El sociólogo, Armando Orellana, destaca que el Foro de Sao Paulo, abre las puertas de Honduras en el ámbito internacional y que este reconocimiento, de ser sede, permitirá el acercamiento del país a espacios de carácter político y también de índole económico.
Para el sociólogo, es normal la reacción “brusca” de la derecha hondureña y es que, a su criterio, desde 2009 solo han gestado represión, violencia y miseria contra el hondureño para salvaguardar sus intereses, pero 15 años después del golpe de Estado –que será un eje de discusión–, hay una nueva corriente que podría significar un cambio para Honduras.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. Para conmemorar los 15 años del golpe de Estado contra el presidente hondureño, Manuel Zelaya (2006-2009), la mandataria hondureña, Xiomara Castro, invitó a diversas fuerzas políticas de América Latina, incluidos 16 jefes de Estado, a desarrollar el Foro de Sao Pablo en la capital del país los días 27 y 28 de junio.
El foro plantea celebrar diversas actividades, como un taller impartido por la Universidad Internacional de Comunicaciones, una asamblea sobre la integración latinoamericana y procesos de cooperación entre los Estados y reuniones específicas centradas en temas de juventud y mujeres.
Al respecto, el vicecanciller de la Republica, Gerardo Torres, destacó que el evento es importante para conmemorar los 15 años de lucha que ha logrado importantes victorias para el país, y por ello, la presidenta hondureña ha tomado a bien celebrar con una cumbre internacional que han sido determinantes en la lucha geopolítica de América Latina.
Sobre este tema, el sociólogo, Armando Orellana, comenta a EL LIBERTADOR que el foro representa un momento histórico para Honduras y que permite al país, destacar geopolíticamente, ya que será una oportunidad que abrirá puertas a debates sobre los movimientos progresistas de América Latina, así como la condena a los golpes de Estado, que en 2009 fue apéndice de miseria que aun afrontan hondureños.
“Esa agresión contra el pueblo hondureño no puede quedar impune, los ejecutores materiales, cómplices y autores intelectuales siguen en la impunidad, este foro abre las puertas a Honduras y la convierte en el centro de atención a nivel internacional, lo que genera expectativas para que Honduras sea tomada en cuenta no solo en foros políticos sino también económicos”, puntualiza Orellana.
Para el analista, la reacción de la derecha –que ha catalogado el evento como algo negativo para el país– es normal ya que los proyectos políticos alternativos en América Latina están cambiando siglos de estatus quo que ha reprimido a la región, tanto económica como socialmente, a través de un mundo unipolar dominado por clases imperialistas.
“El Banco de América Latina (CAF) está siendo una alternativa de financiamiento al desarrollo de estos pueblos, así como el grupo del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudafrica), el cual generan mucha expectativa con estos proyectos alternativos y desde el Foro de Sao Paulo puede también plantearse o coordinarse algunas estrategias de apoyo que podrían beneficiar a la larga al pueblo [hondureño]”, expone Orellana.
El sociólogo critica las percepciones conservadoras que ven este evento como una amenaza “comunista”, siendo enfático que estas son estrategias mediáticas “producto de la desesperación por descarrilar el proyecto político en Honduras” que dirige Xiomara Castro.
“El miedo de la derecha es que el pueblo despierte del adormecimiento en el que lo han mantenido los medios [de comunicación tradicionales]. Temen que el pueblo tenga mayores luces para entender las dinámicas de la geopolítica y la dominación a nivel continental y que avance en su proceso emancipatorio”, concluye.
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