El veterano periodista y analista político, Félix Molina, advierte que el financiamiento de USAID en Honduras ha moldeado la agenda de varios medios y periodistas, influyendo en la percepción pública y bloqueando cambios estructurales, siendo ésta un “vientre financiero” para narrativas alineadas con intereses de EE.UU.
Además, el veterano periodista es enfático que la libertad de expresión, como derecho humano, no es exclusivo de la prensa, sino que pertenece a cada sector de la sociedad y, en función de eso, no se trata de un derecho absoluto.
En la gráfica principal, se observa a ciudadanos hondureños informándose con la cuadriplana de EL LIBERTADOR, siendo el único periódico del país en denunciar el primer fraude de Juan Hernández en comicios de 2013.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. “La libertad de expresión pertenece igual a los líderes patronales, a las amas de casa, a los a los patronatos, a las asociaciones femeninas, a los microempresarios, es un derecho colectivo no es un derecho de los periodistas y de los medios”, así lo ha analizado el periodista Félix Molina, abordado por EL LIBERTADOR con relación a la proliferación de noticias falsas o sesgadas que han sido desmentidas por funcionarios.
Lo anterior se enmarca en una campaña reaccionaria de prensa tradicional y periodistas enlistados en el escándalo de corrupción “Hermes”, quienes alegan un ambiente “peligroso” al ser desenmascarados por el oficialismo; según Molina, “actualmente los medios de comunicación ya no son depositarios de la confianza pública”.
El entrevistado afirmó que miles de periodistas y medios asociados a organizaciones “sociales” aparecen en reportes preliminares sobre financiamiento extranjero, destacando que en Honduras varios medios digitales, páginas web y blogs reciben apoyo económico de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
DE INTERÉS: “MERCENARIOS”: DICE CONGRESO A PERIODISTAS Y MEDIOS QUE APOYAN PROPAGANDA USAID
Según su análisis, esta agencia ha servido como un “vientre financiero” para las agendas de la CIA, lo que ha llevado a la manipulación de narrativas políticas y sociales en distintos países, incluyendo Honduras.
“Las declaraciones de la embajadora de los Estados Unidos, por ejemplo, es replicada en cadena, a veces con los mismos titulares en más de diez medios de comunicación; en el último caso, los ataques al general Roosevelt, el jefe del Estado Mayor, como una manera de afectar la credibilidad y confianza del proceso electoral que custodian las Fuerzas Armadas”, expresó.
Asimismo, Molina hizo referencia cómo el golpe de estado de 2009 se ejecutó a través de campañas de desinformación financiadas por empresas privadas, “se pagó miles de dólares, al menos a dos empresas de lobby y de marketing político en Estados Unidos, que concertó periódicos, televisoras y radios de Europa, de Norteamérica y de América Latina”.
Para el periodista Molina, los medios tradicionales se han convertido en árbitros de la opinión pública ante la pérdida de credibilidad de otras instituciones como el Poder Judicial, las iglesias y las oenegés, lo que habría llevado a que adoptaran una “hegemonía no otorgada” donde se consideran dueños exclusivos de la libertad de expresión.
“Me parece a mí que creyeron o creímos que la libertad de expresión es una especie de arma de destrucción masiva a nuestro servicio exclusivo, lo que implica no reconocer que la libertad de expresión es un derecho social, es un derecho colectivo que pertenece a todos los ciudadanos”, agregó.
El analista también abordó cómo la libertad de prensa ha sido utilizada para la impunidad de ciertos periodistas y que ante medios que propagan información falsa es necesario que la ciudadanía verifique, “la veracidad de la información, el de constatar la credibilidad y confianza de las fuentes”.
Como ejemplo, citó la denuncia del secretario de Planificación Estratégica, Ricardo Salgado, quien acusó a una radio de cobertura nacional de ser un “centro de producción de noticias falsas”.
Deja un Comentario