Sputnik. – La respuesta de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, a las amenazas del próximo mandatario estadounidense, Donald Trump, de imponer aranceles del 25% a sus socios de Norteamérica fue un alto a la dependencia hacia EEUU, dijo en entrevista para Sputnik el doctor en economía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Óscar Rojas.
«En esta carta está clara la señalización de problemas compartidos y la coordinación [entre el equipo de Sheinbaum] para hacer frente contra la subordinación a EEUU», expresa.
Este argumento adquiere mayor fuerza, según el experto, en el cuerpo de la misiva de Sheinbaum, donde reconoce que si bien el Producto Interno Bruto (PIB) estadounidense (2,4%) es más alto que el mexicano (1,5%), no debe subyugarse a los deseos de otras naciones.
«Todas las culturas merecen el mismo respeto y ese es el principio del humanismo mexicano (…). Hay que estar al pendiente de esto, porque no significa que el viaje no vaya a ser ríspido, sobre todo con un personaje que ya conocemos como Trump, quien suele crear una especie de diálogo electoral y, ya en la Presidencia, lo toma como presión para negociación», asevera Rojas.
En esta línea, el doctor en economía por la misma casa de estudios, César Salazar, destaca en una charla para este medio que si bien el posicionamiento de la jefa del Estado mexicano fue adecuada, «el colocar aranceles por parte de los dos países llevaría a una guerra [comercial] que, en última instancia, padecerían los consumidores en ambos lados de la frontera, así como los trabajadores, especialmente a la industria manufacturera de exportación en México, quienes podrían quedarse sin empleo».
El especialista ahonda que esta oportunidad «podría ayudar a replantear el modelo económico de exportaciones porque, aunque la idea era diversificar el destino de nuestras exportaciones, nunca se logró. México es uno de los países con más tratados de libre comercio en el mundo, pero depende completamente del mercado estadounidense, porque es mucho más barato mandar productos para allá», agrega Salazar.
El 25 de noviembre, Trump afirmó que impondría un arancel de 25% a productos mexicanos y canadienses, esto hasta que realicen acciones para frenar la migración irregular en la región. Dicha medida se pretende implementar en cuanto el republicano asuma el cargo como próximo presidente de EEUU, es decir, el 20 de enero del próximo año.
«Este arancel permanecerá vigente hasta que las drogas, en particular el fentanilo, y todos los inmigrantes ilegales detengan esta invasión de nuestro país. Tanto México como Canadá tienen el derecho y el poder absolutos para resolver fácilmente este problema que lleva latente desde hace mucho tiempo», escribió Trump en la red Truth Social.
Ese mismo día, el político republicano también prometió colocar gravámenes de hasta 10% a las exportaciones de productos chinos, hasta que se resuelva el tráfico de drogas desde ese país.
Frente a este escenario, la mandataria mexicana envió una carta a Trump donde señaló que, en caso de que sus dichos se hagan realidad, su Gobierno responderá de manera similar.
«Presidente Trump: no es con amenazas ni aranceles como se va a atender el fenómeno migratorio ni el consumo de drogas en EEUU. Se requiere cooperación y entendimiento recíproco a estos grandes desafíos. A un arancel vendrá otro en respuesta y así hasta que pongamos en riesgo empresas comunes«, dice la misiva leída por Sheinbaum en su conferencia de prensa de este 26 de noviembre.
Más provocaciones que acciones
De acuerdo con los especialistas, esta misma táctica la utilizó Trump en su primer período al frente de la Casa Blanca (2017-2021).
Por ejemplo, en junio de 2018, el entonces mandatario estadounidense impuso aranceles del 25% al acero y del 10% al aluminio de la Unión Europea, Canadá y México, supuestamente por motivos de seguridad nacional. Los Estados afectados respondieron con medidas similares. Finalmente, los gravámenes fueron retirados en mayo de 2019.
En las mismas fechas, el republicano buscó establecer aranceles de entre 5% y 25% a todos los bienes importados desde México, esto por la oleada de personas migrantes que ingresaban de manera irregular a suelo estadounidense. La medida fue rechazada por la Administración del exjefe del Estado mexicano, Andrés Manuel López Obrador, (2018-2024) y nunca fue aplicada tras acordarse medidas para la gestión migratoria.
