“Hay golpes en la vida tan fuertes… yo no sé”, dice el poeta Vallejo y Juancito lo siente en el corazón, como grilletes que le aprietan las manos y los pies, siente que el traje comprado con fondos de los hondureños se vuelve naranja y el pelo aún con un par de mechones negros, se cambia por gris y blanco. –¡No! ¡No! ¡No!, grita el inocente reycito, Honduras es un país libre, soberano e independiente– el gringo no puede evitar la sonrisita. –¡Me quedaré 50 años!
Reflexión
EL LIBERTADOR
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Tegucigalpa. El 28 de mayo, el cielo de la pequeña y ocupada Comayagua se ennegreció. La apacible población ensordeció y fijó su mirada en los abejorros metálicos con una bandera muy común en el lugar: diez helicópteros de uso militar de los Estados Unidos (Chinooks CH-47, BlackHawks UH-60 y HH60), por un instante hicieron realidad las películas donde los chelitos salvan al mundo o le dan su merecido a un dictador, ¿recuerdan a Rambo?, dos días después, el comandante de la misión dio una ambigua explicación pero aclaró que el entrenamiento les permitió probar capacidades, que son “esenciales para mejorar el rendimiento durante una situación de emergencia”.
Lo real sí es real, y es que al comandante del Estado Mayor Conjunto le tembló la papada y el café con semita de orilla vibró cuando le pasaron sobre el lomo las alas metálicas. Como todo lo que realmente importa, la mayoría de hondureños ni cuenta se dio, todo siguió adormecido como se ha vuelto rutina… hasta las compras del hombrón de InvestH.
El 29 de mayo, ¿adivinen quién apareció en Palmerola?, siiií: nuestro único e inigualable reycito, cualquiera diría que sólo andaba comprando chicharrones en “Atoles Alejandra”, pero… ¿no están viendo los detalles, queridos?, toda su hermosura de cachetes era adornada por una divina gorra militar, ¿no creen? ¡Ush! Les dejaremos la prueba, ¡gente de poca fe! Quizá y sólo quizá, podría ser un adorno del adorador de chafas o quizá no, pero aquí viene lo interesante, así que put attention please!, como decía la profe de inglés en el colegio.
El 30 mayo, ¡alerta de salud!, decretan desde el Norte mediante otro burdo comunicado, y le informan a sus ciudadanos que regresen a su país, “en vista del aumento en la presión sobre los servicios de sanidad hondureños, los ciudadanos estadounidenses que deseen regresar a Estados Unidos deben hacerlo ahora mientras haya vuelos disponibles”. Y –continúan los gringos– la Embajada de los Estados Unidos no puede garantizar la continua disponibilidad de vuelos comerciales, a medida que las infecciones por Covid-19 continúen en alza en Honduras. NO ESPERE MÁS. (Esas mayúsculas no las escribimos nosotros).
¿Recuerdan los detalles? Ya les habíamos dado tres escenarios a Uds. Y el tercero era, justamente, que nuestro reycito emperador se loqueara y en la desesperación del llamado imparable en la Corte de Nueva York, quiera ser el “Toreto” para que rápido y furioso les diga a los gringos que se va a quedar 4 años más; claro, mientras rumea la idea tiene atrás el ejército que piensa lo salvará hasta el final. ¡Cariño! Pero ni una quinceañera enamorada está tan equivocada, los militares y ahora tictockeros, sólo se sirven entre ellos y así será hasta el día que desaparezcan, porque también los freirán llegado el momento. Era inútil que el indio tu amado, se aprestara a la lucha… dice la letra de un infame himno, que eleva al extranjero ladrón y disminuye al patriota nuestro.
