Bajen el precio de los alimentos o “habrá problemas”, sentenció a los empresarios del sector alimenticio el mandatario salvadoreño, Nayib Bukele, esto ante la necesidad de mejorar la economía de El Salvador.
Bukele precisó la necesidad de castigar delitos como la evasión de impuestos, sobornos y otros; mientras en Honduras, sectores conservadores se han opuesto a las políticas de equidad tributaria que propone el Gobierno de Xiomara Castro.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, advirtió a los empresarios del sector alimenticio que deben reducir los precios de la canasta básica y otros productos, y que de no acatar la orden, procederá a intervenir el sector al que catalogó de ser un “cartel oligopólico”.
«A todos los importadores, mayoristas, distribuidores y comercializadores: bajen los precios de la comida o habrá problemas», puntualizó el mandatario. Además, les advirtió que: “Actividades como la formación de cárteles, la evasión de impuestos, el soborno y el contrabando son delitos que deben ser castigados, ya que distorsionan el funcionamiento del mercado».
Bukele puntualizó en su lucha contra el crimen organizado, que a pesar de las críticas de la comunidad internacional, pasó de tener el país con mayor inseguridad a la nación más segura “todo el hemisferio occidental”; sin embargo, se le ha exigido un mayor énfasis en sanar la economía salvadoreña.
“Ahora que, para sanar nuestra economía y salir de la pobreza, hemos decidido ir contra los cárteles oligopólicos y las mafias, vuelven a surgir los ataques y las condenas… Sería muy tonto de nuestra parte no volver a intentar nuestra propia receta, que responde a nuestra propia realidad […] La última vez que lo hicimos, logramos un milagro que nadie habría imaginado posible […] lo lograremos de nuevo”, sentenció.
Honduras prohíbe explícitamente en la Constitución de la República la conformación de monopolios, oligopolios y los acaparamientos. Además, posee una de las políticas de incentivos fiscales más amplia de Centroamérica, pero que no se ha podido traducir en empleos y desarrollo del país. Por ello, el Gobierno de Xiomara Castro expresó su idea de reformar la equidad tributaria, encontrando una amplia oposición de los sectores empresariales y conservadores.
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