En exclusiva, el presidente de los empresarios hondureños, Juan Carlos Sikaffy, ha dicho a EL LIBERTADOR que este sector necesita acompañamiento de la política pública para acrecentar la actividad productiva y distribuir la riqueza.
Sikaffy, ha dicho que junto a USAID y la Universidad Nacional, han hecho diagnósticos profundos para definir por qué el país, en el ámbito macroeconómico nunca alcanzó a derramar bienestar en el pueblo, que incide en la baja competitividad de empresas y otros temas sociales.
Los inversionistas extranjeros –explica Sikaffy– cuando deciden invertir capitales, necesitan tener garantías de que sus operaciones van a ser respetadas; requieren estabilidad política, seguridad jurídica y protección a la inversión, Honduras todavía tiene pendientes en ese sentido.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. En Honduras ha existido un ordenamiento en el ámbito macroeconómico en los últimos años, pero lastimosamente el beneficio de una moneda estable y los acuerdos con organismos internacionales, no derraman riqueza en los ciudadanos que incluso han visto disminuido su poder adquisitivo. La causa principal de este fenómeno, es la corrupción, aunque también influye el débil sistema educativo, los costos administrativos y el crimen, entre otros. Así lo ha expuesto el presidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), Juan Carlos Sikaffy, en entrevista exclusiva con EL LIBERTADOR. La máxima autoridad industrial del país, ha mencionado que el sector privado ha hecho esfuerzos por mejorar la actividad productiva, pero que nunca se tuvo el acompañamiento deseado por el Gobierno. Además, observa que los emprendedores requieren el apoyo constante en lo financiero, con tasas de interés competitivas y acorde a sus capacidades, y en lo educativo, con capacitación y orientación.
– A pocas semanas de las elecciones que suponen un nuevo Gobierno para el periodo 2022-2026, ¿Cuál es su análisis de los últimos ocho años?
– Sin duda alguna que los últimos ocho años han sido complejos, difíciles para la vida del país y nos hemos enfrentado a retos que nunca en la historia de Honduras habíamos tenido, como sufrir el embate de dos tormentas tropicales casi simultaneas, que destruyó nuestro aparato productivo en una buena parte.
Además, la pandemia del Covid-19 tuvo consecuencias no solo sanitarias sino económicas; sin precedentes en el mundo y país, ya que al cerrar las economías provocó también escasez, trastorno y principalmente agudizó el problema de la pobreza.
El prolongado confinamiento hizo que miles de familias hondureñas cayeran en condiciones lamentables, 7 de cada 10 hondureños sufrió problemas graves de empleo, existen más de 447 mil desocupados, se suspendieron 155,559 hondureños y hay 708,608 desalentados.
Es urgente concertar planes, políticas y programas de desarrollo económico para tratar de revertir la crítica situación en la que nos encontramos y abstenerse de políticas y planes más populistas que reales.
– EL LIBERTADOR ha publicado que en los últimos ocho años el Gobierno actual no cumplió sus promesas de campaña ¿cómo mide el impacto de esta política la empresa privada, considerando que durante esta administración se observó la salida de empresas que funcionaban en el país desde hace 40 años o más?
– Las condiciones macroeconómicas del país, los acuerdos con organismos internacionales de crédito y la estabilidad de la moneda, en estos últimos años, indica que ha existido un ordenamiento de las políticas públicas relacionadas con la economía.
Lastimosamente, todo este beneficio macroeconómico no se ha derramado al ciudadano que ha visto disminuido su poder adquisitivo, su nivel de vida y en algunos casos hasta la pérdida de su empleo.
Como Empresa Privada hemos solicitado transparencia en el manejo de los recursos, impulsar un gobierno electrónico para evitar la tramitología y la discrecionalidad de los empleados públicos y disminuir la corrupción, además la reducción del Gobierno, todo esto con el deseo de obtener mejores resultados en la administración pública.


– Desde 2014, Juan Hernández ha viajado al menos 50 veces –constatado por este periódico– buscando inversión que nunca llegó ¿cuál es su crítica a esta práctica que por los nulos resultados se convirtió en “turismo estatal”? ¿A su juicio, por qué no viene el capital extranjero?
– Los inversionistas extranjeros cuando deciden invertir capitales en otros países necesitan tener garantías de que sus operaciones y utilidades van a ser respetadas; requieren estabilidad política, seguridad jurídica, protección a la inversión y mano de obra calificada. Honduras todavía tiene mucha tarea por hacer en ese sentido.
