“El mal envuelve a la Iglesia Católica”, observa la escritora hondureña y ferviente defensora de Cristo, Martha Alegría Reichmann al analizar cómo la corrupción del clero ha infestado la institución que protege a pederastas y saqueadores del erario, señalando que la feligresía hondureña ha sido engañada por el retirado cardenal, Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga.
En este artículo, la pensadora hondureña resalta que la iglesia hondureña no es ausente de delitos de abuso y violación de menores, y eso lo hace constar la S.A. McCarthy Crisis Magazine, quien ha hecho mención de los escándalos del Seminario de Tegucigalpa, orquestados por Juan José Pineda con “bendición” de Rodríguez.
Además, hace hincapié que la feligresía tenía alta expectativa con la llegada del nuevo Arzobispo José Vicente Nacher Tatai, pensando que éste haría una “limpieza en casa”, pero contrario, es fuerte el rumor que solo es un títere del retirado cardenal; “los rumores ya están en Roma”.
Martha Alegria Reichmann
EL LIBERTADOR
redaccion@ellibertador.hn
Roma 20 de julio, 2023
Recientemente una joven muchacha de nombre Analu Salazar, dio unas fuertes declaraciones el día en que murió el sacerdote Fernando Martínez a la edad de ochenta años, Legionario de Cristo; su violador.
“Además de haber violado a muchísimos niños y habiendo sido denunciado infinidad de veces, durante cincuenta años fue protegido otorgándole puestos de poder y últimamente el papa Francisco había ordenado que lo alojaran en su castillo, bien atendido y cuidado hasta que murió en total impunidad”, declaró. Repitiendo así lo mismo que ocurrió con el Padre Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo. Ambos prelados, violadores de niños, que cometieron un sin fin de abusos y perversiones interminables, denunciadas y evidenciadas a través de muchos años.
El papa Francisco a través de su pontificado, y desde antes que fuera papa, se ha dado a la tarea de proteger a sacerdotes violadores y no lo digo yo. Esto está documentado caso por caso, publicados con nombres y apellidos, algunos también evidenciados en mis artículos.
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El papa Francisco, por un lado habla con aparente convicción sobre el bien, pero por otro lado, trabaja con ahínco a favor del mal. ¿Qué es lo que cuenta en la vida de un ser humano, las palabras o las acciones?
Hoy en día, hay muchísima gente engañada y otros tantos confundidos pero para los que estamos mejor informados, las cosas están bien claras y no hay vuelta de hoja: El mal envuelve a la Iglesia Católica. «La Gran Ramera» del apocalipsis está en ebullición.
No puedo dejar de mencionar la protección que recibió y sigue recibiendo el cardenal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga. Cardenal retirado también en total impunidad por la Iglesia Católica, pero su castigo ha sido el total rechazo y repudio nada menos que de los mismos hondureños, sus propios conciudadanos que no olvidan ni le perdonan la doble vida y la doble cara con que se mantuvo por tantos años manipulando y engañando a los feligreses. Hablando bonito y actuando feo. Digno ejemplo de los personajes que ya nos dice Nuestro Señor Jesucristo en su evangelio. San Mateo 23:3, haced, pues, y observad todo lo que os digan; pero no imitéis su conducta, porque dicen y no hacen.
Tampoco esto lo digo solo yo, todo está investigado y publicado con pruebas fehacientes que él nunca pudo desmentir. Solo pudo mentir para intentar defenderse. Pero con eso, solo se hundió más en el fango putrefacto por él creado.
Me consta que Rodríguez Maradiaga está acusado ante un Tribunal Eclesiástico en Roma por delitos cometidos. Fue citado por dicho tribunal en diciembre de 2022 pero él manifestó públicamente en una reunión del clero, en Tegucigalpa, que eso no le preocupaba porque ahí tenía amigos. O sea, que el papa lo salvaría.
Así es como este delincuente cardenal ha sobrevivido en los últimos años, nada menos que con la protección de otros como él.
