Antes las críticas de grupos en oposición a la administración del actual Congreso Nacional, por más de 40 días sin sesionar ante falta de consensos para elección del Fiscal General y Adjunto, el presidente Luis Redondo ha sido puntual contra los que critican las medidas que ha tomado hasta hoy: “Es porque tienen un objetivo oculto que consiste en que continúe la corrupción e impunidad”.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. El presidente del Congreso Nacional, Luis Redondo, ha dicho este día que no va a ceder ante la presión de los grupos en oposición a su administración y declaró que los que piden que se reanude las sesiones en el Congreso es porque “se encuentran directa o indirectamente vinculados a la corrupción, narcotráfico, crimen organizado, desfalco del Estado, fraudes electorales, golpes de Estado, etc.”.
El número uno en el Legislativo, afirmó que si siguieran la misma línea de la administración de Mauricio Oliva, presidente en el Congreso durante los periodos 2014-2022, todo se aprobaría fácil, pero que no “deshonrara” a la sociedad hondureña aliándose con corruptos, narcotraficantes ni con cobardes.
El presidente de los legisladores destacó una serie de acciones emprendidas en la actual administración en el Congreso, entre otras, derogación de la Ley de Secretos, aprobación de un decreto para transferir expedientes del Tribunal Superior de Cuentas al Ministerio Público, derogación y reforma de decretos que protegían actividades como la receptación y el lavado de activos y eliminación del pacto de impunidad que malversó fondos públicos a través de oenegés no transparentes.
Además, se otorgaron facultades a la Unidad Fiscal Especial Contra la Corrupción y la Impunidad (UFERCO) para tomar acciones directas y mencionó la derogación de la ley orgánica de las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (Zedes), con la que se pretendía “construir paraísos de corrupción, impunidad y narcotráfico”.
Redondo –fuertemente criticado desde que tomó posesión en el cargo mediante campaña de conspiración arengada por alianzas de golpistas y del exgobernante Juan Hernández— ratificó que no cederá a intereses de grupos obscuros y que su gobierno está comprometido en trabajar en beneficio del país y el pueblo hondureño, en contraposición a intereses económicos y políticos maliciosos.
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