Cayó el vetusto sistema tradicional de ideas políticas, religiosas y sociales que mantuvo dormidos a nuestros mayores, abuelos, bisabuelos y tatarabuelos durante 200 años. El poder mismo provocó en 2009 el cortocircuito a gran escala, quemaron todos sus barcos y fundieron todos sus sensores de acción y reacción para mantener el orden establecido. Han montado una operación psicológica de desinformación para que los votos les permita retomar el gobierno y, desde ahí, todo el cuerpo del Estado. Pero no será posible, fueron ellos quienes pudrieron sus tanques de ideas, sus medios, iglesias, analistas viejos, derrumbaron toda moral del sistema y fueron enemigos del pueblo, como dice Ozymandias… “Solo arena y polvo de las glorías que hubieron, hay”.
La construcción infinita en redes con los mismos actores y actrices, oxidados mentales, revelan una estructura de poder acabada, sin planificación y desesperada; los ancianos partidos ahora son vientres de alquiler que abortan candidatos; los medios de comunicación tradicionales convertidos en maquilas de noticias falsas con dedos y gargantas sin vergüenza ni ciencia; mientras Dogu, ya caminó la senda de la redención entre Coronas de Cristo, un imperio cae, nunca miró al pobre, ni le importó, entonces, hoy, el pobre no los mira a ellos ni les importa.
Reflexión
EL LIBERTADOR
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Tegucigalpa. Atrapados y sin salida en redes de noticias falsas (“fake news”, las llama el fabricante hondureño) y miedos infantiles han quedado los inmóviles tanques de pensamiento, simulando la alegoría de la “Cueva de Platón” y, en las imágenes del débil fuego cerebral, la confundieron con la realidad.- Demasiadas décadas entre amigos los volvió perezosos para actualizar el conocimiento, simple, se quedaron con la mentalidad de la caverna, incapaces de coquetear con la creatividad, desafiarse a sí mismos para nacer de nuevo siendo útiles al pueblo hondureño, eso es una invitación al “gim” de las ideas; quedaron varados como barco oxidado en las orillas del abismo, intelectualismo estéril, montuno y rentado, todos esos “analistas antinatura” muestran dureza a la naturaleza del cambio, las neuronas colapsaron hace mucho, han muerto los tanques de pensamiento y, con ellos, ha caído el sistema; en el último cortocircuito a gran escala, ellos mismos quemaron todos sus barcos, fundieron todos sus sensores, fue en 2009.
La tiranía de someter una población por siglos al hambre, donde la oposición siempre fue amiga del adversario ¡Ah!, buen matrimonio, un solo cuerpo con dos colores. Tiempos aquellos donde los jefes de las Fuerzas Armadas eran elegidos en la comodidad de una habitación lujosa de apellido Facussé o donde un gringo cualquiera decidía candidatos, aquel delicioso olor reposado en “Banana Republic” entrando por la mañana a través de los ventanales de los que han gobernado el país –indiferentes e indolentes—; juegos de enemigos imaginarios en publico y, en privado, “brother forever”, hermanos para siempre por siglos a la hora de repartirse el “robusto presupuesto” (como decía en Orlandia el perdido Omarcito de ASJ), las chambas en el gobierno y las cartas de libertad como pan en casa de pobre y, mientras tanto…, como en los cuentos de terror, una población que solo mira narconovelas, oye ese espantoso ruido de corridos norteños, narcorridos o reguetón y se mata con la camisa puesta de su equipo de fútbol, o se quitan la vida hasta por “si no es mía no es de otro”, dicen todos esos que se les privó la primaria y no se les dio hierro para el cerebro en el vientre de la madre.
La existencia de la mayoría de hondureños se diluye en la miseria integral, mental, física y sin espiritualidad (no es religión, que conste, hablamos de valores eternos) ¿Para qué la población debe escuchar la Ópera de Richard Wagner? ¿o leer el épico poema “El Cantar de Mio Cid”? ¿Para qué explicarle a los hondureños “Oda a la Alegría”, esa composición poética lírica escrita por Friedrich von Schiller? “No la necesitan esos tontos”, dicen los hijos de familias ricas que estudiaron en EEUU o Europa, mientras reservan los boletos para irse a disfrutar el concierto de gala al “Circuito de Broadway”, o simplemente “Broadway”, en New York.
Al hondureño, ese élite política y económica que lleva 200 años sobre el lomo de la sociedad hondureña, jamás le ha convenido que el pueblo se avive conociendo las proezas culturales y épicas históricas como Nación, que sepa que más allá de estas montañas hay alta cultura y otras culturas, artes, ciencias… bueno, aquí aclaremos, si ni siquiera los más adinerados en el país saben qué es eso de “música sacra clásica” o, en literatura “realismo ruso” , y aun peor, en algunas casas de gente con buenos modales y cierto acomodo, fanáticas del “Opus Dei”, es prohibido leer a Pablo Neruda, “Walt” Whitman, Federico García Lorca, Marx o Eduardo Galeano y una larga lista de mentes prodigiosas está censurada, ja,ja,ja ¡Increíble, pero cierto!; y, para la mayoría la realidad es otra, ahí lo único prohibido es el progreso material y el bienestar mental, la sentencia es trágica, desde el nacimiento hasta la muerte, el empobrecido está condenado a ser leña para el fuego de la industria, que enriquece al uno por ciento del total de los habitantes de Honduras (diez familias) y algunos se creen el cuento o la leyenda que son clase media.- Si le dan vuelta al término, sabrán que es un desprecio: “media clase”.
