En el exterminio de perfiles que eran potenciales amenazas como testigos contra el exgobernante Juan Hernández y sus socios, hay abogados, familiares y cercanos de grupos criminales, excapos y operadores de justicia, todos han sido ejecutados por la red que actuaba desde la Presidencia de la República, para conspirar contra la justicia de Estados Unidos que ahora lo juzga; los casos aquí expuestos, ratifican el invariable guion criminal con que actuaron los regentes del Estado de los hondureños desde 2010.
Y, es que, desde el cierre del juicio de “Tony” Hernández, el 19 de octubre de 2019, la red criminal que gobernó el destino del país, actuó a través de su influencia en el bajo mundo para ejecutar a once personas de manera fría y calculada; a esta lista mortal se suma el caso de la extinta fiscal Sherill Yubissa Hernández, asesinada en junio 2018, según datos oficiales por su investigación de la red de tráfico de droga entre “Chande” Ardón y “Tony” Hernández.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. El arresto, el juicio y la condena por narcotráfico de Juan Antonio “Tony” Hernández, confirmó el peor de los escenarios para una sociedad como la hondureña, el país fue secuestrado por una red criminal de políticos, empresarios, policías y militares, que son ahora juzgados –aunque aún no mencionados– en las audiencias de Juan Orlando Hernández (JOH), cuyas ejecutorias que emergen en New York constatan cómo elevó el país a categoría de narco-Estado.
El juez Kevin Castel, declaró a “Tony” Hernández culpable por tráfico de drogas, soborno, posesión ilegal de armas y declaraciones falsas a un funcionario estadounidense el 19 de octubre de 2019 y, aunque no fue sentenciado hasta marzo 2021 cuando se le dictó cadena perpetua más 30 años, la red que lidera la narcopolítica hondureña tomó acción inmediata para silenciar a personas de interés que, seguramente estarían ahora hundiendo mucho más al “narco a gran escala” que fue presidente 2014-2022 o bien, para enviar un mensaje a posibles testigos.
El primer movimiento de este sistema criminal, fue ejecutar a Nery Orlando López o Magdaleno Meza, quien fue reconocido en investigaciones de la Fiscalía del Distrito Sur de New York como dueño de las “narcolibretas” que fueron prueba clave para condenar a “Tony”; la información también era de conocimiento del Ministerio Público de Honduras y se usó de forma irresponsable para exponer la vida de quien fuera socio del grupo criminal de los Valle.
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En los cuadernos de Magdaleno, se encontró las iniciales “TH” y “JOH”, clara referencia de “Tony” y Juan Orlando Hernández; y siete días después que el hermano del exgobernante fuera declarado culpable, es decir, el 26 de octubre 2019, el excapo era asesinado en la cárcel de máxima seguridad de Ilama, Santa Bárbara, mejor conocida como “El Pozo”. Tras esta ejecución llegaron otras once.
Doce días después, el 7 de noviembre de 2019, fue liquidada la segunda víctima ligada a los Valle, el ciudadano colombiano Javid David Soler Muñoz, veterinario de profesión que residía en Honduras (en Olancho) desde hace varios años y trabajaba en fincas de la familia Valle en Copán; su cuerpo fue encontrado en una quebrada conocida como “El Paso” en municipio La Jigua, Copán; pobladores alertaron a la policía sobre el cadáver boca abajo, solo vestía pantalón y zapatos, dejando un indicio que fue asesinado por inmersión (asfixia).
Esa misma fecha –7 de noviembre 2019–, agentes policiales encontraron los restos de Jairo Naín Rodríguez Dubón, quien fuera yerno de uno de los hermanos Valle Valle; según reporte oficial, el occiso fue hallado en el Río Ulúa en San Pedro Sula, con signos de tortura y atado de manos. El informe forense reveló que perdió la vida por asfixia.
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Es de recalcar que los hermanos Valle Valle –Miguel Arnulfo, Luis Alfonso y José Reynerio–, fueron una banda rival para los Hernández y, según lo ha revelado el excapo Alexander “Chande” Ardón, éstos fueron arrestados por orden de Juan Orlando para sacarlos del camino. Aun así, la violencia contra sus allegados no cesó, pues, el 18 de noviembre 2019, sicarios ejecutaron a Josué David Cáceres Aguilar, hijo no reconocido de Miguel Arnulfo.
El crimen, suscitó en el barrio El Alto del municipio de Florida, Copán; según el reporte Cáceres Aguilar recibió múltiples disparos hasta que su humanidad cedió y cayó boca abajo, con su rostro completamente desfigurado por las detonaciones; siendo éste el tercer crimen a cercanos de los Valle.
Otro de los asesinatos de alto impacto aconteció el 9 de diciembre de 2019, en esa fecha se reportó la ejecución del abogado José Luis Pinto en La Entrada, Copán; el togado era parte de la defensa de Magdaleno Meza; según el reporte, se encontraba en una cafetería cuando sicarios abrieron fuego a su humanidad. Extraoficialmente se conoció que también habría participado en la defensa de los Valle Valle.
