NUEVO ORDEN NACE Y OTRO MUERE ¿CONSEJO DE JUAN O CONSEJO DE PRESIDENTA?

El exclusivo apartamento en la “Torre Sky” se ve iluminado desde lejos, adentro se impregna de añejo ron y coñac envueltos en el denso humo de un exquisito “Cohiba BHK”; los “educados para gobernar” alargan la jornada maquinando por dónde más detener el asentamiento del Gobierno, uno recibe un WhatsApp desde el Congreso y expone al grupo: “Por el Consejo de Defensa”; el silencio asalta la sala y, entre las sombras, la verdadera cara del Orlandismo contrae los labios y muestra sus fauces despreciables.

Y de repente, los papeles se invierten, un Consejo de Defensa sin la estructura orlandista es “dictatorial”, los diputaditos “anti-anticorrupción” no han levantado la vista más allá del curul para ver quiénes son las auténticas estructuras del poder, aún se ven en plantón afuera del CMH.- En la Torre sonríen y respira la bancada “NY”, porque no quema más sus ya desgastadas figuras, sin pellejo por voceros del golpe 2009, fraudes 2013 y 2017, reelección, ZEDES y así el largo rosario de crímenes contra la república y su pueblo.

En su afán de hablar de la Seguridad y Defensa, están saboteando la opción de ver justicia antes de tener nueva Themis, actúan como si Honduras está en guerra y, con descaro enfermo por conveniencia, olvidan que el “Consejo de Juan” fue el órgano que multiplicó la deuda y la desgracia; 200,000 millones de lempiras más en deuda sobre una nación donde ocho de cada diez son miserables; el viejo sistema golpea con el nuevo, un choque tectónico que sólo se resolverá con el magma de la refundación y unidad de hondureños.

 

Reflexión
El libertador
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Tegucigalpa. Eriza al extranjero abusivo la auto determinación de los “socios”, que después de 500 años por fin intentan fabricar oportunidades para sus naciones en andrajos.- Hoy tiemblan –con esos que odian Honduras— ante la caída del Consejo que nos llevó hasta el delito de la reelección y sus muertos, avalada por ellos con votos rurales.- Esa vez, abatidos por la impotencia cuando se pedía ayuda al mundo, la española Marisa Matías, dijo secamente: –Es que ustedes son los que tienen que tomar sus decisiones. –Afuera del hotel, caían los ciudadanos en protesta.- Hoy Laura Dogu en su cruzada, no para de borrar sus tuits y Alice Shackelford recuerda melancólica las reuniones privadas y públicas con el ahora preso por narcotráfico, Juan Hernández. ¡Cuánta nostalgia! ¡Ah! Días aquellos con una vida diplomática placentera; siempre invitado para transar el país, hablar en nombre del nacional en barracón y decidir para los de la “dolce vita”.- Sean bienvenidos a un nuevo orden, donde lo viejo ya está en el cajón a minutos del entierro como manda la historia.

Con el controversial Consejo de Defensa, Juan Hernández controló los tres poderes del Estado hondureño.

El Estado de Derecho en nuestro territorio ha sido como mi plantita de fresa, pequeña y frágil, casi inexistente. Y Juan, como zompopo voraz, representante del viejo mundo se la tragó, se hartó las poquitas hojas que había.- Se montó una estructura que despedazó los rasgos que tuvimos de un debilitado proyecto de civilización semi-evolucionada con protección de militares, bendición de iglesias, pastores y curas, sonrisitas de organismos internacionales, aval de oenegés nocivas y manipulación de la prensa tradicional.- Utilizando como canal de transmisión los cadáveres de instituciones políticas, como ave en llamas a dos alas: Partido Nacional y Liberal. Así comenzó la historia.

El modelo, donde Hernández era títere con palo en la espalda, tenía dos grandes ejes: el nacional y el internacional; hacia adentro del país el control absoluto de las instituciones públicas y, hacia afuera, la complacencia de Estados Unidos y organismos financieros, esos mismos que para mantener la dictadura manirrota ayudaron al endeudamiento del país en 200,000,000,000 Lempiras (200 mil millones, amigos, vayan ahorrando porque ahora hay que pagar esa rueda de la fortuna), según investigación de EL LIBERTADOR. Adivinen ¿Quién los prestó? Siiiii, adivinaron, BID, BCIE y Banco Mundial ¿Importará eso a Dogu, Shackelford o Matías? Naaaa, sin mencionar las promesas que Honduras no tendría relaciones con China o Rusia, aunque eso beneficiaría al pueblo hondureño, esa es la máxima del mediocre, del perezoso y de la tonta: “Mejor viejo conocido, que nuevo por conocer”.

Órganos diplomáticos y financieros internacionales, terminaron reconociendo al régimen ante la ilegal reelección, sin tener la aprobación y voluntad de los hondureños.

Lo interno. Juan dominó con dinero y armas.- Desde su instancia en el Congreso Nacional se gestó la creación del Consejo Nacional de Defensa y Seguridad, éste sería el cerebro del nuevo sistema, dando poder absoluto a los militares sobre los civiles ¡Retroceso de cien años, por Dios, no puede ser, otra vez a la “república bananera”! La facultad para espiar a los opositores y el financiamiento sin límites para lo que quisieran desde la Tasa de Seguridad.- No bastando, se creó la ley de Secretos Oficiales, donde todas las acciones del régimen orlandista, incluyendo las “party” en el jet presidencial, nadie, pero nadie podría auditarlas ¡Aaay del desgraciado que, por mala suerte, accediera a estos documentos y los hiciera públicos! O sea, nosotros pagaremos la cuenta y no nos dejan mirar el menú, vaya, que jodida, que cara de majes nos ven éstos de la “Vida Mejor”. ¡Que venga la CICIH y les quite todo!