Dorados tiempos, donde los cardenales recibían 100 mil mensuales sin justificación del presupuesto nacional ni del cielo (mi lomo y el suyo), donde solo liberales y nacionalistas gobernaban, los gringos amos y señores sin objeción alguna y los dueños del patio peleando entre ellos como en el Kinder Garden (donde estudiaron juntos), con qué negocios se iban a quedar ¡Niños mal educados! ¡Después vividores vitalicios, viejos golpistas y psicópatas burlescos de cargarle sufrimiento al pueblo!
Así el sistema se ancló, dejó de pensar a través de sus analistas alquilados, no pensaron en un vivero de nuevos cuadros de pensamiento estratégico que pudieran responder a tiempos complicados y modernos, imposible asumir que un grupo de gente con hambre, una sociedad como la nuestra donde el hombre apenas cuenta con seis años de educación formal y las mujeres siete, no hay alta formación política, ni filosofía, nada de nada que nos de capacidad analítica como ciudadanía, lo que si abunda es la enfermedad, superstición y basura diaria en la prensa tradicional por casi un siglo, hace poco la “N grande” cumplió 91 años embruteciendo por valles, ríos y montañas, así estamos reventados como hondureños, el poder nos ha tenido como 4X0 en el minuto 90 del partido, ¿pudiera levantarse el pueblo, crear un partido político y alcanzar el poder?, así es querido lector, era imposible que naciera algo desde tan abajo, nuestros ancestros jamás lo imaginaron siquiera, aunque si hubo abuelos y bisabuelos rebeldes que en las familias los tomaban como “locos o insolentes o la oveja negra”. Pero contra todo pronóstico, y esto fue lo que sorprendió y aun no traga el poder tradicional, surgió un movimiento político que vino de la ciudadanía indignada, que se fue a la calle de manera espontánea, mucha gente murió, fue asesinada por el orden establecido, (y como dicen las oenegés) ese accidente de la historia se llama “Libre”, que nació de “la Resistencia”, y bien explicó la doctora Julieta Castellanos en algún momento sano: “Es un partido que aglutina muchos pensamientos distintos”.
Han pasados los años y después de tantas batallas el sistema no resistió, una iglesia que huele habitación vacía por mucho tiempo, como una casa donde ya la fe se fue y los demonios la asaltaron, por su cercanía y vinculación con tumbas blanqueadas, por santificar “baños de sangre”, una iglesia que pensó “Pobres siempre habrá”, mientras desayunaba salmón rosado en bandejas de plata y oro y comía almendras rellenas de turrón; medios de comunicación que alguna vez intentaron ejercer el Periodismo, terminaron limpiando sangre de sus páginas, pero no de sus manos, olvidaron los pilares de la profesión y se convirtieron en “machaqueros” y mercenarios del pensamiento; los viejos partidos políticos murieron por excesos de vicios, hasta llegar al límite de ser dirigidos por narcotraficantes y expresidiarios, lo primero que se derrumbó fue la moral del sistema y como dice Ozymandias… “Solo arena y polvo de las glorías que hubieron, hay”.
Intensas y largas campañas mediáticas para engañar los públicos, bien orquestadas con fondos sucios desde afuera y desde adentro, desinformación por medio de candidatos creados en partidos degradados a vientres de alquiler, otros hechos fuera del útero, de laboratorio gringo, inventos de movimientos sociales sin base social ni convocatoria, son algunos de los signos de esa desesperación, intentaron con unos primero y cuando no dieron los resultados, entonces crean red y otra red y así se han enredado en malas decisiones, errores no calculados y con la probabilidad de perder (otra vez) las elecciones, aunque salgan más violentos el resultado es el mismo: no los acompaña la población, por que la gente siempre fue vista como un objeto, una masa para alcanzar objetivos que nunca eran los de ella, útiles para pagar impuestos y morir en el intento, para poner su vida y ser migrantes que llenan bóvedas.
Deberían aprender el camino espinoso que tomó la jefa, ir por la senda de la redención y aceptar la verdad, las 17 organizaciones detrás de la Red no han podido lograr nada, ni separadas, ni juntas, es mejor planificar una buena estrategia para dentro de cuatro años, primero deberán hacer la limpia en la casa, para poder conquistar el Altar Q; formación y renovación de nuevos cuadros de opinión y no esos muchachos que los usan de pichingos y solo sirven para memes ¡Pucha! Una consultoría les está regalando este teclado. Queridos y queridas, deben entender que el mundo cambió, ni siquiera Estados Unidos pudo contener el movimiento económico y político, ustedes no pueden hacerlo en Honduras, aunque confundan desde las sombras.
Aquí les dejamos este juego de abalorios, para que sepan la realidad concreta y no boten recursos en falsa “sociedad civil”. Es antidialéctico, el hondureño jamás volverá a ser lo que fue y, desde ahí, deberán crear algo nuevo, repartan en la sociedad un poco del capital acumulado, cumplan aquella promesa a los pobres, en 1990 dijeron al pueblo que con el neoliberalismo habría “derrame de la economía”, aahhh ¡Mulas de largos! Sólo ustedes se hicieron estúpidamente multimillonarios con devaluación y perdón de impuestos, devuelvan algo pue’, y quizá brille al final del túnel, alguna oportunidad. Quizá. Avanti.
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