¿Para qué existe una costosa justicia que no sirve al hondureño? Sumisa y dominada, 15 personajes sombríos de acciones borrosas. Somos el primer país del continente americano con un gobernante extraditado y en proceso por narcotráfico y demás pecados, esa es la marca país que nos dejaron los cachurecos y sus aliados; aquí, ni un simulacro de investigación. Del Ministerio Publico, ni la tinta vale el desgaste, su autoridad es vergüenza mundial, tan famosa como el mundial de Catar.
El limitado de espíritu presume que el poder lo puede guardar en su hacienda y cuando la realidad golpea es muy tarde y el ultimo ruido que escucha son las cadenas en las manos y pies.- Algún imprudente chilló que el criminal es “inteligente” por sus abusos impunes, obviando que el “Buen Vivir” es más sabio que “Vivir Mejor”.- JOH, es buen ejemplo del destino de aquellos que siguen creyendo que son largos y malos, siendo pendejos y cobardes.
Reflexión
EL LIBERTADOR
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Tegucigalpa. ¿Qué siente un hombre que el poder se le ha escurrido entre los dedos, como agüita de río? Un ser del que decían “controla los tres poderes en una sola mano”, pero hoy… es incapaz de ordenar siquiera su propio andar, “Væ victis”.- Un ser espectral arrastra pesadamente los pasos por el enorme salón, la mirada sombría es un eterno castigo, no está ahí, en la humillante Gran Manzana, pero se siente la presión de “ley de la naturaleza’ más que ‘autoridad humana’”, la diosa preolímpica Temis y sobre el estrado, el hombre imponente juez Castel, que levantará la espada y dictará la dura sentencia al imputado “made in Honduras”, sin parpadear y con la firmeza del acero.
El presunto criminal, lleva hasta este sábado, 213 atardeceres y anocheceres frente a la blanca y silenciosa pared, es lo primero que ve al despertar y lo último a la hora que le ordenan dormir, no entiende el idioma de sus compañeras en crimen, los alimentos no tienen gusto (y aunque tuvieran), todo sabe amargo, la vida en prisión destruye el cuerpo y el alma, esa segunda que, en libertad, nunca importó manchar. Camina frente al estrado, cansado, envejecido, el pelo ha perdido el tinte negro brillante de aquellos eventos en la parada Marte, sin estilista oficial, todo se ha vuelto blanco como abundante matorral en tierra abandonada; los ahí presentes aseguran que no pueden determinar el color del uniforme que porta Juan, pues, lo han usado tantos privados de libertad que ya se descoloró.- Como quien lo usa, humillado.- En la helada y elegante avenida Manhattan, afuera del tribunal, ya no esperan trajes de mil dólares, ni limusinas de carrocería alargada, ni prendas elásticas para trotes por lugares lejanos, seguido y cuidado por hombres musculosos.
“Mi cliente no se trasportó solo. Se sentía incómodo en esa gran multitud [Referencia al transporte del Correccional Metropolitano de Brooklyn, donde viajó con 48 iguales más, reclusos], Es el expresidente de Honduras, alguno en el trasporte puede haber sido parte de un grupo terroristas”, escueta tontamente el abogado defensor… además que no le gustaba el ruido que hacían en la prisión y que en algunas de las grabaciones se refieren al imputado como “hijo de pu…” y que es lenguaje soez. El juez Castel, inmutable, ni siquiera se tomó el tiempo de responder.- Ahí no es el primer ciudadano, no vale más que nadie, solo otro encarcelado que como Kafka escribiría “está en proceso”.- De donde nunca se sale, pues siempre se muere en carne o espíritu.
Es natural que se recuerde con afectos este rinconcito del mundo, gobernado por brutos, desde hace demasiado tiempo, como recuerdos de golpes quizá un Arturo Corrales asándole un “Ribeye” con un escocés Lagavulin 16 años, con tres cubos de hielo, aunque otra gente que lo invitó a trago selecto afirma que el hombrón no es refinado, su gusto es autóctono, enloquecía cuando miraba la cabecera departamental de El Paraíso; puede ser que en ese justo y precioso momento piense que fácil era encaramarse al avión presidencial y visitar las más fantásticas estancias del mundo; quizá vaya a esa parte del cerebro donde recuerda con algún consuelo y satisfacción cómo hizo bailar al ritmo de música norteña a grupos de poder, iglesias y medios de comunicación, los hacía agachar la cabeza; ¡No! Ya sé, esos ilusorios momentos dando vueltas en los carros de los chafas por el estadio, levantando la mano y amenazante “Como quieran quiero y como se pongan puedo”, repitiendo algún estribillo de algún narcocorrido.- “Papá de los pollitos”, llegó a llamarlo más de un idiota hoy escondido como ave de corral.- Hablando de idiotas yyyyy ¿El valiente Ebal y el siempre leal Cardona? Tranquis, pidiendo refil de gallopinto en los territorios de Daniel, cuidando el gordo botín del extraditado y el propio que sacaron del quebrado pulmón del hondureño.
