Salvador Nasralla pide a los miembros del Partido Anticorrupción someterse a las normas disciplinarias y fomentar la unidad ante la embestida mediática que padecen por las posturas que han tomado como organización política.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. El presidente del Partido Anticorrupción (Pac), Salvador Nasralla, exigió ayer que los miembros del instituto político deben apegarse a las normas éticas y dejar de provocar fisuras que provoquen división.
Nasralla indicó que está obligado a aplicar las normas disciplinarias que rigen el Pac y que no “puede ser cerrado como una casa, como lo manejamos en la elección pasada”.
Insistió que quienes aspiren ingresar al Pac deben ser personas íntegras y no estar sindicados en actos de corrupción.
Hizo varios reclamos, entre ellos, al diputado Luis Redondo que no ha presentado estados financieros al Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP), por lo que se vio obligado a entablar procesos judiciales contra el parlamentario.
No obstante, aclaró que Redondo ha sido “anticorrupción” por su militancia dentro del partido; de hecho, el congresista es uno de los fundadores de la organización que preside el popular presentador de televisión.
En declaraciones a periodistas, indicó que Redondo había bloqueado el ingreso al Pac de Julio Larios y el exdiputado liberal Wenceslao Lara, por lo que se vio obligado a usar sus facultades para dar la membresía a ambos miembros.
Nasralla aseguró que “no puede meter las manos al fuego” por las parlamentarias Ana Fortín, Kritza Pérez y Marlene Alvarenga por haberse prestado a votar por la nueva Corte Suprema de Justicia controlada por el Partido Nacional.
Aseguró que las tres integrantes del colectivo parlamentario ya están fuera del Pac.
Nasralla se ha visto obligado salir al paso de las críticas de sus compañeros de partido y ha advertido que impondrá la disciplina e insistió a los miembros anticorrupción que mantengan la unidad.
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