“INFORME SOBRE LOS CIEGOS”, “¡SOY PERSEGUIDO!” Y LA LEY DE CAUSA Y EFECTO

La omisión y complicidad en los crímenes más cobardes contra el digno e indefenso pueblo hondureño no ha sido error o Alzheimer, es maldad calculada, don Raúl Pineda aún se pregunta con íntimo conocimiento de las elites que controlan Honduras: ¿qué les ha hecho este país para que lo odien tanto?, Cristo recuerda a estos que usan camuflaje de Periodismo para confundir a la sociedad: “tumbas blanqueadas, hipócritas”, y, desde la eternidad, Morazán grita: “Con ustedes hablo, enemigos del pueblo y de la libertad”.

¡Ay “amigos”! Sus nombres serán olvidados –breve mención quizá, de cómo degradaron esta profesión–, ¿ya no gritan a sus reporteros que “botan” presidentes y que son el poder? ¡Vaya jodido! Su mierdera existencia será lección a nuevas generaciones, pues, son cátedra de lo que no es periodista, menos periodismo: “Solo los que se rebelan pasarán a la historia”, dijo el Director Lagos a unos muchachitos en un café de “Tegus” y, de ahí, ante el mundo.

Noche de gala para el Periodismo hondureño, pero un general irrumpe en escena y eleva discurso: Honduras necesita una prensa con “ADN” de Morazán –como EL LIBERTADOR–, y los tragos fueron amargos, desde hace 29 meses los soldados que han sido los guardianes eternos de los señores feudales y su “zorra-democracia” aquí en Hibueras; ahora los verde oliva volaron alto, hacia donde la Constitución de la República ordena que el soberano es el pueblo hondureño. A las mascotas de la comunicación ahora las citan como “sicarios” por haber profanado la función social del oficio, ése que hace 195 años fundó el héroe, el verdadero padre del periodismo hondureño, Francisco Morazán.

Reflexión
EL LIBERTADOR
redaccion@ellibertador.hn

Tegucigalpa. A los 21 años conocí la muerte. Frente a mí, un disparo liquidó un hombre que pedía respeto como soberano y Constitución, el cuerpo caía y, en mi mano asombrada, una cámara que nunca fue capaz de tomar la gráfica del periódico; el impacto no solo fue contra el cuerpo del profesor, fue hacia todas las vidas que estábamos en la calle a esa hora de golpe; la bala tenía hambre de indignados, odiaba a los que aman Honduras.- Aquel mentor de generaciones poco a poco fue quedando con ojos grises apagados –y fue apareciendo esa horrible cara, esa mirada molesta, esa piel sin brillo de la muerte–, la sangre corrió como un círculo sobre la acera, ahí en Comayagüela. El militar asesino huyó a esconderse en una casita, los que quedamos éramos extraños y cercanos al señor Vallejo, fuimos lo último que miró.- El horror de ese crimen, no se transmitió en vivo, no fue escándalo como los activistas en protesta contra doña Xiomara. Esa vez no hubo gritonas ni gritones, ni cuatro pantallas para cuatro plantones; en ese tiempo, el Estado de Derecho ni la democracia que repiten era importante, nunca lo fue, al profe era clave ocultarlo, así como la asquerosa edición gráfica de La Prensa, citar “desmayado” a un muchachito, cuyos sesos caían sobre el asfalto y fueron borrados con Photoshop, junto a la sangre que también salpicó ese teclado. Hoy son esos mismos cuervos de muerte, que dicen “persecución”. ¡Por favor! ¡Hipócritas!

