Jueces y magistrados serán elegidos por el pueblo. El pleno del Senado de México aprobó anoche por mayoría calificada los artículos de las reformas constitucionales al Poder Judicial, afín de nombrar mediante voto popular a jueces y magistrados de las altas cortes.
Agencias / EL LIBERTADOR
Sputnik. «Con 86 votos a favor y 41 en contra, se aprueban los artículos reservados, en los términos del dictamen, que modifica la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia de Reforma al Poder Judicial», informó en un comunicado la Cámara Alta sobre el dictamen, que ya tenía media sanción de la Cámara de Diputados.
La aprobación de la reforma constitucional, que es la primera de un paquete de 20 cambios a la Constitución propuesta por el Ejecutivo, es el último triunfo del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien se despide de su mandato de seis años el último día de septiembre.
«Queda aprobado el proyecto de reforma que modifica y deroga diversas leyes que reforman el Poder Judicial y se remite a las legislaturas estatales», anunció el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña.
Se requiere la aprobación de, al menos, la mayoría simple de la mitad más uno de los congresos de los 32 estados de la federación mexicana para consumar el proceso legislativo.
A lo largo de más de 15 horas de un ríspido debate, el oficialismo batalló por obtener el último voto requerido para alcanzar las dos terceras partes necesarias.
En escenas inéditas en la historia legislativa del país norteamericano, a las protestas de cientos de jueces inconformes, que realizan desde hace tres semanas un paro de labores, se sumaron cientos de manifestantes al pleno de la sede oficial y obligaron a trasladar la sesión a una sede alterna, en un antiguo edificio del Centro Histórico capitalino.
«Termina la sesión y se cita a la siguiente, el [próximo] miércoles 18 de septiembre a las 11:00 horas [17:00 GMT]», informó el Senado al informar el desenlace al cierre de los debates a las 4:00 locales (10:00 GMT).
«¡La reforma va, la reforma va!», clamó la bancada oficialista para celebrar su triunfo.
El oficialismo logró incrementar de 83 a 85 su bancada, al sumar dos asientos del partido de la Revolución Democrática (PRD, centroizquierda, que perdió su registro en los comicios) y permitió a sus representantes migrar al gobernante Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Sin embargo, necesitaba un voto más para lograr la mayoría calificada que permite modificar la Constitución.
Protestas
Los partidos de oposición denunciaron presiones y acoso del oficialismo, mediante acusaciones de fiscalías locales, para forzar a algunos de sus legisladores a sumarse a la coalición gobernante.
Un legislador del opositor Partido Acción Nacional (PAN, centroderecha) que por la mañana solicitó permiso para ausentarse de la sesión esgrimiendo problemas de salud. Sin embargo, por la noche se incorporó de nuevo a sus funciones legislativas para anunciar que desertaba del bloque opositor y votaría por el proyecto oficialista de Morena y sus aliados.
El líder de la bancada del PAN, Marko Cortés, denunció que el oficialismo había presionado a familiares de Yunes Márquez con acoso y extorsión, y finalmente acusó de «traición» al senador Yunes.
Un legislador del Movimiento Ciudadano (MC, socialdemócrata) por el estado de Campeche (sureste), Daniel Barreda Pavón, fue el único ausente del pleno de 128 senadores, por atender el arresto de su padre. Su partido denunció la detención del padre del legislador durante toda la jornada, pero hasta la noche del 10 de septiembre se conoció una orden judicial y el arresto en la ciudad de Campeche, sin determinar el delito imputado al familiar del senador opositor ausente.
El oficialismo negó durante varias horas la detención y la oposición pidió suspender la sesión hasta que se apresentara su representante, pero la propuesta fue desechada.
En las protestas callejeras, el senador de esa misma bancada, Donaldo Colosio, fue agredido con gasolina que le lanzaron en los ojos, anunció en la tribuna el presidente de la Cámara Alta.
Hamlet Almaguer, líder de Morena, calificó a los manifestantes como «golpistas» y los comparó con los seguidores del expresidente estadounidense Donald Trump que tomaron el Capitolio en enero de 2021.
Los inconformes están en paro nacional indefinido desde el 21 de agosto en protesta contra el proyecto de reforma para, entre otras medidas, elegir por voto popular las altas cortes y unos 6.000 jueces federales.
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