El abogado e ilustre analista político, Raúl Pineda, ha compartido que, según informes que le han llegado de personas vinculadas a entes de investigación de Estados Unidos, el exgobernante hondureño, Juan Orlando Hernández (JOH), captó una fortuna de al menos 3,000 millones de lempiras; no obstante, la Fiscalía hondureña no da más cuentas sobre aseguramientos de bienes.
El camino a la presunta fortuna de JOH, recogida en diversas investigaciones exponen, cómo desde la política, otorgando contratos jugosos a sus empresas y hasta la narcoactividad, fueron la principal fuente de su fortuna.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. El exmandatario de Honduras, Juan Orlando Hernández, está a días de conocer cuál será su destino, si bien, jurídicamente hablando, aún puede presumir su inocencia, diferentes abogados penalistas consultados por EL LIBERTADOR pronostican una larga condena para el acusado de ser un “narcotraficante a gran escala”.
Según la investigación en conjunto entre la Administración de Control de Drogas (DEA, por su sigla en inglés) y la Fiscalía del Distrito Sur de New York, en 2005 se registró el primer movimiento delictivo del exmandatario, que logró levantar su carrera política con dinero que le proporcionó el narcotraficante Víctor Hugo Díaz Morales, alias “el rojo”, a cambio de favores para el tráfico de drogas.
Desde entonces –según la investigación– Hernández no dejó de crecer, tanto en el bajo mundo como en su carrera política, donde llegó a tener los puestos más altos en dos de los tres poderes del Estado, siendo presidente del Congreso Nacional (2010-2014) y presidente de Honduras dos veces (2014-2018 y 2018-2022), ambas registradas con fraudes electorales y una reelección ilegal.
También su fortuna sufrió de ensanchamientos considerables, recientemente el abogado y analista Raúl Pineda, declaró que autoridades norteamericanas le confirmaron que la fortuna de JOH ascendió a los tres mil millones de lempiras (unos 121 millones de dólares aproximadamente al cambio actual).
Diferentes investigaciones, realizadas –mayormente– luego de su extradición, detallan como JOH y su esposa, Ana García, fueron registrando diversos bienes, totalizando aproximadamente 120 propiedades, junto con alrededor de once empresas y una inversión empresarial de siete millones de lempiras.
Por ejemplo, JOH junto a sus hermanos, Hilda (fallecida en 2017) y Antonio “Tony” Hernández –este último condenado a cadena perpetua por narcotráfico– registraron la empresa “Inveseriones Ducal Hernández Alvarado”, una entidad encargada de proyectos inmobiliarios y turísticos.
En cuanto a proyectos habitacionales, sólo en la capital del país, la investigación detalla la adquisición de al menos cinco viviendas, con un total de 679 mil dólares, traducidos en más de 16 millones de lempiras al cambio actual; sin embargo, la adquisición de bienes se extiende a otros departamentos del país, pero bajo la figura del testaferro, con nombres cercanos al matrimonio Hernández-García y familiares de estos.
La exprimera dama, Ana García, también registra bienes como lotes de terrenos en el departamento de Olancho.
El matrimonio también se introdujo al rubro empresarial, en 1991 fundaron Servicios de Seguridad Lempira (Sersel), entidad que fue muy beneficiada durante el paso de JOH como funcionario, con alrededor de 38 contratos por aproximadamente 390 millones de lempiras, según se detalla en el portal Honducompras.
En 2010 tuvo su génesis Inversiones del Río, otro proyecto de JOH pero en compañía de su círculo íntimo, con Tony como socio principal, Ana en la gerencia y en sociedad con Hilda; esta entidad adquirió varias propiedades, por ejemplo, una finca valorada en 11 millones de lempiras, en Olancho. Otra empresa que creó esta sociedad fue Villa Verde.
En 2019, salió a luz una ostentosa propiedad adquirida en Miami, Estados Unidos, por la exprimera dama, con un valor que ronda los 805 mil dólares, más 140 mil dólares en gastos de mantenimiento, impuestos y otros. El bien inmueble, que en moneda hondureña ronda los 23 millones de lempiras. Debido a la presión mediática de la opulenta vivienda, García vendió la propiedad.
El Ministerio Público incautó, luego de la extradición, 33 bienes inmuebles, 8 sociedades mercantiles, 16 vehículos y algunas cuentas bancarias, sin embargo, en publicaciones de EL LIBERTADOR, esto solo representa un 30 por ciento del patrimonio total del exmandatario.
Al momento, ni el MP o la Fiscalía del Distrito Sur, han requerido más bienes del exmandatario, a criterio de analistas abordados por este medio, las autoridades hondureñas deben empezar a crear líneas de investigación al exmandatario, su familia y círculo cercano, ya que sin una acusación oficial, no se puede incautar más de la fortuna recogida a coste del sufrimiento del pueblo hondureño.
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