El titular de la Secretaría de Energía Eléctrica (SEN), Erick Tejada, ha reaccionado al informe donde la ASJ cuestionó que ENEE pierde anualmente 14 mil millones de lempiras, señalando que de fondo el malestar del ente civil es que el Gobierno no dará marcha atrás con las reformas que han botado negocios a sectores que aspiraban a privatizar completamente el bien público.
“La embajada (de Estados Unidos) se opuso rotundamente a la ley (de reforma energética) y vemos que eso está alineado con los objetivos de ASJ”, dijo el funcionario.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. El secretario de Energía Eléctrica (SEN), Erick Tejada, ha reaccionado con desacuerdo al informe que recientemente publicó la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), donde cuestiona que las adendas energéticas deben ser aprobadas por el Congreso Nacional (CN) y que la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) está perdiendo anualmente 14,000 millones de lempiras.
El funcionario dijo que, en caso de aprobarse las 18 adendas en los contratos de energía tal y como las envía la ENEE, la estatal estaría ahorrándose 2,295 millones de lempiras anualmente y, unos 30 mil millones de lempiras por la vigencia total de esos acuerdos, generando así una rebaja significativa en el precio de compra de energía.
Sin embargo, el asesor en materia energética de ASJ, Kevin Rodríguez, afirmó que los contratos son “un espejismo” y una “nube de humo”, pues las rebajas en tarifas serían mínimas poniendo en duda las adendas, incluido el contrato con Brassavola que lleva más de una década vigente y sin entrar en operaciones.
“Hay una serie de dudas, una ley que ellos mismos (Gobierno) aprobaron que en 60 días tenían que renovar los contratos para poder producir la tarifa, hemos visto en la práctica que la ENEE se tardó 22 meses y las rebajas que ellos arguyendo no se compara con lo que la ENEE está perdiendo al año, 14 mil millones de lempiras”, dijo Rodríguez.
En ese sentido, Tejada respondió que el 87 por ciento del presupuesto asignado a la ENEE está destinado a la compra de energía y consideró que el interés real de ASJ es sabotear la Ley Especial de Energía –aprobada en mayo 2022– y que, entre otras cosas, garantiza que los 90 mil millones de lempiras en activos de la empresa, permanezcan bajo control público.
El funcionario recordó que una de las primeras entidades en mostrar inconformidad con la ley, fue la embajada de Estados Unidos, “y vemos que eso está alineado con los objetivos de ASJ y esa misma línea ha sido en el CNA (Consejo Nacional Anticorrupción), utilizan y pagan medios de comunicación, expertos que se revisten de falsa neutralidad y de la máscara de sociedad civil”.
Y agregó: “Son tanques políticos pagados y financiados por estos sectores oscuros, que lo que quieren es mantener un mercado cautivo y que cada mega que entra a este país, sean ellos quienes lo suministren”.
Además criticó que la bancada del Partido Nacional, es un tercer actor –junto a la embajada de EE.UU. y élite económica– en el sabotaje a los proyectos de energía porque se rehúsa a que haya “cambios estructurales en este país y que se le traslade un beneficio al pueblo hondureño con la renegociación de contratos (de energía) y más bien están obstruyendo”.
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