Debemos tener leyes a favor de la inversión que claramente respeten los acuerdos y contratos sustraídos, son fundamentales en un país que quiere atraer a los empresarios internacionales para generar trabajo y riqueza, pero hay indicadores que nos dicen que hemos descendido en aspectos como el respeto al Estado de Derecho. En los últimos años el país ha reflejado una caída sostenida en sus niveles de inversión extranjera, hasta llegar al punto que en el 2020 su monto apenas superó los 400 millones de dólares después de que en años anteriores el grado de participación de dicha inversión fue muy por encima de los 1,000 millones de dólares.
– ¿Qué simboliza para los empresarios el 28 de noviembre de 2021, día de las elecciones generales?
– Hemos solicitado a todas las fuerzas políticas, a los organismos que administrarán el proceso electoral y a la clase gobernante, que el país necesita certidumbre política, tener elecciones limpias y honestas que generen confianza para tener una transición del poder de manera armoniosa. Exigimos el respeto del voto del ciudadano y que los resultados sean confiables, tendremos una transición que no genere problemas de credibilidad y gobernabilidad en el país y que pronto nos pongamos a trabajar para sacar adelante al país.
– ¿Qué opinión tiene acerca de los cuestionamientos que los hondureños han hecho al capital por lo sufrido en los últimos 12 años, caracterizados por zozobra política y social y crisis económica?
– Consideramos que el sector empresarial ha venido desarrollando esfuerzos con el fin de acrecentar y mejorar la actividad productiva, desafortunadamente no se ha dado el acompañamiento deseado por parte del Gobierno sobre todo por el lado de las políticas e inversión pública, misma que prácticamente se ha mantenido estancada al representar en promedio durante los últimos años un 7% del total de los presupuestos públicos aprobados y ejecutados. Recursos importantes cuyo fin antes que mejorar la infraestructura física y con ello estimular la inversión privada, ha sido dirigida a alimentar el gasto corriente, así como una serie de Fideicomisos anteriormente involucrados como parte del monto asignado a inversión real de la Administración Central, cuya ejecución y resultados no han sido del conocimiento de la población en general.
– Don Juan, ha meditado a conciencia el Cohep lo peligroso que se ha vuelto vivir en Honduras, porque fracasó la carísima política de seguridad ¿Qué piensan hacer los empresarios cuando actualmente el país es el más peligroso de Centroamérica y ocupa el tercer lugar en América Latina?
– No podemos desconocer que todos hemos realizado esfuerzos extraordinarios para disminuir la violencia y criminalidad en el país. Se han realizado depuraciones importantes a la Policía Nacional, se ha capacitado al personal y se les han brindado mejores herramientas para contrarrestar el crimen organizado. Se han realizado inversiones importantes en la construcción de mejor infraestructura para los centros de reclusión, apoyo al 911, cámaras inteligentes, etc, pero definitivamente todavía es insuficiente para los niveles de violencia existentes. No podemos desconocer que las muertes violentas por cada 100 mil habitantes se han reducido, pero hemos visto un repunte de los asesinatos y masacres que nos preocupa, no solo porque genera un grave problema de incertidumbre y estrés a la población, sino tambien viene a deterior la imagen del país. Creemos que la violencia se combatirá con educación, empleo y mejores oportunidades para todos.
– ¿Cuál es su análisis general de la forma en que se hace negocios en Honduras, por qué se van los empresarios y por qué la mayoría de los emprendimientos cierran al año de entrar en operaciones?
– El emprendedor lo que necesita es apoyo financiero con tasas competitivas y de acuerdo a sus necesidades. Capacitación y orientación de vida para que su emprendimiento de fruto y crezca. Desarrollarse en un entorno empresarial con reglas claras, con simplificación administrativa y poder contar con personal calificado.
Por lo general las políticas públicas implementadas con fines de apoyar sobre todo a los micro y pequeños empresarios están enmarcadas en condiciones donde muy pocos de estos empresarios pueden cumplir y con ello aspirar a créditos en condiciones favorables.


– ¿Cómo explicar que, en el país, el sector informal de la economía está generando más empleo que la gran empresa privada formal?
– Esta realidad no es única de Honduras, toda América Latina afronta los altos niveles de informalidad, motivados por la falta de políticas gubernamentales claras que incentiven y motiven a los informales y hagan la transición a la formalidad.
Para esto necesitamos como lo hemos anotado, mejores oportunidades para los emprendedores como lo es apoyo financiero, capacitación, simplificación administrativa, reglas claras entre otros.
