JOH, tuvo todo para ser un gigante y terminó como bufón perverso, si, como “Eso”; confió en traidores que actuaron como “Meñique” en el “Juego de Tronos” cuando Ed Stark pidió imperio de la ley; Ebal en chancletas a México y Rosales pidiendo “pisto”; Miriam y Madero huyendo como chamberos a oficina nueva, y el “poder” estrenando pichingo. Viste Juan, nadie te extraña, serás ejemplo para los nuevos funcionarios, para no gobernar a lo imbécil.- Saliste por la puerta del espanto, bajo aguaceros de desprestigio y desprecio; en el estadio el pueblo pidió a Kamala: “Llévate a JOH”.
Un grupo de indígenas del occidente se acomoda en una acera del histórico Barrio Morazán, nadie se acerca con listas y paquetes de 50 lempiras, tal vez algún vecino con cobija extra para el frio; a la vez, en otro sector de Tegucigalpa, una manita tullida por exceso de estrés y dedos manchados de té valeriana, dice “adiós”, como un niño a punto de llorar por la despedida, sonríe nervioso, pero le duele y cierra la puerta; los que antes aguantaron narcocorridos y putrefacción, hacen fiesta y ponen la mesa “Habemus Presidenta”.
Los periodistas… ¡aaaah los periodistas!, que antes del “28N2021” eran azules, hoy son rojos y mañana el que venga; los grupos de WhatsApp hoy en defensa al honor de la presidenta, hay un nuevo amo y, por ahora, dentro de lo humano, nadie se acuerda del “indómito de Lempira” que, en la embriaguez, sueña con ser él entregando el mando, Kamala abraza a Xiomara y él apaga el televisor y se sirve otro trago. Norma toca la llaga y suspira: “La DEA tiene grabaciones”.
Reflexión
EL LIBERTADOR
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Tegucigalpa. “¡Yo soy el presidente!”. –Dijo hasta el último día, el hombre que no pudo serlo.- Quizá para convencerse o tal vez por costumbre, pero nunca lo fue. Quien grita lo que supone ser, nunca lo será; lo que es, brilla por si mismo.- En su despedida no hubo aplausos, ni calurosos discursos, ni personalidades y quizá algunos periodistas de poca monta y otros curiosos, salió por la puerta de atrás, con la manita diciendo adiós a personal que no lo extrañará, en una casa que invadió, los rincones son testigos del abandono del poder, la estatua que se elevó para sí, ya se descascaró y cae a pedazos. Al otro lado de la historia una mujer es alentada por un batallón de pueblo, unas 30 mil gargantas, gritaban desde el pecho “¡Presidenta!”, “¡Presidenta!”, “¡Presidenta!”. Y 80 misiones del extranjero vinieron a saludarla, con presentes y promesas para ayudarla hacer un buen Gobierno.
Juan sé que no, pero vale, ahí va, ¿has leído la ley de acción y reacción de Newton? Bueno, te damos gratis esta lección de Física, este principio afirma que si un cuerpo actúa sobre otro con una fuerza (acción), este reacciona contra aquél con otra fuerza de igual valor y dirección, pero de sentido contrario (reacción). ¿Entendiste para dónde va ahora el bestial daño que empujaste? ¡Agarrate!
Que melancólicas caen las hojas secas en otoño y la gente se para sobre ellas y crujen, dando por entendido que no tienen valor. ¿Escuchaste a Marquito diciéndole que le tiraban la comida al lado del sanitario? ¡Impensable! Aquel niño criado en leche, mermelada y miel, demasiado blanquito para terminar en una celda ¿Sabés qué pasó? La gente hizo chiste de su desgracia, pues el odio de las personas es inversamente proporcional al daño que les han hecho (debiste estudiar a Newton) y vos, Juan mi disminuido amigo, has hecho mucho daño. Desde estos teclados te dijimos sinnúmero de veces que esto pasaría, que los que tenías cerca eran traidores, pero nunca quisiste leer, ahora ¿cuánto has perdido? ¿Cuánto más perderás? Con la mano alzada para ser diputado al Parlacen, en un salón blanco y triste, como si eso fuera a servir de algo, como se las cadenas no pesan lo suficiente y persiguen donde sea. En lugar de tomar nuestros consejos, mandaste a matar a nuestro Director, sobrevivió a dos de tus emboscadas. Y ni olvido ni perdón las torturas físicas y psicológicas a nuestros compañeros. Ni los robos a la oficina de EL LIBERTADOR. Nos debés muchos equipos.
Sería maravilloso si hoy pudieras dar una conferencia honesta a los nuevos, los que llegan a ser secretarios y ya se mandaron hacer sus súper trajes ¡Cuánta experiencia tenés! Imaginá que pudieras mirar a la cara a los nuevos y decirles que no sean pendejos (Uupss), que la soberbia y vanidad no sea el pan de cada día, que solo son cargos y éstos no tienen nombres, solo funciones, que tengan cuidado de la lisonja y los aplausos, que aprendan un poco de humildad sino la tienen y que el centro de sus gestiones sea el bienestar de la población, si esa palabra mal usada por muchos “pueblo”, está en el escritorio de cualquier secretario de Estado, posiblemente alcanzará la gloria. Es una lástima que no podamos hablar y nos contés tu historia, pero si quieres hacerlo, pero la real. Nosotros si podemos darte la exclusiva. Sin complejos, llámanos, bien sabes cómo localizarnos, eso sí, sin pajas como la que te dabas con tus amigos de la prensa tradicional.
Juan, se acerca el momento final, el farsante de Roy no puede llevar tu oración a Dios, en ese momento de soledad, cuando la avalancha venga será implacable, destruirá todo y a todos los que estén al lado tuyo, te queda quizá un último vals, el ultimo vino y el adiós. “Caiga quien caiga” y “¿Quién dijo miedo?” serían expresiones propias para esta despedida, pero sabemos que tu camino por la senda pedregosa inicia, así qué ¡Hasta pronto! Nos vemos al otro lado del arcoíris.
Posdata: Un saludo al compañero Luis, que nos ayudó a escribir una página más en nuestra prestigiosa y humilde historia, EL LIBERTADOR entró a Casa Presidencial; nos prohibieron entrar en casi dos décadas, tampoco al Congreso, siempre entramos clandestinos a la cámara o a la presidencia en eventos que debíamos estar y estuvimos. ¡Gracias totales!
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