CRISIS NACIONALISTA SIN RESOLVER, NI CONVENCIÓN SALVARÍA PARTIDO DE DICTADURA

El presidente del Comité Central del Partido Nacional, David Chávez, volvió a criticar a un sector de este instituto político, incluido el presidenciable Nasry Asfura, a quien responsabilizó por no poder manejar al Partido a pesar de haber estado al frente durante alrededor de 4 años.

En ese sentido, el dirigente del Partido, Ramón Castillo, criticó que la crisis se debe a líderes que no pudieron dialogar y, como consecuencia, «podría ser el fin de un partido fuerte y convertirse en un partido de segundo nivel».

Redacción Central / EL LIBERTADOR

Tegucigalpa. A vísperas de una nueva Convención del Partido Nacional, el presidente del Comité Central de esta institución política, David Chávez, volvió al ataque contra una cúpula interna a la que señaló de haber pactado con el actual Gobierno y a la que también responsabilizó de marginar a la juventud del Partido. 

Chávez también señaló al actual candidato presidencial Nasry Asfura, a quien entregó “el control total del Partido Nacional durante cuatro años”; sin embargo, criticó que esa gestión no tuvo frutos positivos, ya que actualmente el nacionalismo se encuentra dividido. 

“La política es para unir, no para dividir. A pesar de haberle entregado el control total del Partido Nacional durante cuatro años a Nasry Asfura, hoy enfrentamos el resultado de una mala negociación: un partido fracturado. Nuestra gente fue marginada —jóvenes, líderes de base y de la vieja guardia— al igual que este servidor”, escribió Chávez. 

Además, mencionó cómo el futuro presidente del Comité Central realizó negociaciones y manejó los hilos del Partido desde las sombras, pero ahora que estará al frente del nacionalismo “por lo menos se le escuche y levante la voz por los nacionalistas con acciones “firmes”, porque de lo contrario, solo nos está llevando a otra derrota”. 

Y cerró su mensaje con una firme aseveración de que “este partido no es de una cúpula, menos de árabes que juegan a la política por sus negocios e impunidad”, y realizó un llamado a la militancia para una gran asamblea cuya fecha anunciará en los próximos días.

Sobre la situación interna del nacionalismo, el dirigente de este partido, Roberto Ramón Castillo, mencionó a EL LIBERTADOR que la institución enfrenta una crisis interna y advirtió que “este podría ser el fin de un partido fuerte y convertirse en un partido de segundo nivel”. 

Castillo culpó a líderes que no “han sabido hacer diálogo, los que están aquí luchando por un puesto y por un futuro que no saben cuál es”, e ironizó: “Aquí, como decía un amigo mío cuando fui embajador en Egipto: ‘del pasado recuerda lo que te hizo feliz, vive el presente, porque el futuro no sabe si va a llegar’”. 

“Lo que está sucediendo es que acuérdese de lo siguiente: el presidente del Comité Central todavía es David Chávez, y quien convoca a la convención, que yo recuerdo, tal vez me equivoco, es el presidente del Comité Central. David está convocando a un sector que tal vez no está de acuerdo con el actual candidato, don Tito Asfura, y podría terminar siendo David o alguien así, y que sea reconocido por el Consejo Nacional Electoral como el candidato o presidente del Comité Central”, explicó Castillo. 

La situación actual es crítica, tanto que, para Castillo, esto podría representar el fraccionamiento de la institución en dos partes: “Ahí está el futuro, no es el final del Partido, el Partido tiene muchas oportunidades, es un Partido grande, pero va a ir decayendo en este proceso y no tiene muchas oportunidades de ganar el proceso electoral [del próximo 30 de noviembre]”. 

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