No es casual ni un evento aleatorio o separado que un día después de la visita de la “Reina del Comando Sur”, la Corte del “señor de los cielos” haya negado a JOH irse a dormir a la casa, con desayuno caliente, sin el asedio de guardias “Tigres” que él mandó a entrenar y con servidumbre para que le corten las uñitas de los pies; EEUU envió un mensaje claro a una Corte Suprema que vive con tiempo prestado, la suerte está echada y cada aro de metal en las cadenas del dictadorcito, lleva un nombre de los nacidos en el occidente.
Toda la opulencia alcanzada estos años por el compadrazgo, se pagará caro y lo sabe Argueta, quien ha sido el presidente judicial más intrascendente de la historia, queda evidente igual que un Oliva, desterrado de Choluteca, sólo siguió órdenes del hombre como dijo el justo juez Echenique; ¿hubiera llegado tan lejos sin la recomendación de Solórzano?, del pastorcito no se dice mucho, taimado, parece se lo tragó la tierra, el día del juicio final se acerca y no, no es referencia al libro de revelaciones.
Y afuera del sector marginal donde están “los Cobras”, mareada por el putrefacto olor que desprende el Río Chiquito, se encuentran a una Ana, lista para convertir en ONG el caso de su marido. Hoy se apoya en aquellos que despreció por ocho años, los ve indiferente y asqueada, llora para la foto mientras pide consejo a Jeanine Añez y Valeria Valle, sobre todo a Valeria que hizo negocio multimillonario el arresto de su marido terrorista. ¡Hay golpes tan fuertes en la vida, yo no sé!, nos susurra nostálgico el incaico Vallejo.
Redacción
EL LIBERTADOR
redaccion@ellibertador.hn
Tegucigalpa. El té y la cocoa con leche están servidos sobre la mesa de madero de cerezo como moldura del cristal lustroso, bien dispuestas seis galletas de avena integral –importadas o encargo gourmet, claro–, ese pequeño detalle denota cuánto el anfitrión conoce las enfermedades y delicado cuido de su forzado invitado. –Haré lo que pueda, pero los gringos están presionando querido amigo. –Le dice el hombre de la justicia y Juan ve el suelo –puta, me jodieron. Ha de pensar–, ya la exhibición había pasado, pero dentro de él escuchaba los susurros entre risas de complicidad y satisfacción de los que pasaban a su lado. –¡Tenés que ayudarme! Estás aquí (en la Corte) gracias a mí, somos socios desde siempre, vos estás metido en esta mierda, ¡En tu vida habías probado el Macallan de 18 años –Whisky escoces–, si no fuera por mí! (Argumenta con desespero Juancito, que ya se ve condenado). –Lo que te puedo dar, amigo mío, es una amplia habitación, aire acondicionado, ducha y una radio, si querés. Entendeme Juan, estamos jodidos todos.- Y reina el silencio de cementerio, como cuando se ha perdido algo, para no volver jamás, como la huella que dejó el anillo de la amada perdida.
Argueta, oriundo de Lepaera, Lempira, fue nombrado por la Confraternidad Evangélica, ¡exacto, no se equivocan!, fue sugerencia de nuestro ampliamente conocido, Albertito Solorzano (entiende lector, este campeón si sabe, ¿cómo se mueve este ofidio?), dicen en los pasillos de la Corte Suprema que el magistrado presidente es profesional y que tiene capacidad, solamente tiene un problema, protege a sus amigos cuando están en problemas. Rolando, de 2009 a 2013 fue presidente de la Corte de Apelaciones en Santa Rosa de Copán, ¿adivinen a quiénes les revocaron el auto de prisión? ¡Aaaah! a los hermanos Valle, que justamente estaban acusados por tráfico de cocaína, el 19 de diciembre 2014 fueron extraditados a los Estados Unidos y todos han sido ya condenados en Virginia. ¿Entienden hasta donde está el agua? ¿No se parece hasta dónde llega el invierno dentro del Hospital Escuela?
“Los caminos de la vida, no son lo que yo esperaba, no son lo que yo creía”, canta Vicentico y perfectamente a esta hora exacta, es la sonata que suena en la cabeza de nuestro dilecto amigo Rolando. Pero a ver, ¡contanos!, ¿cómo fue ese momento cuando Juan pidió poder defenderse desde la casa y tu voto fue no? ¡Son esos golpes de la vida, yo no sé, como si en ellos se empozara la ira de Dios!, pasa el viento triste helando el altiplano… y parafraseo al trágico y magistral Vallejo, sobre la cabeza de nuestro hombre de la justicia penden dos espadas de Democles, paradójicamente, justamente fue la misma disyuntiva de Juan, traicionar a los socios o traicionar a los gringos, pero en estos momentos no se puede jugar a la poligamia judicial o servir dos amos. Rolando, ya escogió. ¡En seriooo!
Cuando la “Reina del Sur” se sienta con la Comandante de las Fuerzas Armadas, Xiomara Castro, están cerrando muchísimo más que ayuda para los chafas o el siempre elocuente discurso anticorrupción; el tema central y no dicho a la prensa, es la disposición de Estados Unidos de limpiar el patio, paradójico es, que sean los cheles los que nos metieron en esto y parece que son ellos los que traerán la cura; una Comisión Internacional Contra la Impunidad en Honduras (CICIH), no es más que la aceptación que el Poder Judicial murió, y eso no es última hora, es un pulmón artificial que por el momento, es necesario, y por eso argumentan “tendrá dientes y colmillos”, pero también deberá, en el plan de la presidenta Xiomara, tener como objetivo formar un Poder Judicial con los hombres y mujeres libres de corrupción, narcotráfico y muchísima capacidad. Hoy la justicia en Honduras, fue armada por la dictadura.
Sobre una Honduras en quiebra que Rixi mostró, se debe elevar la dignidad y el orgullo por esta tierra, parcialmente se ha demostrado la bancarrota del sistema, porque Juan y su grupo no actuaron solos, es el reflejo de la pudrición de todo un sistema que se resiste a morir, no se trata de ver a Hernández con cadenas, eso no devuelve el dinero, ni las vidas perdidas, pero la justicia dará un poco de paz; el nuevo Gobierno asumió el reto de tomar un Gobierno quebrado (los Estados no quiebran, solo los gobiernos, de lo contrario, hablaríamos de la desaparición del territorio en el vasto océano).
Los pilares económicos, están por fuerza amarrados con la política, los grupos de poder acostumbrados a la usura, la ambición y el derroche, están destinados a desaparecer, el poder de Justicia es parte de la estructura criminal, mientras las Fuerzas Armadas piden perdón –la institución con mayor información, para saber que el cambio es inevitable, mutan o mueren– así como también el hondureño que hoy camina por esta tierra, deberá evolucionar a una consciencia ciudadana, sin empachos políticos.
Y al final, aunque arrancaron las flores, no pudieron detener la primavera, que cerca se mira. Como brilla el sol y que suave canta el viento, en “los Cobras” anoche hubo queja porque la cobija no era el edredón de seda que se compraron en Alemania el año pasado. Avanti.
VEA AQUÍ EL LIBERTADOR IMPRESO, FEBRERO 2022
Deja un Comentario