Los partidos Libre, Nacional y Liberal han consensuado la aprobación de la nueva Ley Electoral, han superado las “trabas” sobre el pago de deuda política, que ahora se pagará de acuerdo a los votos válidos para cada partido, así se elimina que los pequeños se arropen en los mayoritarios que en las elecciones pasadas les permitió 10 millones de lempiras, aunque sólo sacaran 3,000 votos, de las 40,000 credenciales, a todas luces las vendieron al Partido Nacional, según los críticos del antiguo esquema.
Asimismo, mencionan que las mesas serán representadas por cinco integrantes, tres de los mayoritarios y dos de los minoritarios seleccionados de manera aleatoria, pero ahora se conocerán como “Junta Electoral”.
Redacción central/EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. Los partidos mayoritarios: Libertad y Refundación (Libre), Partido Nacional y Partido Liberal han logrado un consenso respecto a la estancada nueva Ley Electoral, debido a desacuerdos respecto a los representantes en la mesa electoral, forma de pago de deuda política y atribuciones para el Consejo Nacional Electoral (CNE), entre otras disposiciones contenidas en una legislación donde prima el interés partidario, pero no el beneficio social.
La sesión para la nueva Ley Electoral empezó este lunes a las 7:30 de la noche, cuando según los líderes de los partidos ya están negociados los principales puntos en disputa por meses y, según manifestó el diputado por Libre, Jorge Cálix, sólo falta firmar el nuevo dictamen parta hacerlo oficial. El punto de mayor debate ha sido el pago de deuda política que se ha encargado de entregar cifras millonarias a cada partido pequeño y grande, según ellos “en nombre de la democracia”, lo cual ha propiciado que la política se convierta en el mejor negocio de los amantes de las fortunas fáciles.
En ese sentido, el abogado detalló que la nueva Ley Electoral establece que se pagará a cada partido de acuerdo a la cantidad de votos válidos que reciban, esto significa que si cada uno se valora en 59 lempiras, la cifra deberá multiplicarse por los votos obtenidos. Según la Ley, ningún partido deberá recibir menos del 10 por ciento que haya logrado el partido con más votos.
Para plantear un ejemplo, Cálix recordó las elecciones de 2017: “El partido Unidad Democrática y la Democracia Cristiana lograron 3 mil pero votos les dieron (más de) 9 millones de lempiras, el 10 por ciento entregado al Partido Nacional”. Destacó que los votos de ambos costaron 3 mil lempiras cada uno. Mientras que a Libre y el Partido Nacional les pagaron por cada voto en base a 59 lempiras. “Los partidos minoritarios quieren 40 mil credenciales pero sólo sacan 3 mil”, manifestó que piden “diputados automáticos” sin contar con votos.
Afirmó que en torno a los integrantes de la Junta receptora de votos acordaron que, tres serán representantes de “los partidos con mayor carga electoral” y dos más de los minoritarios elegidos de forma aleatoria. Los cargos de presidente, secretario y escrutador los ejecutarán los tres mayoritarios, quienes tienen realmente la capacidad de miembros en cada mesa o Junta Electoral como se nombró con la nueva Ley. El propósito es “acabar con los partidos de maletín, que se formen todos los que quieran, pero sólo quedarán los que reciban una buena cantidad de votos”, dijo Cálix.
El jefe de la bancada liberal, Mario Segura reaccionó a éste acontecimiento como positivo, el hecho de llegar a un consenso con los nacionalistas, pues antes, el oficialismo estuvo renuente a la nueva Ley Electoral pero debido a la presión de la Comunidad Internacional, de inmediato cambiaron de opinión. La semana pasada los liberales amenazaron con retirarse de las generales de no aprobarse la nueva Ley.
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