Entre el 1 y 31 de mayo, todo hondureño con celular deberá validar su línea con registro biométrico –huella facial y fotografías de su tarjeta de identificación– obligatoriamente, para no perder su línea telefónica; esta medida adoptada por Conatel para el registro de tarjetas SIM, será aplicada para mayor control de números celulares, ante delitos de estafa, extorsión y otros.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. La Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), informó, que a partir del 1 de mayo, todos los hondureños con dispositivo móvil deberán validar en registro biométrico: huella facial y fotografías de su Documento Nacional de Identificación (DNI), para evitar que su número telefónico sea desactivado.
La ciudadanía tendrá hasta finales de mes para ejecutar ese registro que no exige huella dactilar para conservar sus líneas telefónicas, esto como parte de un proyecto ampliado al registro biométrico que comienza a aplicarse mañana con la venta de nuevas tarjetas SIM o “chips” de las principales empresas de telefonía.
Para el registro biométrico de números ya activos, Conatel lanzará una plataforma digital oficial, lo único que tendrá que hacer la ciudadanía, es tomar una fotografía de su rostro y anexar dos fotos –revés y derecho– de su DNI, este proceso es similar al que exigen las instituciones bancarias a través de sus aplicaciones móviles para validación de cuentas de ahorro.
Sobre el tema, el titular de Conatel, Lorenzo Sauceda, explicó que este mecanismo busca impedir que nuevas líneas telefónicas sean mal utilizadas en delitos como la estafa y la extorsión.
Además, dijo que las operadoras de telefonía móvil contarán con 5,000 agentes oficiales para la venta de tarjetas SIM con este registro biométrico.
“El ciudadano hondureño que no haya hecho el registro biométrico será dado de baja junto con su número telefónico. Quien, al 1 de junio, no haya completado su autogestión, perderá su línea y tendrá que acudir personalmente a reactivarla, lo que implica más tiempo, más incomodidad y más trámites”, sentenció Sauceda.
Desde hace varios años, criminales han utilizado nuevos números de teléfono para impedir ser rastreados, éstos han sido adquiridos producto de la venta ambulante de tarjetas SIM, comúnmente asignados para la extorsión o estafa, entre otros delitos cibernéticos.
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