS / “IOTA” PASARÁ COMO TORMENTA TROPICAL, PELIGRO PERSISTE

Un ciclón tropical es una zona de inestabilidad del tiempo que se origina en el mar en forma de enorme remolino generando fuertes vientos, lluvias, tormentas eléctricas, aumento en la marea y en el oleaje en zonas costeras y al tocar tierra causa daños importantes o incluso desastres y muerte.- Se divide en tres etapas: depresión tropical, tormenta tropical y huracán, es decir que los tres son ciclones tropicales pero de distinta intensidad, ¡no se relaje!

 

Redacción Central / EL LIBERTADOR

 

Tegucigalpa. Tras conocerse que el fenómeno tropical “Iota” se degradó de huracán a tormenta tropical, algunas personas en redes sociales e incluso ciertos medios de comunicación, celebran el suceso y han minimizado los daños que producirá en el país, sin embargo, no es momento de relajarse.

 

Es por que este rotativo ha decidido aclarar conceptos. Un ciclón tropical es una amplia zona de baja presión, es decir una zona de inestabilidad del tiempo que se origina en el mar en forma de un enorme remolino que genera fuertes vientos, acompañados de nublados, lluvias, tormentas eléctricas, aumento en la marea y en el oleaje en zonas costeras y que al tocar tierra causa daños importantes o incluso desastres, ha explicado el Laboratorio Oceanográfico y Meteorológico del Atlántico (AOML), de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA).

 

El ciclón tropical tiene tres etapas importantes: depresión tropical, tormenta tropical y huracán, es decir que los tres son ciclones tropicales pero de distinta intensidad, agrega el AOML.

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Los ciclones tropicales necesitan aire cálido y húmedo para formarse, de ahí que se formen exclusivamente sobre océanos de agua templada. El aire cálido y húmedo sobre los océanos se eleva desde cerca de la superficie creando un área de menor presión de aire cerca del océano, explica por su parte la NASA (Administración Espacial Aeronáutica de Estados Unidos, en español).

 

Y agrega que el aire con mayor presión llena el área de baja presión tornándose cálido y húmedo y se vuelve a elevar. Conforme el aire cálido continúa su ruta ascendente, el aire próximo gira para ocupar su lugar y al elevarse, el aire cálido y húmedo se enfría y el agua en el aire forma nubes. Así, nutrido por el calor del océano y el agua que se evapora de la superficie, tanto el sistema de nubes como de aire gira y crece.

 

Y de acuerdo con AOML, debido a que la Tierra gira sobre su propio eje, los ciclones tropicales formados en el sur del Ecuador circulan en el sentido de las manecillas del reloj mientras que las del norte lo hacen de manera contraria. “Al girar el sistema de tormenta cada vez más rápido, se forma un ojo en el centro donde todo es muy tranquilo y claro—con una presión de aire muy baja—, ya que el aire de presión alta superior baja hacia el interior del ojo”, prosigue.

 

Cabe recordar que la división clásica separa la Tierra en el hemisferio norte y hemisferio sur. En el norte​ (boreal o septentrional), se sitúan Europa, Norteamérica, Centroamérica, casi toda Asia, gran parte de África, una pequeña parte de Sudamérica y algunas islas menores de Oceanía, y lo integra aproximadamente el 88  por ciento de la población mundial; si bien la mayor parte del sur (austral o meridional) corresponde a océanos, está conformado por gran parte de América del Sur, Oceanía y el sur de África.

 

En su nacimiento, se le conoce como depresión tropical y se caracteriza porque sus vientos máximos constantes alcanzan una velocidad menor o igual a 64 Km/h y es un sistema organizado de nubes y tormentas eléctricas.

 

Pero si se intensifica el ciclón, entonces se le conoce como tormenta tropical que tiene vientos que alcanzan velocidades de entre 64 y 117 km/h, en esta etapa se le asigna un nombre en orden alfabético; la intensidad de los vientos hace que las tormentas tropicales provoquen daños importantes tanto en la vegetación (arrasando con árboles y cultivos, por ejemplo) como en edificios, puentes, viviendas, entre otros.

 

En ocasiones, por otra parte, las precipitaciones provocan desprendimientos de tierra en las regiones montañosas o accidentadas, además, el paso lento de las tormentas tropicales suelen dejar caer unos 150 ml de lluvia, por lo común en precipitaciones torrenciales que causan extensas inundaciones.

 

En su última etapa recibe el nombre de huracán en el hemisferio norte y tifón en el sur, supera vientos de 118 km/h y se divide en cinco categorías de acuerdo a la intensidad del viento que le acompaña, afirma el Laboratorio Meteorológico del Atlántico.

 

Un huracán es una enorme tormenta tropical giratoria caracterizada por poderosos vientos y lluvias torrenciales. El fenómeno alcanza a veces 800 km de diámetro y está constituido por vientos y nubes que forman una espiral en torno a un centro común que se denomina “ojo”. El aire es tranquilo y sin nubes en la zona del ojo, que mide unos 25 km de diámetro, pero está rodeado por una enorme pared de densas nubes que producen las precipitaciones más intensas del huracán y en la que el viento alcanza mayor velocidad.

 

De acuerdo con AOML, para que una tormenta se clasifique como huracán, sus vientos deben soplar por lo menos a 120 km/h, pero su velocidad alrededor del ojo suele superar con frecuencia los 240 km; y cuando azota la tierra, lo hace de forma triple con vientos, lluvias y oleajes, y los fuertes vientos que circundan el ojo pueden con facilidad arrancar árboles, levantar tejados de edificios y volcar coches.

 

Y el oleaje que produce el huracán produce enormes olas, que a veces penetran tierra adentro como macizas murallas de agua que inundan todo la que se encuentra a su paso.

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