“Capturen a Carmona”, “Carmona delincuente”, “fuera Carmona de Honduras”, gritaron los hondureños, provocando que el conspirador y golpista venezolano Robert Carmona Borjas huyera del salón de conferencias.
El venezolano Robert Carmona fue salvado del linchamiento popular por la oportuna intervención de la Policía Nacional y procedió a reprimir a los indignados espectadores que llegaron a la conferencia.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. El venezolano y uno de los peones intelectuales del golpe de Estado del 28 de junio de 2009, Robert Henry de Jesús Carmona Borjas, más conocido como Robert Carmona Borjas, tuvo que huir de hondureños enardecidos que llegaron a increparlo por emprender una campaña de desprestigio contra el periodista David Romero.
Carmona, vinculado a grupos de extrema derecha cubana y venezolana residente en Miami, fue sacado por agentes de la Policía Nacional y FFAA, de un hotel de la capital de Honduras donde brindaría una conferencia de prensa luego de haber interpuesto una querella contra el director de Radio Tv Globo.
“Carmona delincuente”, “Carmona asesino” le gritaron centenares de hondureños del movimiento Indignado que llegaron hasta el hotel Intercontinental donde se encontraba el conspirador cuando fue sacado por fuerzas de seguridad que lo acompañan.
Ante los gritos de los indignados contra el también autor del golpe de Estado contra el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez, miembros de la Policía apagaron las luces del salón y sacaron armas de fuego para reprimir a las personas que presenciaban la conferencia de Carmona.
No obstante, tal acción enardeció más a los ciudadanos quienes increparon a los agentes porqué “protegían a un conspirador y delincuente internacional como Robert Carmona Borjas”.
Tal extremo provocó que Carmona Borjas tuviera que salir corriendo para evitar ser linchado, siendo protegido por varios agentes policiales que iban con pistola en mano para repeler a los enardecidos espectadores.
Varios diputados de Libre resultaron agredidos en la represión emprendida por los miembros de la cuestionada Policía Nacional, provocando pánico en las personas que suelen frecuentar el hotel ubicado en una zona exclusiva de Tegucigalpa.
Al salón de conferencias llegó el derrocado presidente hondureño y jefe de bancada del partido Libre, Manuel Zelaya, quien increpó a venezolano por haber participado en su derrocamiento y por emprender campañas de desprestigio en el exterior.
En tanto, los agentes policiales justificaron la represión al señalar que fueron requeridos por la seguridad del hotel para que pusieran orden mientras se daba la conferencia del golpista venezolano.
“David amigo, el pueblo está contigo”, gritaban los ciudadanos que llegaron hasta el hotel para acuerpar al periodista Romero, querellado hoy por Carmona.
“Yo vine aquí a dar la cara a este lugar, quería ver a este delincuente internacional…no estoy hecho de orines”, dijo Romero, quien llegó hasta el lujoso hotel para confrontar a Carmona.
“Capturen a Carmona”, “capturen a Carmona”, “capturen a Carmona”, insistían los hondureños presentes en la zona al tiempo que cuestionaban al gobierno de Juan Hernández por “dar protección”.
Testigos indicaron que el venezolano se atrevió a tocarse los genitales, dando a entender que tiene valor, provocando la ira de los enardecidos espectadores y de inmediato procedieron a perseguirlo; sin embargo, el conspirador fue sacado en un vehículo todoterreno.
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