Mientras tanto, Marcia se inflaba la panza escandalosa en su vieja radio –Sí quitamos un presidente ¿Qué no podemos hacer aquí? –Al tiempo que practicaba algunas firmas y Melgar rumiaba frases con inentendible tono pastoso, más en actitud imitadora y de agradar a quien lo emplea. –Nosotros somos el poder, solo cubrí lo que Marcia diga, oístes bien, cuidadito me salís con pendejadas de esos vándalos callejeros. –Y moría otro por la noche y otro por el día y alguno que un día cualquiera dejó de caminar con los amigos de “la Resistencia”, aún se escuchan los gritos de Pedro Magdiel, joven de 23 años, torturado y cruzado por más de 40 puñaladas en todo el cuerpo… ¡42, 44!–. Y eso, no alarmó a los “defensores de la libertad de expresión” ¡Nunca portada Chele! Ni “churrito» de un párrafo para registro diario, la prensa tradicional negaba “golpe de Estado” y hablaba de huevos con chorizo de una tal “sucesión constitucional”, los nuevos alternativos oenegeístas ni siquiera existían –pero hoy todos hablan de “traición” a la Resistencia, curioso o pajeros ¿no?–. Como moscas sobrevolando un basurero, periodistas con alma pirata, facturaron sin cesar sobre el cadáver de los muertos y no es retórica, lo que está en sus manos, esto que está leyendo, le guste o no, lo comparta o no… ¡Es la verdad! Los archivos de EL LIBERTADOR fueron los únicos que pudieron usar las “Comisiones de la Verdad». En la prensa tradicional no hay memoria de esos crímenes aún sin castigo.

Féretro con la leyenda «Democracia» en señal de muerte ante el crimen constitucional 2009.

Ya volvemos, nos vamos a un breve comercial para aquellos y aquellas que no tienen primaria completa (utopía) o no consumieron hierro en el vientre de sus madres (distopía), pues bien, del golpe de Estado surge al amparo del Derecho Internacional un llamado sí o sí a otra Asamblea Nacional Constituyente, porque en 2009 la estupidez de Romeíto y sus jefes destruyeron el pacto social entre gobernantes y gobernados contenido en la actual Constitución de la República. Se cagaron en el poquito Estado de Derecho que se había acumulado desde 1982 y, señores y señoras, aunque aquí estemos llenos de “667” (se pasan de bestias) en todas las capas sociales, el mundo moderno ve como barbarie y atrocidad lo cuando aquí es un soldadito de plomo y prensa tradicional andan pidiendo más sangre a través de inestabilidad y golpes.

En pocas palabras, la utopía es el sueño de una sociedad perfecta, mientras que la distopía es la pesadilla de esa sociedad. Y aquí, mis amores, las “Comisiones de Verdad” registraron durante el golpe de 2009 al menos 3,000 asesinatos, miles de violaciones a derechos humanos, más de 50 mujeres en protesta ultrajadas sexualmente, la destrucción de la economía, se dividió el pueblo hondureño y se pidió que Honduras suspenda ejercicios y relaciones militares con Estados Unidos, porque es una relación tóxica y fuente de crisis para la nación hondureña. Tal vez entendieron que la utopía sería siquiera una sociedad deseable y la distopía es el vergueo de país que aspiran los golpistas y sus amos extranjeros y, si no entiende, sale más barato una pastilla para curar frijoles.

Juan Hernández siendo entrevistado por periodistas influyentes de medios tradicionales.

Regresamos. Los amantes de golpes de Estado o las pomponeras del crimen organizado (cheerleader girl para los de “la Americana”), que desde su dictadura mortal en nombre de su “zorra-democracia” vendieron en pedazos nuestra Patria, con el combo de regalar nuestras riquezas tributarias y recursos naturales a locales y extranjeros filibusteros; esas babosas engordadas con buenas migajas, como gusanos barrenador chupando sangre o como camaleones camuflados en la profesión del Periodismo para liberar sus toxinas de vidas miserables, hombres y mujeres grises, llenos únicamente de sus propias ambiciones y bajezas humanas, incapaces de volar de la mediocridad mental, guardianes exclusivos de sus intereses y de su propia estirpe vampiresca, asegurando que siempre estén llenas de hartazón sus voluminosas barrigas y, aunque llenas, siguen buscando que los cheles del norte les tiren restos, sea amor, dinero o una bolsita de comida; son éstas pulgas sanguíneas las que hoy braman enloquecidos por su supuesta “libertad de expresión”, una forma aburrida, sin intelecto, para disfrazar que mienten y mienten todos los días, sin ningún escrúpulo y está bien si ese es su rol, al final esos medios no nacieron para el hondureño, pero que hueva escuchar tanta lloradera. El cobarde no mata por falta de deseo, sino por falta de valor para perder la propia vida, por eso cuando el mal que esparce se revierte hacia él, pasa corriendo de victimario a víctima.

