A lo largo de la historia, las mujeres han jugado un papel esencial en diversos ámbitos, desde la educación hasta la política y la cultura, impulsando cambios y promoviendo el progreso social. Sin embargo, sus contribuciones no han sido reconocidas y casi siempre invisibles en la sociedad hondureña.
La historiadora Anarella Vélez Osejo destaca el papel fundamental que han desempeñado las mujeres como pilares de las luchas sociales en Honduras, exigiendo al sistema sus derechos y que implica hasta el presente, avances fundamentales como libertad sindical, creación del Código de Trabajo, sufragio y Reforma Agraria.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. Las mujeres han realizado aportes extraordinarios a la sociedad, siempre, pero su papel ha sido relegado en la narrativa oficial, las páginas de la historia nacional están llenas de héroes y próceres que exaltan, por ejemplo, cómo contribuyeron a la independencia, democracia y desarrollo del país.
Sin embargo, esta historia escrita ha dejado el anonimato el aporte de las mujeres que también dejaron huella, donde muchas han destacado como escritoras, compositoras, novelistas, poetas y luchadoras sociales por los derechos civiles universales, enfrentando la muerte y marginación de una época en la que solo los hombres eran reconocidos en el ámbito público.
A pesar de esto, ellas lideraron la lucha por la igualdad de género, logrando avances trascendentales que ahora permite a las mujeres ocupar un rol significativo en la sociedad contemporánea, marcando así un hito en la historia de Honduras.
FUERZA DE MUJERES
Para la historiadora Anarella Vélez Osejo, las mujeres han desempeñado un rol crucial en la construcción de la historia desde eventos tan trascendentales como la Revolución Francesa. En declaraciones a EL LIBERTADOR, Vélez destacó que, durante esta revolución, figuras como la escritora, Lucila Gamero y Olimpia de Gouges, abrieron un nuevo escenario histórico al cuestionar el concepto de «derechos del ciudadano» y exigir la inclusión de los derechos de las ciudadanas.
“A partir de ahí, las mujeres no han dejado de avanzar en el reconocimiento de nuestros derechos”, afirmó. Este movimiento inicial inspiró a mujeres de otros países a dejar una marca en la historia, proponiendo derechos fundamentales que han sido un legado para las generaciones siguientes.


En el contexto hondureño, Vélez subrayó los avances del siglo XIX, en una época donde las mujeres aún carecían de reconocimiento pleno. Resaltó el papel de Josefa Lastiri, esposa de Francisco Morazán, quien acompañó a su esposo en la lucha para abrir camino a los primeros derechos femeninos, como la decisión de la mujer sobre su estado civil, sentando un precedente significativo en la búsqueda de igualdad de género.
CONTRA DICTADURA
Vélez también resalta el papel trascendental de las mujeres en la lucha contra la dictadura de Tiburcio Carías Andino en 1944, cuando formaron un movimiento que se convirtió en la voz principal de la protesta. Según Vélez, más de 200 mujeres se reunían en secreto para organizar la resistencia frente al régimen, evidenciando su valentía y determinación en un contexto adverso.
Muchas de estas mujeres iniciaron su propia batalla por los derechos políticos y culturales, enfrentándose a la represión del régimen, que las exilió o incluso asesinó por su activismo. Vélez subraya el liderazgo de figuras como Graciela Amaya García y la maestra Visitación Padilla que fue promotora de la Sociedad Unionista Juan Rafael Mora y fundadora del Comité Hondureño Pro Conferencia del Caribe, convirtiéndose así en las pioneras de la lucha por los derechos políticos femeninos en Honduras, marcando un precedente histórico en la defensa de la igualdad y la justicia social.
REVOLUCIONARIAS
Las mujeres desempeñaron un papel crucial durante la histórica huelga bananera de 1954, organizando comités, asumiendo el control de fábricas y forzando a los patronos a negociar. Según Vélez, durante los 70 días que duró la huelga, las mujeres se encargaron de producir alimentos para los huelguistas y de atender a los enfermos.
Vélez destacó el rol de las llamadas «patronas», mujeres que no solo hacían la comida para los hombres que estaban en la huelga, sino que también participaron activamente en las movilizaciones. “tuvieron un papel muy importante durante la huelga y participaron, Teresina Rosi era una dirigente que tenía además una voz cantante en la huelga que convocaba, además era marxista, revolucionaria y pues estuvieron al lado de todos esos hombres que trabajaban en las compañías bananeras”.