HONDURAS/ EL TIGRE DE SCHRÖDINGER Y TRES ESCENARIOS DEL “PRESIDENTE PROTECTOR”
Pero Uds. que son curiosos y siempre están atentos, ya les dijimos que leemos todos sus mensajes (un saludo especial para Alexandra Salander, la estamos leyendo querida), quizá pensarán: ¿nuestro reycito podrá ir en contra de los intereses imperiales? ¿Será que no está al tanto de cómo asfixian hasta morir a sus mismos compatriotas? (Por cierto, que descanse en paz George Floyd). ¿Será tan iluso para creer que los militares lo van a defender? ¿Piensa que Marvin con un vasazo va a detener a los abejorros de metal? ¿O que el excesivo maquillaje que usa Ebal los espantará? ¡Ni que fuera el del payaso It! ¿O piensa que la profe olvidó tapar las goteras porque está trazando una súper estrategia de combate? Señores, eso se llama: la irracionalidad del poder.
Les recomendamos que lean “El Todopoderoso”, que cuenta sobre el hijo de un zar de los medios de comunicación, que construía las noticias (no sean así, sé que están pensando que hablamos de un medio que en Honduras, siempre está primero en la escena, pero no, respetamos el día del periodista), entonces como su medio siempre tenía la “última hora”, su audiencia creció hasta que lo descubrieron, pero siempre se mostró soberbio, altanero, hasta que tuvo enfrente al policía que lo esposaría, ahí se le quitó el valor y se suicidó. ¿Ven? La irracionalidad del poder, estos son hombrones mientras tienen detrás un ejército, pero sin las armas no hay carácter, ni principios, ni valor, sólo brametas y el ya rayado “¡soy inocente!”.
En un salón, el hombre blanco, pelos dorados, ojos azules, un importado traje tallado al cuerpo, 1.93 de altura, manos pulidas y dientes nítidos, reloj fino en la mano derecha, juega con un encendedor que tiene en el relieve un águila de rapiña (A la que se opuso Benjamín Franklin por símbolo de ladrona y vividora). Se encuentra con nuestro Reycito y le dice en un estrujado español: –Presidente, gracias por venir– y extiende la mano, nuestro listo rey lo ve con recelo, sabe que no son buenas noticias. –Mi gobierno está preocupado por las declaraciones de narcotraficantes en Nueva York. –¡Es mentira, es venganza, son unos vulgares narcos!, grita el pequeño y despersonalizado rey. El chele lo observa con mirada maternal como viendo el frío abismo, ha visto a caer tantos… desde Panamá, Guatemala, hasta Libia e Irak.
–Ellos tienen pruebas, pero Ud. no preocupar, mi gobierno ayudarlo, Ud. ha sido un gran colaborador, pero debe irse, no más reelección, no más 4 años, no más presidente–. “Hay golpes en la vida tan fuertes… yo no sé”, dice el poeta Vallejo y Juancito lo siente en el corazón, como grilletes que le aprietan las manos y los pies, siente que el traje comprado con fondos de los hondureños se vuelve naranja y el pelo aún con un par de mechones negros, se cambia por gris y blanco. –¡No! ¡No! ¡No!, grita el inocente reycito. –Yo me voy a quedar más tiempo, a mí me puso la jefa de compras de la embajada, cuando contaba los votos rurales, yo me voy a quedar, Honduras es un país libre, soberano e independiente– el gringo no puede evitar la sonrisita. –¡Me quedaré 50 años! Vae victis, “¡Ay de los vencidos!”, gritó en latín despectivo el jefe galo, Breno, que había sitiado y derrotado a la ciudad de Roma, una vez la capital del imperio más poderoso que haya visto la tierra.
“Yo robé de tus ojos mil destellos de esperanza, de tus labios la sonrisa fiel, de tu piel una caricia que soñé, siempre fui el espía que robaba tus encantos… hasta aquí llegó el ladrón de buena suerte, alguien vino a reclamar lo que tenía, habló fuerte y me gritó que no eres mía”, suena la sonata en el reproductor del Comandante del Comando Sur, en una oficina que hasta hoy nadie creería que está en la embajada de Tegucigalpa. ¡Ups!
Bonus: Extrañamos que Francis cante los números de la Loto, aunque ahí está la hija de votos rurales. No se preocupen con la apertura inteligente, estos genios la lideran y ¡ya empezó La Diaria! Apuesten, a la muerte o a la vida. La suerte está tirada y emigran negros pájaros.
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