El tercer gobierno de Marlon Escoto, ha sobresalido por una política de “cacería de brujas” contra sus adversarios en la titularidad de la rectoría. Escoto es la ley en la Universidad de Agricultura y para que no haya dudas de su poder y autoritarismo, decenas de docentes tiene preaviso de despido y embiste a estudiantes con maquinaria pesada para recuperar las instalaciones que han sido tomadas.
El Estatuto de la Universidad aprobado por el Consejo de Educación Superior, según Acuerdo No. 1058-153-2002 y estipula que se podrá repetir el cargo de rector únicamente en dos ocasiones.
El Consejo de Educación Superior por unanimidad de votos ha rechazado el reconocimiento de los títulos de la UNA que contengan la firma de Escoto como rector; asimismo, suspendió temporalmente la matrícula de primer año para Medicina Veterinaria por no contar con el personal calificado e infraestructura.
Orlando David Murillo
EL LIBERTADOR
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Tegucigalpa. La Universidad Nacional de Agricultura (UNA) es una institución pública que forma parte de los 20 centros de educación superior que existen en Honduras, su finalidad es la formación de profesionales de las ciencias agrícolas y afines. Actualmente oferta las carreras de Ingeniería Agronómica, Administración de Empresas Agropecuarias, Tecnología de Alimentos, Medicina Veterinaria y Recursos Naturales y Ambiente.
PRIVILEGIOS
Su antecesora es la Escuela Nacional de Agricultura, su conversión al estatus universitario fue en el año 2001. Su estabilidad política inició seis años después con la elección del doctor Marlon Oniel Escoto como rector para el periodo 2007-2010. Quien Fue reelecto para el periodo 2010-2013.
En 2012 fue nombrado como Secretario de Educación por el abogado Porfirio Lobo Sosa, presidente de la República (2010-2014) permitiéndole continuar también en el cargo de rector de la UNA para el periodo restante.
“CAMPAÑA DE MIEDO”
En este año -2016- se convocó a elecciones para escoger las autoridades universitarias: jefes y secretarios de departamentos académicos, secretario general, vicerrector administrativo, vicerrector académico y rectoría. Un proceso eleccionario que estuvo caracterizado por una campaña del miedo, ilegalidades, denuncias, amenazas laborales y al derecho a la vida.
La comisión electoral dirigida por el doctor Carlos Manuel Ulloa, aspirante en ese momento a vicerrector académico, admitió la candidatura de Escoto para ejercer un tercer mandato en la rectoría de la UNA, violando el Estatuto de la Universidad aprobado por el Consejo de Educación Superior según el Acuerdo No. 1058-153-2002.
INFRINGE ESTATUTO
El artículo 14, inciso c, establece como requisito para ser rector “haber laborado como docente en propiedad a tiempo completo durante los últimos tres años consecutivos” en la UNA. El artículo 15 reza que “el rector durará tres años en el ejercicio de sus funciones y podrá ser reelecto por un periodo más”.
La candidatura, la posterior elección y la toma de posesión de Escoto infringe claramente el estatuto, al ejercer un tercer mandato, cuando la ley solamente permite dos periodos de gobierno, como también el posicionarse en dos puestos de trabajo: en la Secretaría de Educación y la Rectoría de la UNAG, instituciones que están separadas geográficamente por más de 200 km y que necesitan al frente a una persona a tiempo completo.
“CACERÍA DE BRUJAS”
Este tercer gobierno del Dr. Escoto ha estado identificado por una política de “cacería de brujas” contra sus adversarios. Su contrincante político en las elecciones de la rectoría el doctor Roy Menjivar ha sido despedido por iniciar un proceso judicial para invalidar el proceso eleccionario recién pasado. Sus familiares y amigos Denia Mejivar (hermana), Mauricio Moreno (cuñado), Adán Ramírez (compañero de trabajo) están con preaviso de despido por lo que considero una medida de presión para que el Dr. Menjivar retire la demanda.
En el departamento académico de Estudios Generales, el 50 por ciento de los docentes permanentes tienen un preaviso de despido que termina en diciembre próximo, por no apoyar la candidatura del rector en el marco de la democracia, los miembros del sindicato de la Universidad con estudios terminados de licenciatura están siendo coaccionados para su salida del mismo.
ESTUDIANTES PREOCUPADOS
El Consejo de Educación Superior por unanimidad de votos ha rechazado el reconocimiento de los títulos de la UNA que contengan la firma de Escoto como rector; asimismo suspendió temporalmente la matrícula de primer año para Medicina Veterinaria por no contar con el personal calificado e infraestructura. Actualmente la universidad no cuenta con un representante en este órgano educativo debido a la negativa del vicerrector académico Carlos Ulloa de juramentarse, incumpliendo su responsabilidad legal de sustituir al rector en los casos que lo amerite.
Los estudiantes son los que han resultado más afectados, los que están por egresar tienen la incertidumbre sobre ¿Qué es lo que va a pasar con sus títulos?, los de II a V año de Medicina Veterinaria están preocupados por la campaña de desprestigio en los espacios públicos por la carrera, los estudiantes de las diferentes carreras se están quedando sin profesores a mitad de ciclo académico y con el posible escenario de contratación de nuevo personal sin el perfil adecuado. En los últimos días han realizado asambleas estudiantiles, las autoridades universitarias ha respondido con sanciones disciplinarias.
AMPLIANDO CRISIS
La UNA está en una crisis política, y Escoto la está ampliando a una crisis laboral y académica, es una historia que se está inscribiendo; en el devenir de la humanidad. La universidad ha sido el espacio donde convergen la pluralidad de pensamientos e ideas, una comunidad universitaria formada por estudiantes, docentes y el personal administrativo y de apoyo, su convivencia armoniosa depende del cumplimiento de las leyes nacionales y del contrato social universitario, en este caso, el respeto al Estatuto.
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