Además, Vélez mencionó a las hermanas Chavarría, Noemí Miranda de Ramos, Nimia Josefa Peña de Rivera y Dolores Caballero, quienes jugaron un papel decisivo en el éxito de la huelga.
MOVIMIENTO OBRERO
Vélez Señala que también se sumaron mujeres provenientes de la administración y del magisterio, se sumaron a una de las luchas sindicales más importantes y prolongadas del siglo XX en Honduras, con consecuencias fundamentales para el desarrollo del país. Vélez destacó el trabajo de Nohemí Miranda de Ramos en San Pedro Sula, quien aseguró que las proclamas del Comité de Lucha Obrera llegaran a las trabajadoras de la industria de confección, instándolas a unirse a la huelga en apoyo a los trabajadores bananeros.
En El Progreso, Nimia y Josefa Peña de Rivera sacrificaron su patrimonio familiar para alimentar a los huelguistas y evitar el colapso del movimiento. Esta huelga, según Vélez, sentó las bases para el reconocimiento de derechos fundamentales de las mujeres, la creación de un sistema de seguridad social y la regulación de las relaciones laborales, demostrando la importancia de la participación organizada de las mujeres en la lucha social.
HUELGA FEMENINA
Vélez destaca que la visión progresista de las mujeres a lo largo de la historia de Honduras ha tenido un impacto significativo en la construcción de una mentalidad transformadora en la sociedad. “Ellas han sido ejemplares y han trazado una ruta que debemos seguir cuando vemos lo que hicieron estas mujeres ancestras escritoras”, afirmó.
Además, subrayó que las mujeres con mayor acceso a la educación suelen ser más revolucionarias, ya que para cuestionar al sistema y combatir la desigualdad se necesita conocimiento y conciencia.
Vélez resaltó que, gracias a estas mujeres revolucionarias, Honduras logró avances fundamentales, como el derecho a la libertad sindical, la creación del Código de Trabajo y los inicios de la reforma agraria. Estos logros, derivados de luchas como la huelga de 1954, han tenido un impacto profundo y duradero en la historia y el desarrollo del país, para tener derechos.
CULTURA PATRIARCAL
Durante décadas, las mujeres en Honduras han enfrentado retos significativos para sobresalir en ámbitos tradicionalmente dominados por hombres. En este contexto, la coordinadora del Comité de Mujeres por la Paz «Visitación Padilla», Merly Eguigure, expresó que los aportes de las mujeres en la sociedad hondureña siguen siendo invisibilizados debido a la persistencia de una sociedad machista.
Según Eguigure, esta mentalidad limita el reconocimiento de las mujeres únicamente al ámbito privado, ignorando su participación en el espacio público y su trascendental lucha social. Como ejemplo, destacó a Gladys Lanza, una líder sindical que, a pesar de dirigir un sindicato mayoritariamente masculino y defender con firmeza causas sociales significativas, aún no recibe el reconocimiento justo por su legado.
Eguigure subrayó que, al igual que Lanza, muchas otras mujeres han sido silenciadas en la historia, dejando en la sombra su valioso aporte a los movimientos sociales y al progreso del país.
PIONERAS VALIENTES
Desde principios del siglo XX, las mujeres hondureñas comenzaron a romper barreras en una sociedad predominantemente dominada por hombres, marcando un impacto significativo en diversos campos como la literatura, el arte y las profesiones.
Eguigure señala que en esta época las mujeres tenían que escribir bajo un seudónimo de hombre para que sus escritos fueran publicados señala que Escritoras como Lucila Gamero de Medina, considerada una de las primeras novelistas de Honduras, desafiaron las normas de género al plasmar en sus obras y en el ámbito de la poesía, figuras como Clementina Suárez se destacaron por su estilo innovador y por abordar problemáticas sociales, convirtiéndose en la primera mujer en publicar un libro de poesía en el país. Eguigure hace hincapié que estas mujeres, junto con otras profesionales, enfrentaron múltiples obstáculos en una época en que el acceso a la educación y los espacios públicos estaba limitado para ellas.
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