No se asombren, ni se escandalicen porque los que nos hemos dado a la tarea de denunciar la “corrupción dentro de la Iglesia” somos los que actuamos a favor de la Iglesia de Cristo, la cual rechaza todo mal.
Existen católicos fríos, indiferentes, tibios, aletargados, que parece que no les duele la situación en que se encuentra nuestra Iglesia Católica sumida en la más absoluta depravación, comenzando por todos los curas homosexuales, inmorales y amparados por el papa Francisco en el propio Vaticano extendiéndose por todos los países católicos del mundo.
Tantas vidas arruinadas, tanto dolor, tanta indignación, tanto sufrimiento causado a tantos niños y niñas inocentes como Analu Salazar violada a los ocho años de edad por el cura Fernando Martínez.
En un artículo del pasado 8 de julio, publicado por S.A. McCarthy – Crisis Magazine, bajo el título de «La Infestación Homosexual de la Iglesia Católica», hace un aterrador reporte general sobre abusos sexuales cometidos por el clero. En el importantísimo y extenso artículo, se encuentra el siguiente párrafo: “Habría que recordar los escándalos del Seminario de Tegucigalpa y la convivencia en ello del reputado cardenal Maradiaga y su auxiliar Juan José Pineda en 2018, caso todavía no cerrado. (n. del t.)”
Los hondureños que han hecho uso del servilismo para quedar bien con el corrupto cardenal Maradiaga, han quedado muy mal con nuestro señor Jesucristo porque sencillamente, no se puede servir a dos amos a la vez. O estamos con Dios, o estamos con el diablo.
Si en el mundo se saben las fechorías de este cardenal, ¿cómo hay hondureños que no lo sepan? Claro que lo saben, pero se ponen al mismo nivel que Maradiaga al apoyar su deplorable conducta.
En redes sociales, ha girado un video donde Rodríguez Maradiaga cuestiona duramente al ex mandatario Juan Orlando Hernández por su alta corrupción. El propósito del vídeo es hacer ver el nivel de bajeza y la precaria calidad moral del eminentísimo cardenal por no haber cuestionado nunca al ex mandatario cuando estaba en plena acción y teniendo tanto poder, sino cuando comenzó a verlo caído y derrotado.
El vídeo también reproduce momentos en que Rodríguez ataca al ex mandatario por acumular dinero, cuando él hizo exactamente lo mismo aprovechándose de la Universidad Católica de Honduras y hasta robándole al mismísimo pueblo hondureño porque jamás fue capaz de dar cuentas de los famosos 30 millones de lempiras que recibió de la Tasa de Seguridad.
El pueblo ni olvida ni perdona a un cardenal cínico, mentiroso, prepotente y mañoso, juzgando a los otros mañosos siendo él, uno de ellos. Siempre este eminentísimo cardenal figura en los videos, memes y caricaturas de ese grupo de los hondureños más corruptos del país.
Muchísimas expectativas existían entre los feligreses hondureños con la llegada del nuevo Arzobispo José Vicente Nacher Tatai, recibido con aplausos y grandes esperanzas de que hiciera limpieza en casa, pero cada vez son más los rumores de que es un títere más de Rodríguez Maradiaga ante las evidencias de que todo sigue igual, y es que los rumores ya están en Roma porque precisamente hace dos días me preguntó un periodista italiano si era cierto que el nuevo arzobispo estaba haciendo poco, o nada.
Ya le hubiera pedido al eminentísimo antecesor que transfiera a la Arquidiócesis todo el capital acumulado en cuentas en Alemania y en Panamá donde tiene sus millones en su “Fundación Monticello”, su fundación personal, así como personal fue el cheque mensual de un millón de lempiras que recibió por décadas de la Universidad Católica Reina de la Paz, dinero que le ha servido y le seguirá sirviendo, al eminentísimo, para mantener callada a infinidad de personas que le saben los más oscuros secretos, pero su dinero jamás le servirá para salvar su alma.
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