El canciller hondureño, Enrique Reina, ha lamentado que a base de noticias falsas, Estados Unidos ha invadido países u orquestado golpes de Estado y que, según inteligencia militar, tras las declaraciones de la embajadora Laura Dogu, se activó una amenaza de golpe de barracas al jefe de la milicia, Roosvelt Hernández y al secretario de Defensa, José Manuel Zelaya.
Según Reina, esta estrategia se ha convertido en una herramienta recurrente de presión, y ahora se manifiesta nuevamente con amenazas de otro golpe de Estado en el país, pues el objetivo sería “recuperar” al Ejército para llevar un ataque a Casa Presidencial.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. Luego la embajadora de Estados Unidos, Laura F. Dogu, advirtiera “estar preocupada” por la reunión entre funcionarios de Defensa Nacional con sus homólogos venezolanos, a quienes tildó de “narcotraficantes”, la inteligencia del Estado Mayor Conjunto advirtió un intento de “golpe de barracas”.
Lo anterior fue denunciado por el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional, Enrique Reina, quien advirtió que surgió a partir del reclamo de Dogu contra el jefe militar, Roosvelt Hernández y el secretario de Defensa, José Manuel Zelaya, quienes dialogaron con el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino.
Reina dijo que el “golpe de barracas”, está basado en esta declaración de la embajadora Dogu, “porque acusa al general Roosevelt Hernández, porque prácticamente lo ha inmiscuido de estar en narcotráfico con una persona de otro país y el ministro de defensa”.
Asimismo, el canciller señaló que las acusaciones emitidas por la embajadora son complejas y más en esta acusación teniendo el peso que tiene porque vienen de una representante diplomática.
Reina también reflexionó que no es la primera vez que EE.U. se basa en noticias falsas para sus objetivos geopolíticos, intervenir en otras naciones, tomando como ejemplo cuando se invadió Irak por supuestos informes donde “evidenciaban” que ese país tenía armas químicas.
Por otro lado, el periodista estadounidense, Benjamin Norton, citando el anuncio de la presidenta Xiomara Castro de suspender acuerdo de extradición, ha compartido un artículo elaborado por el investigador y politólogo de ese país, Jake Johnston, donde revela que en 2009 con el golpe de Estado a Manuel Zelaya, EE.UU. no solo patrocino ese asalto, sino que estaba más preocupado en cuidar su relación con militares golpistas que revertir el fatídico evento.
El articulo de Johnston fue publicado por el Centro de Investigación Económica y Política (CEPR, por sus siglas en inglés), donde se basa “en miles de páginas de documentos de inteligencia militar de Estados Unidos recién obtenidos y en entrevistas con funcionarios hondureños y estadounidenses involucrados en la respuesta de Estados Unidos al golpe”.
La exposición revela:
- Un alto funcionario militar estadounidense se reunió con los golpistas hondureños tarde la noche antes del golpe, lo que indica que tenía conocimiento previo de lo que estaba por venir;
- Aunque el embajador de Estados Unidos intervino para detener un intento de golpe de Estado anterior, la advertencia de un asesor militar hondureño la noche anterior al golpe fue recibida con indiferencia;
- Varias fuentes registradas respaldan las acusaciones de un denunciante de la universidad de entrenamiento militar insignia de SOUTHCOM de que un general retirado proporcionó asistencia después del hecho a líderes militares hondureños que presionaban en defensa del golpe;
- El entrenamiento estadounidense de líderes militares hondureños y las relaciones personales forjadas durante la Guerra Fría probablemente envalentonaron a los militares hondureños a derrocar a Zelaya y ayudaron a asegurar el éxito del golpe;
- Los actores militares estadounidenses estaban motivados por una preocupación obsesiva por la influencia percibida del presidente venezolano Hugo Chávez en la región, más que sólo por los acontecimientos en Honduras.
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