Cuatro días después, el 13 de diciembre de 2019, trascendió el asesinato de Pedro Ildefonso Armas, que hasta su ejecución fungía como director de la cárcel “El Pozo” donde asesinaron a Magdaleno Meza; es de recordar que el crimen contra el dueño de las “narcolibretas”, ocurrió de forma insólita, ya que sus ejecutores utilizaron armas de fuego. El funcionario del Instituto Nacional Penitenciario, fue acribillado en su vehículo en la carretera panamericana al sur del país, a la altura de la aldea El Marillal, departamento de Choluteca.
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Otro de los “golpes” de alto impacto, fue la ejecución del abogado y amigo de “Tony” Hernández, Melvin Bonilla, acribillado el 4 de marzo 2021. El togado fue asesinado a inmediaciones de la colonia Alameda, mientras se conducía en su vehículo tipo Pick-Up con placas HAV 6216; fue interceptado por sicarios mientras esperaba el cambio de luz en el semáforo, dispararon en al menos seis ocasiones impactando en su humanidad.
Bonilla, fue un abogado y notario privado que se especializó en Derecho Penal, razón por la cual fue funcionario judicial y luego en el campo privado llevaba casos emblemáticos y de personalidades políticas, entre ellos representar al exdiputado nacionalista y amigo cercano. Su muerte trascendió a pocas horas que fiscales de Estados Unidos utilizaran fotos de Juan Hernández con capos de la droga en el juicio del narco Geovanny Fuentes Ramírez.
El 9 de octubre de 2020, en la 33 Calle, sector sureste de San Pedro Sula, fue acribillada la abogada Connie Gabriela Montero Aguilar, quien ejercía funciones de secretaria adjunta en la Sala Tercera del Tribunal de Sentencia de esa ciudad. Si bien su caso es de alto impacto, ha pasado inadvertido con relación a las ejecuciones ligadas al narcotráfico; sin embargo, una fuente de entero crédito ha dicho a este periódico que antes de trabajar en el Poder Judicial, la profesional del derecho fue parte del bufete del abogado José Luís Pinto (asesinado en diciembre 2019).
El 5 de febrero 2022, continuaron los asesinatos, está vez contra miembros de los Valle Valle, cuando se ejecutó al menor Reynerio José Valle (15) y un amigo, en el barrio El Dorado, municipio de La Entrada, Copán; la víctima era vástago de José Reynerio Valle Valle –aun preso en Estados Unidos, condenado por lavado de activos–; el otro joven ejecutado, es Keyner Steven Romero (18).
La ejecución más reciente es la de Erika Julissa Bandy, viuda de Magdaleno Meza, masacrada el 22 de junio de 2023 en el interior de una panadería en el barrio Río Piedra en la parte alta de San Pedro Sula, junto a sus guardaespaldas Andrés Evelio Hernández Ramos y Jesús Andrés Gámez.
Bandy, salió de prisión en 2022 y, a través de su abogado Carlos Chajtur –que también representó a Magdaleno– alertó que su vida corría peligro. El togado, dijo a EL LIBERTADOR en fecha reciente, que desconocía si la fémina contaba con información sobre la narcopolítica hondureña. El asesinato, abre esa ventana.
En este exterminio de perfiles de interés para el crimen, está el suceso de la agente fiscal, Sherill Yubissa Hernández Mancía, a quien mataron el 11 de junio de 2018, meses antes del arresto de “Tony” Hernández (23 de noviembre 2018). Durante meses, el Ministerio Público intentó hacer pasar la muerte como un suicidio, cuyas causas, dijeron las autoridades fiscales, fueron problemas económicos y amorosos.
La investigación forense desmintió esas versiones y certificó que a Hernández Mancía la habían matado. Un informe de inteligencia policial, divulgado por Infobae, revela que los principales sospechosos de ser autores intelectuales de este crimen son el exalcalde narco Alexander Ardón y Juan Antonio “Tony” Hernández.
EXTERMINIO DE PERFILES PARA PROTEGER NARCODICTADURA
(Nombre y fecha de asesinato)
1) Sherill Yubissa Hernández Mancía……………..11 jun. 2018
2) Nery Orlando López o Magdaleno Meza……….26 oct. 2019
3) Javid David Soler Muñoz…………………………7 nov. 2019
4) Jairo Naín Rodríguez Dubón…………………….7 nov. 2019
5) Josué David Cáceres Aguilar……………………18 nov. 2019
6) José Luis Pinto…………………………………….9 dic. 2019
7) Pedro Ildefonso Armas…………………………..13 dic. 2019
8) Connie Gabriela Montero Aguilar………………9 oct. 2020
9) Melvin Bonilla………………………………………4 mar. 2021
10) Reynerio José Valle………………………………5 feb. 2022
11) Keyner Steven Romero…………………………..5 feb. 2022
12) Erika Julissa Bandy………………………………22 jun. 2023
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