Efectivamente, el Consejo de Defensa fue la superestructura ideológica del Orlandismo en política, judicial, social, cultural y económica.- Ellos aprendieron de los “errores” de Zelaya en 2009, es decir, buscaron la concentración del poder en una sola mano.- Una vez llegando al poder de forma ilegal, sin demora se pensó en la reelección ¿Cómo hacerla sin tener apoyo popular? –¡Eureka! –Dijo el prófugo Ebal, seguramente (Ahora el tamalero bota santos en Nicaragua).- El segundo paso fue el asalto al Legislativo y, desde ahí, en 15 noches obscuras se planificó el feminicidio a Themis (forma de violencia extrema contra las mujeres, pero con impunidad), obviamente estos procesos fueron acompañados por organizaciones como ASJ y sus infinitos tentáculos, embajada estadounidense y cualquier otro que quisiera un favor más adelante, desde contratos para auditorias, hasta que les contrataran a sus empleados; por otro lado, los medios de comunicación tradicional, nos decían en sus foros que estas acciones “fortalecían la democracia”, mientras se ponían un sombrero de paja en alguna isla paradisiaca, sus hijos eran embajadores, el yerno cónsul y sus jefes contaban fajos de billetes.

El Banco Centroamericano, el BID y el Banco Mundial, han sido los tres que más dinero acreditaron a la dictadura nacionalista, según la investigación de EL LIBERTADOR.

Con los tres poderes en la mano, el Consejo de Defensa, solo tenía que dejar rodar la bolita.- Los militares habían logrado su mayor objetivo, el control del país e impunidad, de nuevo; los instrumentos políticos gozaban de poder, las iglesias llenaban el avión presidencial de pastores a pijinear por el mundo y las oenegés hasta parecían importantes.- Juan tuvo su reelección y el mundo enmudeció.- El final de esa historia no fue feliz, perdieron las elecciones, pues, siempre ignoraron el factor social donde Libre descansó su poder y ganó una contienda (la tercera en realidad); sin embargo, apenas comienza su ascenso a gobernar con la sociedad.

No extraña, para nada, que frente al nuevo orden, la vieja estructura se resista a morir, los que conspiran contra Castro y su Gobierno esperan ansiosos las elecciones intermedias de EE.UU. en noviembre, rogando al cielo la victoria de los “Republicanos” y que eso les incline la balanza, la batería mediática enfila sus cañones y hacen “auditoria” sobre cómo está la canasta básica, los hospitales, escuelas o carreteras ¡Sorprendente! Algo nunca visto, si, así, así, con ritmo reguetonero, nunca lo vieron en tiempos de JOH. (¿Será que en la obscuridad no miraban nada? Je,je,je)- La “sociedad civil” plegada al Orlandimo, intenta instalar la matriz que Honduras será como Nicaragua, pues por un lado así consiguen fondos y logran sobrevivir al duro invierno y, por otro, desean que el narco y la corrupción vuelvan al poder, donde tienen fija una butaca con palomitas y coca.

El extraditado Juan Hernández ante la prensa acompañado de Mauricio Oliva y Rolando Argueta, los tres «figuras» del Partido Nacional, integraron el Consejo de Defensa.

El Gobierno de la presidenta Castro busca, necesita para cumplir su plan de trabajo y sus promesas de campaña, una Corte que excluya la estructura Orlandista (es ahí el choque entre los viejos y los nuevos); además, la propuesta de un nuevo Consejo Nacional de Seguridad y Defensa, lleva un mensaje que asusta a los corruptos del país y es que legalmente busca desmilitarizar la sociedad; es decir, regresarle el poder a los civiles (lo que todos añoran y piden desde la madrugada en foros ¿Entonces? ¿Aahhh era paja, va’? Por eso retrocede el Partido Liberal dominado por varias cabezas y el partido de los “salvadores” con sede en Televicentro.

Los enclaves mediáticos que han sido los portavoces de la estructura orlandista, gritan desesperados, nerviosos –¡¿Cuál es el plan?! ¿Buscar una constituyente, para legalizar la reelección? En el fondo no les interesa, lo que los preocupa es no estar dentro de la discusión para ponerle sus estrellas al árbol.- Desde el centro del país se ve con cuidado el acercamiento de la presidenta con los empresarios del norte, que hasta hoy han sido –históricamente— relegados del poder político y de la cámara y de las portadas, solo tienen “mucho pisto” y eso no sirve de mucho sin ninguna trascendencia, simple persona corriente.

Las placas tectónicas del país se mueven y se siente, porque dos mundos están en pugna, el viejo que se resiste a morir en la llanura y el nuevo que tarda en despertar de una vez y consolidarse ante el pueblo hondureño.- Lo cierto es que el Orlandismo no desapareció con Hernández, busca reorganizarse; mientras el Gobierno aún se sigue acomodando en la silla, dando un paso a la vez para recuperar el poder secuestrado por estructuras criminales y desarrollar su plan de nación prometido en el estadio “Chelato” aquel histórico 27 de enero de 2022.

VEA AQUÍ EDICIÓN MENSUAL EL LIBERTADOR, JULIO 2022 

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