Al menos 300 compatriotas han salido este día rumbo al llamado “sueño americano”, sin importar los peligros y malos tratos que aguardan en la travesía; muchos creen que continuar en el país sólo les producirá una eventual muerte en pobreza y miseria.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. No importan la lluvia, el hambre ni el Estado de sitio decretado por el gobierno hace más de 78 días por la llegada del Covid-19 a territorio hondureño.
Nada de eso impidió que unas 300 personas salieran en caravana la mañana de este martes, 2 de junio, rumbo hacia Estados Unidos desde el municipio de Choluteca, al sur de Honduras.
La caravana la integran hombres, mujeres y menores de edad. Una pertinaz lluvia fue la única testigo de la partida de estos compatriotas, que llevan a cuestas una mochila y botellas de agua.
Trascendió que los integrantes de la caravana no se han practicado la prueba para detectar si están contagiados con el Covid-19, por los altos costos de las mismas, que van desde los 4 mil hasta los 6 mil lempiras en una clínica privada.
Según se informó, a la caravana se sumaron personas provenientes de Nicaragua y El Salvador y va rumbo a la capital hondureña, para luego dirigirse hacia la frontera con Guatemala.
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