Pobladores de la comunidad de Santiago, en el municipio de Pimienta, departamento de Cortés, han comunicado a EL LIBERTADOR que por la indiferencia de las autoridades gubernamentales que mintieron con la reconstrucción tras huracanes de 2020, al menos 7,000 habitantes están en riesgo por las inundaciones que ya afectaron más de 300 hectáreas de cultivo bananero a productores independientes.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. Más de 300 hectáreas de cultivo de banano están a punto de perderse por las inundaciones en el municipio de Pimienta, departamento de Cortés, ubicado a 225 kilómetros al norte de la capital de Honduras; lo anterior, debido a que las autoridades municipales nunca presionaron para la construcción de bordos y otras obras necesarias después de los azotes de los huracanes Eta e Iota en 2020.
La directora de la Casa de Cultura Santiago Cicumba, Adela Méndez, ha compartido con EL LIBERTADOR que las inundaciones han afectado a más de 7,000 personas y que éstas siguen ocurriendo porque el proyecto de reconstrucción que prometió el régimen de Juan Hernández, quedó inconcluso.
Según explicó, la comisión de emergencia del Valle de Sula no logró acuerdos con el propietario de un terreno que dejó más de 60 metros sin obras de mitigación a inundaciones y, ante las lluvias constantes y el estado de “alerta roja”, todo el municipio es vulnerable.
“Las inundaciones comenzaron el martes, se han perdido muchos empleos, la mayoría de la población de Santiago (barrio de Pimienta), depende de las zonas bananeras”, lamentó.
Méndez agregó que los campos inundados pertenecen a productores independientes y que éstos por cuenta propia, ante la constante amenaza de lluvias en esta época del año, iniciaron obras pero fueron detenidos por la municipalidad.
Tal es el caso de José Deras, “él estaba trabajando en la reparación de los bordos de ese tramo, invirtió dinero comprando volquetas de tierra por iniciativa propia, pero vinieron las autoridades municipales y le dijeron que parara, porque ellos iban a continuar la obra. Gracias a que no continuaron, comenzó a meterse el río”.
Méndez desglosó que el alcalde del municipio, el doctor Raúl Ugarte, lleva 20 años en el poder, “y no ha tenido un acercamiento real para resolver los problemas de esta comunidad: los bordos y la carretera”.
A su criterio, con la inexistente reconstrucción de 2020, nunca hubo voluntad para trabajar “no hay corazón, no hay humanismo; ya con Eta e Iota vivimos esa experiencia de quedamos incomunicados ¿por qué no resolver esa problemática?”.
Cuestionó que no haber reparado a tiempo la infraestructura para evitar inundaciones hoy afecta más de 300 hectáreas de cultivo bananero y, por ende, gran parte de la actividad comercial de Pimienta, municipio que depende de esa industria, afectada por la crecida del Rio Ulúa que ya se ha desbordado en varios municipios de Cortés, Comayagua y Santa Bárbara.
Méndez cerró diciendo que de momento la población se concentra en tratar de sacar la mayor cantidad de agua posible, para rescatar parte del cultivo y pensar en cómo reconstruir el campo, ya que si el agua se queda estancada por mucho tiempo “la planta se echa a perder”.
Cabe resaltar que, debido a la continuidad de las precipitaciones a causa de humedad proveniente del mar Caribe y los efectos de la tormenta tropical Ian –a la que se da seguimiento–, el Comité Permanente de Contingencias (Copeco), ha extendido el estado de alerta durante 48 horas en todo el país.
La especial atención se mantiene en Copán, Santa Bárbara, Cortés, Yoro y parte de Atlántida, donde se decretó alerta roja y ya se ha reportado evacuaciones.
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