Chejov podría escribir un cuento maravilloso con la justicia en Honduras, con arrumacos, mimos y besos protege al criminal, que es quien finalmente la nombra, 15 espantapájaros, que se mueven al son de sus señores y que en la muestra más elevada del cinismo buscan hasta reelección (ja,ja,ja son maravillosos estos cipotes y sus chistes); se gasta la imaginación al pensar que Honduras tiene al primer presidente de todo un continente americano extraditado y en proceso por narcotráfico (además el rosario de crímenes) y que la Corte Suprema de Justicia y Ministerio Publico de Honduras, no se hayan molestado siquiera a empezar una investigación. Oscila entre lo patético, vergonzoso y siniestro.
El presupuesto del Poder Judicial en 2022 es de 2,996,120,035 (por un pelo, tres mil millones de lempiras) y, de esa fabulosa cifra, en promedio el uno por ciento, es decir, casi 30 millones se gasta en los sueldos y salarios de los 15 magistrados, que cada uno de ellos, gana lo que devengan unos 20 obreros en Honduras y entre todos, sumarían una planilla de 300 personas. ¿Qué piensa Usted lector? ¿No siente como asquito y empijamiento por darle su dinero a esa pelmasa de vividores?
¿Para qué existe una costosa justicia que no sirve al hondureño ni a Honduras? Pues porque sirve a otro propietario, un grupito de personas que se han adueñado del territorio, recursos y su gente.- Caminan temerosos por la senda de la obscuridad, no encuentran lógica al trabajo forjador de riqueza, es mejor llamar al amigo y que firme un contrato o evitar la cárcel, pues las marionetas que se llaman jueces, son solo eso: palos de madera, pero sin la magia de Pinocho, espaldas encorvada de tantas monedas que han recogido, ahí donde no habita la vergüenza o la virtud, nacen los peores demonios.- Juan ya hacía sonar los hierros a su paso, cuando el presidente de la Corte le prestó su silla para que grabara su ultimo TikTok. ¿Cómo se interpreta algo así, cuando las letras en el teclado son insuficientes?
Vamos a la elección de la nueva Corte Suprema, suenan los nombres de compas y todo el bullicioso es solo una patarata que aburre; como cuando Oliva sacó su invariable lista de los 15 nombres ungidos por el dictador y, en ese entonces, Zambrano apenas tomaba pedidos tipo ¡“Mandaditos Ya”! y corría detrás de sus jefes a ver si algo se les caía de la mesa para tragárselo en el aire. ¿Te acordás Tomy? Lo asqueroso de esas 15 noches para imponer a sus mismos 15, noche tras noche los mismos 15 hasta que los impusieron, mientras “Toño, la mascota” y Augusto Cruz Asencio, el viejo llorón, gritaban en las esquinas de la junta directiva como locas adolescentes encendidas, como se reían de los anticorrupción porque agarraban cualquier papada, mientras Nasralla les gritaba desde el otro lado de la butaca ¡Qué cosas! Hoy están todos juntos, por Dios, la familia, la democracia y esas pajas que se inventan ustedes.- Gentuza como ustedes forman el primer grupo que fusilan cuando el pueblo por fin determina asumir el rumbo de su existencia.
Honduras no cambiará con elecciones, donde como circuitos o foquitos de Navidad quemados se reemplaza una pieza por otra, mientras el ciudadano no tenga algo más que el dinero como fin, no será capaz de evolucionar como sociedad, la clase política nos ha atrapado en un bucle de intereses de un grupito bien definidos en llenar sus bolsas insaciables de riqueza y privilegios de manera vitalicia.- Van a la iglesia el domingo, pero son malditos con el prójimo; hablan de familia, pero ni a sus hijos miran en sus grandes mansiones y decenas de propiedades; chillan por la democracia, pero jamás desean que el pueblo sea feliz, dan golpes de Estado en nombre de la Constitución; hablan de libertad, pero son esclavos.
Va llegando el momento que el ciudadano hondureño, saque a pasear la guillotina. (para entender la figura hay que leer, cosa que tampoco hacen).
Avanti, con amor,
¡Saludos Cordiales!
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