Cuando emprendedores, Gobierno y las instituciones logremos conciliar estas necesidades primordiales para la creación y sostenibilidad de las empresas, seguramente estos índices se revertirán en el tiempo.
– ¿Qué cambios hará el Cohep de cara al nuevo Gobierno que llegue en 2022 para reconciliarse con la sociedad que hoy tiene una imagen desacreditada de la institución?
– El Cohep ha venido trabajando desde siempre siguiendo los principios y objetivos doctrinales en pro de la libertad empresarial, que son los de fomentar unificar y fortalecer las acciones conjuntas de la actividad empresarial.
Seguiremos trabajando sobre esta línea, apoyando al sector empresarial y a los más necesitados en el próximo Gobierno, defendiendo siempre los principios doctrinarios del Consejo: el funcionamiento de un Estado democrático, representativo y subsidiario al servicio del hombre y no a la inversa; respeto a la propiedad privada y el desarrollo de la libre iniciativa amparados en los derechos que otorga la constitución y las leyes; la generación de riqueza, la eliminación del intervencionismo estatal en actividades productivas que corresponden a la libre empresa, la racionalidad del gasto público basado en un presupuesto equilibrado que funcione de acuerdo a los ingresos reales del Estado; la igualdad de oportunidades para todos dentro de la más amplia libertad y la eliminación de toda clase de privilegios fiscales; la defensa de la seguridad jurídica, el desarrollo de la actividad empresarial en un sistema de libre comercio con criterio de igualdad y reciprocidad, en el marco de los procesos de integración; también impulsar los valores del emprendedor, la innovación, la ética, la moral y la transparencia.
– ¿Qué ha significado para el Cohep los informes que denuncian la grave corrupción y el secuestro de la República por el narcotráfico? ¿Y todos los informes especializados en economía que sitúan a Honduras como uno de los más pobres y violentos de la región?
– Sin duda la corrupción es el peor de los males de un país y en el nuestro este flagelo ha significado aproximadamente un destino anual de 60,000 millones de lempiras, en línea con favorecer a un sector que como dice la pregunta mantiene secuestrado al país.
Sin duda el narcotráfico contribuye a alimentar de manera significativa a la corrupción, ya que éste corrompe a sectores que en definitiva deberían velar por la seguridad jurídica de los bienes y personas. El no disponer de ese monto presupuestario implica nulos avances en materia educativa y de salud, aspectos claves para disminuir los niveles de pobreza que, después de la pandemia y de los efectos de Eta e Iota, han alcanzado un 70% de nuestra población.


– ¿Qué aporta al país en términos de seguridad jurídica para la inversión y estabilidad social que el gobierno de Estados Unidos haya dicho que Honduras ahora es un país de producción de drogas, cuando antes se decía que era de tránsito?
– Desafortunadamente nuestro país se encuentra en medio de las zonas geográficas productoras de la droga y las que la demandan. El hecho de esa aseveración por parte del Gobierno de los Estados Unidos de América, le causan aún más problemas al país en cuanto a su estabilidad social y la oportunidad de promover inversión nacional y extranjera. Lo anterior podría significar una alianza aún más peligrosa entre nacionales y extranjeros, ya que involucra la utilización de nuestro territorio y por consiguiente la intervención de población que aspira a mejores condiciones de vida. Hoy el país destina mayor cantidad de recursos para resguardar nuestras fronteras y con ello evitar el trasiego de la droga, esfuerzo que se ha complementado en la actualidad para enfrentar y atacar la producción interna; de nuevo, recursos que deberían estar dirigidos a financiar programas y proyectos con fines de solventar necesidades en el orden económico y social.
– La inversión extranjera directa ha caído de manera estrepitosa en la última década en Honduras ¿A qué se debe y qué propone para mejorar la percepción del país ante los capitales internacionales?
– Honduras deberá desarrollar supremos esfuerzos con fines de presentar ante la comunidad internacional un clima propicio para la inversión. Sin duda, el país debe la institucionalidad pública de manera de volver transparente y equitativa la oportunidad de invertir, mejor clima de inversión y de negocios basado sobre todo en el respeto al Estado de Derecho y seguridad jurídica, trabajar sistemáticamente en la percepción que se tiene de nuestro país como destino de inversiones. El combate formal a la corrupción siempre estará al favor de la imagen del país, con ello, la oportunidad de ser receptores de inversión extranjera directa serán cada vez mayores, incluso provocando el ingreso de capitales frescos y no como ha sucedido en los últimos años donde lo que ha prevalecido es la reinversión de utilidades.


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