La temporada de huracanes en el Atlántico está por entrar a su etapa final, no obstante, todavía existe la posibilidad de que se formen más tormentas advierte el Centro Nacional de Huracanes de EE.UU. que monitorea dos sistemas de baja presión, uno de ellos en un sector muy cerca de donde nació “Julia”.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. El último reporte presentado por el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de los Estados Unidos, apunta que el paso del ciclón “Julia” azotó fuertemente en varios países de Centro y Suramérica, aunque éste no ingresó a Honduras los fuertes vientos y lluvias influyó para la evacuación de miles de personas.
La temporada de huracanes inició el pasado 1 de junio y terminará el 30 de noviembre en el Atlántico, sin embargo, aunque está por llegar a su final, todavía existen posibilidades de nuevas tormentas tropicales y se ha emitido alerta de vigilancia ante nuevos sistemas de baja presión y posible huracán que podría formarse para la próxima semana, entre el 31 de octubre y el 4 de noviembre.
El NHC pronóstico, una baja presión atmosférica, que se extiende desde el Caribe Central hasta el suroeste del Atlántico, que continúa produciendo una amplia zona de chubascos y tormentas eléctricas desorganizadas, con posibilidades de convertirse en una fuerte zona tropical o huracán, en un punto cardinal muy cercano al que dio nacimiento a “Julia”.
“Se espera que se forme un área de baja presión sobre el este del Mar Caribe este fin de semana, posiblemente relacionado con la porción sur de una vaguada de baja presión existente sobre la zona”, señala el reporte.
El pronóstico es de un desarrollo gradual que para la próxima semana sería “depresión tropical” teniendo un 50% de probabilidades de evolucionar a huracán.
DE INTERÉS: CASI 150 MIL HONDUREÑOS AFECTADOS POR TORMENTAS
En ese sentido, el titular de la Secretaria de Desarrollo Social (Sedesol), José Cardona, manifestó que este ente está preparado con alimento e insumos para distribuir en albergues que sean habilitados, en cumplimiento del “deber” ante el decreto de emergencia aprobado el pasado 24 de septiembre –vigente por noventa días– que estaría cerrando a mediados de diciembre.
La emergencia que decretó el Gobierno de Xiomara Castro, se vincula directamente a la temporada de huracanes, pues las intensas lluvias de septiembre afectaron a miles de hondureños en todo el territorio nacional, sobre todo a comunidades colindantes con el Río Ulúa al norte del país.
Informes preliminares señalan que más de 150,000 hondureños fueron afectados y más de 4,000 fueron llevados a los albergues habilitados por inundaciones o deslizamientos de suelo.
Pese a la vigilancia del NHC, el Comité Permanente de Contingencias (Copeco), asegura que el fenómeno no es de “preocupación” para el territorio nacional.
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