El conflicto palestino-israelí vive su mayor escalada en décadas luego que la resistencia palestina de Hamás, lanzara una ofensiva desde la Franja de Gaza, la cual ha iniciado una serie de bombardeos cruzados que, de momento, ya ha cobrado la vida de al menos un millar de personas entre ambos bandos.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. “Estamos en guerra”, ha declarado el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, tras el sorpresivo ataque del grupo militante palestino Hamás, el cual fue ejecutado por tierra, mar y aire desde la Franja de Gaza.
Según reportes internacionales, al menos 600 israelíes murieron durante los ataques, unas 2,000 personas resultaron heridas y se habla de otras 100 secuestradas, de acuerdo a la información entregada por el Gobierno israelí.
Ante los ataques de la resistencia palestina, Israel respondió con una ola de bombardeos aéreos contra Gaza, matando a más de 413 personas y dejando unos 2,300 heridos, según funcionarios palestinos.
Este cruce de fuego tiene su génesis hace casi un siglo y, en los últimos dos días ha entrado en un periodo de actividad nunca visto, donde potencias occidentales confirman su apoyo al bando israelí, acusando de terrorismo al grupo armado de Hamas.
Portales de noticias de Palestina han criticado que la comunidad internacional ha hecho caso omiso a los pedidos de auxilio del pueblo palestino, constantemente atacado por fuerzas de seguridad de Israel de forma indiscriminada.
Al respecto, la secretaria general de Amnistía Internacional, Agnès Callamard, lamentó los acontecimientos y muertes en el marco de los ataques entre ambos bandos; señaló también que deben hacer un esfuerzo posible “por evitar más derramamiento de sangre entre la población civil”.
“En virtud del derecho internacional humanitario, todas las partes en conflicto tienen la clara obligación de proteger la vida de las personas civiles atrapados en las hostilidades”, agregó.
Un informe de Amnistía Internacional, revela que desde 2007, Israel ha impuesto a la Franja de Gaza un bloqueo aéreo, terrestre y marítimo que castiga colectivamente a toda su población.
En junio pasado, la organización publicó su investigación sobre la ofensiva de mayo de 2023 contra la Franja de Gaza, en la que concluía que Israel había destruido ilegalmente viviendas palestinas, a menudo sin necesidad militar, en lo que equivale a una forma de castigo colectivo contra la población civil.
En su informe de febrero de 2022, Amnistía Internacional expuso cómo las fuerzas israelíes habían cometido en Gaza (así como en Cisjordania e Israel) actos prohibidos por el Estatuto de Roma y la Convención sobre el Apartheid, como parte de un ataque generalizado y sistemático contra la población civil con el objetivo de mantener un sistema de opresión y dominación sobre los palestinos, constituyendo así el crimen de lesa humanidad de apartheid.
Cabe señalar que, ayer domingo trascendió que el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, informó que le ordenó al grupo de ataque de los portaaviones Ford navegar hacia el Mediterráneo oriental para estar listo para ayudar a Israel tras el ataque de Hamas.
El Gerald R. Ford, el portaaviones más nuevo y avanzado de la Armada, y sus aproximadamente 5,000 marineros y su puente con cazas estarán acompañados por buques crucero y destructores, en una demostración de fuerza con el propósito de estar listos para cualquier eventualidad, incluida la posibilidad de interceptar armas destinadas a Hamas y trabajos de vigilancia.
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