«Los dichos de Trump son más una provocación porque, seguramente, lo que está intentando negociar, porque ya le funcionó una vez, es que el Gobierno mexicano, y posiblemente el canadiense, genere medidas adicionales de protección [comercial]. Es una amenaza para ver cómo se comportan sus socios de Norteamérica«, subraya Salazar.
La directora de análisis económico, cambiario y bursátil de Grupo Monex, Janneth Quiroz, comentó que la coyuntura que se vivía en el primer Gobierno de Trump es muy distinta a la actual.
«Ya sobrevivimos a Donald Trump y, al final, después de esos ocho años y en el largo plazo, vemos que a México realmente no le fue mal. Por el contrario, hoy por hoy es el principal proveedor de mercancías de EEUU, con la posibilidad de que esta participación pueda seguir aumentando, si es que continúan estas tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y China«, respondió a Sputnik en la conferencia Perspectivas económicas hacia el 2025, de Grupo Monex.
Las secuelas ante posibles aranceles
Los especialistas consultados vislumbran diversos escenarios en caso de que el presidente electo de EEUU imponga aranceles y México conteste a ellos con medidas similares. El de corto plazo es la volatilidad del tipo de cambio, que ya es palpable en este momento.
De acuerdo con datos del Banco de México (Banxico), el peso cerró la jornada del 26 de noviembre en 20,68 unidades por dólar, es decir, tuvo una caída de 2% en comparación al día anterior, cuando la divisa mexicana se posicionó en 20,28 unidades.
«Difícilmente observaremos al tipo de cambio debajo de las 16,50 unidades como en el mínimo que se alcanzó en este 2024. Ante todo, este panorama de duda y nerviosismo, ese es un nivel que, al menos, en el corto plazo, no vamos a ver», puntualizó Quiroz.
Sobre el rubro empresarial, Sheinbaum indicó en su carta a Trump que algunas de las firmas que podrían resultar golpeadas por los aranceles son las automotrices General Motors, Stellantis y Ford, que llegaron al país hace 80 años.
Otras de las posibles consecuencias tanto para México como para EEUU, según Salazar, son el desempleo, incremento en el nivel inflacionario y la desaceleración del crecimiento económico.
Mientras tanto, Rojas precisa que los movimientos que pueda aplicar el futuro presidente estadounidense son riesgosos, debido a que golpean cualquier dinámica comercial.
«Lo que hemos visto es que estamos en un período de debilidad en el crecimiento general mundial y este tipo de medidas pegan en el corazón de este proceso. Hay una sensibilidad muy importante. Pero la hipótesis que se maneja es que sería el propio EEUU el que estaría terminando con problemas serios, debido a que su economía es de consumo y, si a sus fronteras llegan bienes importados con aranceles, se transmitirá en un mayor costo e inflación [para ese país]», abunda.
¿El T-MEC estaría en peligro?
Según Salazar, quien también es integrante del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, el pacto comercial entre México, EEUU y Canadá, conocido como T-MEC y que se revisará en 2026, tiene diversas cláusulas, mismas que podrían invocarse por los gobiernos canadiense y mexicano en caso de que las amenazas de Trump se hagan realidad.
«Es muy interesante el contexto, debido a que si tú impones aranceles del 25% sobre productos mexicanos que van a EEUU y se da un proceso de revisión, denotará que los gravámenes se dan para todos, lo que implica que ya no es libre comercio, ni sociedad comercial y, tal vez, ya ni siquiera hay un T-MEC», observa.
Ante ese panorama, Rojas, quien es docente en la UNAM, sugiere que la postura del Gobierno mexicano sea clara y contundente frente a los embates de EEUU, la cual le permita plantear el tono de las posibles negociaciones.
«También se tiene que hacer un frente nacional, ya que la afectación no es menor y es importante realizar un llamado a la unidad, no en torno a un partido político, sino a la democracia del país, para ejecutar los planes de desarrollo de forma soberana. Esto también funciona para conectar con los millones de mexicanos que están en EEUU y que forman parte de la actividad económica y política de ese país», concluye.
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