Un grupo de hondureños indignados siguen la huelga de hambre para exigir la renuncia de Juan Hernández, cárcel para los saqueadores del Seguro Social hondureño y la instalación de la Comisión Contra la Impunidad.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. Un grupo de jóvenes indignados hondureños prosiguen la huelga de hambre frente a Casa Presidencial, en exigencia de la Comisión Internacional Contra la Impunidad y la renuncia del presidente Juan Hernández.
“Seguiremos con las presiones hasta que nuestra salud lo permita”, dijeron los cuatro indignados que siguen en protesta, ya que la motivación es “luchar contra la impunidad”.
En un conmovedor comunicado, leído por la esposa de uno de los huelguistas, exigió juicio político para el presidente Hernández.
Al respecto, manifestaron que “consideramos porque no ha hecho nada en contra de la gente que saqueo el Instituto Hondureño de Seguridad (IHSS)”. “Tenemos fuerzas para continuar”, afirmaron los indignados que cumplirán este martes una semana de estar privados de alimentos.
Además, denunciaron el hostigamiento de la Policía Nacional y Fuerzas Armadas, para hacerlos desistir de la protesta que ha acaparado la atención nacional e internacional.
“Hemos sido víctimas de atentados por la Policía no nos dejan dormir, nos lanzan gas pimienta y hacen ruido para despertarnos” denunciaron.
Otra de las quejas de los indignados radica en la soledad que padecen por las organizaciones defensoras de derechos humanos y la retirada de algunos servicios elementales como el uso de baños para la higiene personal.
“Hemos dejado de recibir acompañamiento de organización de los derechos humanos y Copeco (Comisión Permanente de Contigencias) nos llevó nuestro servicio, no tenemos donde hacer nuestras necesidades”, pronunciaron.
No obstante –aclararon– algunas entidades, como el Observatorio Ecuménico de Derechos Humanos, los han asistido con atención médica y protección ante la embestida que han recibido por la fuerza pública durante la jornada.
Cabe mencionar que hace unas 48 horas, Miguel Briceño y Ariel Varela, promotores de la huelga de hambre, abandonaron el campamento ubicado a cien metros de la sede del Poder Ejecutivo, luego que fueran agredidos por agentes policiales.
Sin embargo, el resto del grupo, que permanecen fuera del perímetro impuesto por la Guardia de Honor Presidencial (GHP), sigue en la actividad.
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