Ataudes con rostros de periodistas asesinados en Honduras.

“…Entre 2009 y 2019, fueron asesinados 100 periodistas y el 96 por ciento de esos periodistas, trabajaba en medios de comunicación opuestos a la dictadura y al golpe de Estado. La prensa tradicional calló. Esa misma prensa que hoy se sorprende que es atacada, debería leer ese poema de Bertolt Brecht, primero se llevaron a los comunistas y no me importó; luego se llevaron a los vándalos, como titulaba la prensa tradicional, y no me importó y ahora se los llevan a ellos y, aparentemente, a nadie le importa…” este es fragmento del discurso ofrecido por nuestro Director Fundador, Jhonny Lagos, ante los estudiantes de la UNAH, en el contexto de la entrega de un homenaje a su carrera, frente a las cámaras de los medios tradicionales que ahí estuvieron y frente a los colegas que como babosas con sal, se retorcieron al otro lado de la cámara o los que fueron más afortunados, en primera fila.

La omisión y acompañamiento de crímenes aborrecibles y por la espalda, con alevosía y ventaja contra el pueblo hondureño no ha sido casual, ni error, es maquinación fría de gente bien poquita en coraje y vergüenza, de enanos del alma que olisquean en el aire los deseos de sus señores y, como el capataz de la hacienda, disfruta torturando a su igual, pero corre sonriente y cabeza abajo a servirle al señor que lo manda. Hoy se desangran en tinta, lloriqueando que los militares que tanto han alabado en tiempos de Juan Orlando y durante toda la historia de Honduras de fusiles enemigos del pueblo, y ahora esas trompetas del poder tradicional les duele que les digan “sicarios” por publicar información falsa ¿Ya olvidaron como aquella vieja inculta, Siomara Michelleti, los obligaba a que cubrieran sus clases mierderas de etiqueta y protocolo?, pero como mujer de busero esas ciencias eran tan arcanas como ésta palabra, je,je,je… Mientras los militares en las calles oprimían al desarmado y débil, violaban y mataban y eso no existía, naaaaaa, era invisible, así como sus quejas de hoy, invisibles. Disculpen ustedes amigas “white-feminism” nuestro “clasismo” con la doña del busero, solo les recordamos que ustedes no han defendido el odio por mujer contra la presidenta Castro y como este periódico es morazanista, no podemos andar de “neutros” con quienes nos jodieron como pueblo. Es máxima del histórico COFADEH y de nuestra laureada defensora de la vida, Berta Oliva: “Ni olvido, ni perdón”.

En una casita construida con pedazos de lamina, ondea bandera del Partido Nacional.

En las manos del narrador, cae “Informe sobre ciegos”, un ensayo revelador que en la sociedad hay un grupo de personas ciegas, que viven en un mundo lóbrego, en opacidad y sin esperanza, estos no videntes son invisibles para la nación hondureña, condiciones deplorables y marginados, el narrador avanza y busca a esos ciegos, solo para darse cuenta que también él, ha comenzado a quedar sin vista… un enorme laberinto con preguntas y sin respuestas, pero la existencia de los ciegos es también el reflejo de un ambiente obscuro y frío. Mis pequeñas y pequeños amigos de la prensa tradicional, los invitamos a interpretar esta obra de Sábato, con dos temores: primero, descubran su propia ceguera y, segundo, que no puedan entender. Avanti.

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