Psicólogos y psiquiatras abordados por EL LIBERTADOR, coinciden en que la cobertura y abordaje de la salud mental en Honduras, sigue en el abandono, y no ayuda la grave escasez de personal especializado para romper estigmas, sobre todo, para auxiliar a los hombres que representan el 80 por ciento de los casos de suicidio en últimos 15 años, en total en ese período, 4,427 hombres y 1,435 mujeres.
“A los varones, culturalmente, se les enseña que ellos mismos deben aprender a resolver sus problemas y que no pueden, ni deben, externar lo que están sintiendo. Esto ocasiona que empleen soluciones riesgosas que los orilla a terminar con su vida”, explica la especialista en conducta humana, Ana Gabriela García Fernández, asesora de la Unidad de Psicología del Consejo Ciudadano de la Ciudad de México.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. Está demostrado en la práctica, en Honduras y en todos los países del mundo, los hombres se suicidan más que las mujeres.- A pesar que las mujeres son quienes más presentan conductas suicidas, son los hombres los que más terminan en suicidio. La estadística mundial indica que por cada cuatro hombres que con su propia mano terminan con su existencia, una mujer hace lo mismo.
Cifras confirmadas por EL LIBERTADOR, establecen que en los últimos 15 años, 2008-2022, el país registró un total de 5,862 suicidios, de éstos, 4,427 varones y 1,435 mujeres. El tema es delicado, reafirman los expertos, pero al mismo tiempo un tabú incómodo y descuidado a pesar de su persistencia, se relega a segundo plano en conversaciones diarias, incluso, dentro de las familias, donde muchas veces sólo tienen en mente al proveedor de dinero, pero ignoran al hombre como humano.
El impacto del suicidio masculino no puede subestimarse, ya que atraviesa edades, géneros y orígenes, erigiéndose como una preocupante causa de mortalidad en el país, un fenómeno complejo que no tiene una única raíz; se nutre de una amalgama de factores como la presión social, el aislamiento, las dificultades económicas y la estigmatización de las enfermedades mentales, sobre todo, la falta de instituciones para cuidado mental, parte de la realidad hondureña.
Al respecto, el psicólogo Samuel Montesinos, explica que el creciente número de suicidios en el país es un fenómeno que está afectando a todas las edades, ya que no se está logrando controlar la sintomatología. El experto indica que hay señales de alerta que se deben vigilar para salvar vidas, por ejemplo: identificar los cambios conductuales drásticos, el aislamiento voluntario para evitar interacciones sociales y patrones persistentes de ira.
En todo el planeta, cada 40 segundos una persona pone fin a su vida.- Y, en particular, “a los varones, culturalmente, se les enseña que ellos mismos deben aprender a resolver sus problemas y que no pueden, ni deben, externar lo que están sintiendo. Esto ocasiona que empleen soluciones riesgosas que los orillan a terminar con su vida”, subraya Ana Gabriela García Fernández, asesora de la Unidad de Psicología del Consejo Ciudadano de la Ciudad de México.
En los estudios del suicidio masculino en México, se ha detectado que los hombres de entre 30 y 45 años los vulnera mucho emocionalmente terminar con su pareja y esto puede ser un motivo para quitarse la vida. También cuando se les diagnostica alguna enfermedad.
En el caso de las mujeres, no tiene que ver con una separación afectiva, sino a la salud, por ejemplo, con el diagnóstico de enfermedades como la depresión o situaciones como la violación, el abuso o la violencia familiar.
“El suicidio es una de las formas de morir en la que un individuo, utilizando un determinado método se autoagrede y por lo tanto es un acto consciente de autoaniquilación en el que la persona percibe esta opción como la mejor solución”, dice Gabriela García. Y aporta un dato adicional en torno al suicidio, es la segunda causa de muerte entre los adolescentes, la primera son los accidentes.
– ETAPAS DEL SUICIDIO:
* Ideas de muerte (me quiero morir).
* Deseo suicida (los demás van a estar mejor sin mí).
* Ideas suicidas (la única solución es matarme).
* Expresión suicida (ya no puedo estar con este dolor).
* Amenaza suicida (si todo sigue igual, me mato).
* Plan suicida (dónde, cuándo y cómo hacerlo).
* Gesto suicida (autolesiones con intención suicida o intento fallido de quitarte la vida).
* Suicidio (la persona muere).
– FACTORES DE RIESGO
No todas las personas llegan a esta situación. Sin embargo, los factores de riesgo son:
* Violencia familiar.
* Abuso sexual.
* Depresión.
* Ansiedad.
* Consumo/abuso de sustancias psicoactivas.
* Acoso escolar.
* Duelo.
* Enfermedades terminales.
* Series de televisión en las que aparecen suicidios ficticios/retos en internet.
* Familiares con antecedentes de suicidio.
* Cambios de conducta en el estado de ánimo.
* Lanzar indirectas o amenazas directas por suicidarse.
* Se queja de ser mala persona o de sentirse insoportable.
* Tiene un bajo nivel de autoestima: rechazo a los elogios o los premios.
* Entrega las pertenencias más preciadas a otros.
* Presenta inquietud persistente por buscar, tener y compartir música, reflexiones personas, imágenes o comunidades virtuales alusivas a la muerte o a la idea del suicidio.
* Presencia de notas suicidas de agradecimiento, despedida, disculpas y enojo.
– CÓMO AYUDAR A UNA PERSONA EN RIESGO:
* Tomar en serio lo que está diciendo.
* Escuchar con genuino interés y tratar con respeto.
* Explicar que hay alternativas disponibles.
* No prometer confidencialidad. Buscar ayuda entre familiares y personas allegadas o significativas.
* Adoptar medidas prácticas: retire o controle todos los elementos que pueden suponer un riesgo.
* Procurar que la persona afectada permanezca acompañada.
* Acercarse con un profesional en psicología o un especialista en el tema.
* La prevención más eficaz es la identificación y tratamientos tempranos.
* Las emociones y los sentimientos nos envían señales constantes que no siempre escuchamos.
Si reconoce estas señales en Usted o en alguien más, ayude rápido y busque ayuda profesional.
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