La compañera de hogar del capitán es abogada de profesión y asegura que las represalias contra su esposo se deben al arduo trabajo que ha levantado en contra del narcotráfico, además, confirma este día a través de una carta pública que no existe orden de extradición.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. La esposa del capitán Santos Rodríguez Orellana, Jennifer Bonilla, se presentó este día ante el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), para pedir protección ya que considera que su vida y la de sus hijos está en peligro.
En los últimos días trascendió que el capitán estaba siendo investigado por el gobierno de los Estados Unidos por medio de la DEA, por suponerlo que ha participado en actividades ligadas al narcotráfico y, según trasciende el caso del capitán Rodríguez se vincula al diputado del Partido Nacional “Tony” Hernández, hermano del presidente Juan Hernández.
Además, en ese caso también se señala al secretario de Defensa, Samuel Reyes, sobrino del conocido pastor protestante, Evelio Reyes, líder de la iglesia Vida Abundante. Bonilla aseguró que su esposo no conoce al hermano del mandatario y que un agente norteamericano le comunicó a Orellana que entregara a Tony Hernández.
Desde el pasado lunes, el capitán está cautivo en las oficinas del Estado Mayor Conjunto en Comayagüela, más temprano este día, la prensa nacional suscitó que se encontraba en manos de la justicia de EE.UU. sin embargo las autoridades emitieron un comunicado negando lo estipulado.
Bonilla ha declarado en las últimas horas que tuvo conversaciones con el agente Matthews de Drug Enforcement Administration (DEA), en las que pide que entregue al hermano del presidente hondureño, Antonio “Tony” Hernández.
Denunció que lo que hacen a su cónyuge es una represalia por las operaciones que él ha realizado en el pasado, por ende responsabilizó al gobierno y a las Fuerzas Armadas por cualquier cosa que pueda pasar.
Recalcó que el capitán Rodríguez, ha tenido graves problemas desde que confisco el helicóptero que suponen pertenece a Tony Hernández y a Samuel Reyes.
Concluyó que en su poder tiene varios reconocimientos y fotografías de su esposo trabajando con la DEA en la lucha contra el narcotráfico y aseveró que no existe una orden de extradición hasta el momento.
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