El doctor Rafael Murillo Selva, dramaturgo, académico y figura esencial del arte hondureño, fue homenajeado en la XXXIV edición de los Juegos Florales de San Marcos de Ocotepeque, un certamen que celebró su legado como pionero del teatro moderno y defensor incansable de la cultura nacional.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. San Marcos de Ocotepeque rindió tributo al doctor Rafael Murillo Selva, reconocido como el padre del teatro moderno en Honduras, durante la edición número 34 de los Juegos Florales, evento que reunió a escritores, músicos y artistas de distintas regiones del país.
El homenaje se realizó en el marco del Certamen Nacional de Poesía, donde se destacó su trayectoria académica, su labor en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras y su influencia decisiva en la formación de generaciones de actores y pensadores críticos del arte.


Durante la ceremonia, Murillo Selva compartió su asombro por la vitalidad cultural de San Marcos, un municipio pequeño pero con una profunda vocación artística que, desde hace más de tres décadas, sostiene este festival literario.
El dramaturgo evocó con humor y lucidez el viaje hasta las montañas de Occidente, su encuentro con jóvenes poetas y músicos, y la calidez de un pueblo que ha hecho de la palabra escrita y la belleza su emblema.
El evento, presidido por el alcalde Gerardo Mejía y la gestora cultural Marlyn Sagastume, reafirmó la vigencia de la obra de Murillo Selva, cuya vida dedicada al arte y a la enseñanza sigue inspirando a las nuevas generaciones.

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