“Son veedores sociales que lo que han hecho más bien es descalificar al actual Gobierno, cuando no han tenido la capacidad moral, ya que en su momento fueron entes que avalaron –por ejemplo– la instalación y la adquisición de los famosos hospitales móviles”, criticó el analista, José Zuniga.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. El presidente del Congreso Nacional, Luis Redondo, cuestionó las motivaciones del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) y la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), a las que calificó con cero interés por ayudar a la población hondureña y de haber sido cómplices con su silencio, para que hubiera dinero del narcotráfico dentro de la política.
Las declaraciones no sentaron bien a los organismos de sociedad civil y otras oenegés, quienes criticaron al presidente del Legislativo acusándole de faltar a la transparencia durante su gestión así como la falta de legitimidad en su cargo, esto debido al intento de golpe que el Partido Nacional buscó a través del diputado Jorge Cálix –electo por Libre y ahora precandidato del Partido Liberal– para que fuera éste el titular de ese poder.
A criterio del analista político, José Zuniga, estos entes no tienen moral en sus posturas con relación a sus discursos contra el actual Gobierno. El experto evalúa que el actual Congreso Nacional, ha desempeñado una labor correcta si se toma en cuenta la administración legislativa que dirigió el nacionalista Mauricio Oliva (2014-2022), donde en lugar de consensos, había millonarios sobornos para pasar leyes perjudiciales para la sociedad.
Zuniga puntualiza que es irrespetuosa la postura de ambas instituciones y, sobre todo, la falta de criterio por analizar el trabajo de Redondo en llevar consensos entre las diferentes bancadas sin emular las anteriores prácticas y que, a su criterio, habrían seguido si Jorge Cálix se quedaba en la titularidad del Legislativo.
“Ya sabemos cuál ha sido el antecedente de lo que iba a ser un Congreso nefasto tomado por las manos del que hoy ya ha caído su máscara, como lo fue el abogado Jorge Cálix Espinal, quien en su momento, en componendas con gente del Partido Nacional y el Partido Liberal, quería favorecer a sectores oscuros dentro de este hemiciclo Legislativo, hablándolo propiamente, de seguir con leyes que eran nocivas a la sociedad hondureña”, extiende Zuniga.
En ese sentido, cuestiona que ni el CNA, ni la ASJ, tienen la moral para optar por la postura que hoy mantienen porque “en su momento fueron entes que avalaron –por ejemplo– la instalación y la adquisición de los famosos hospitales móviles que atentaron contra la salud del pueblo hondureño”; entre otros actos, como la reelección ilegal del Fiscal General, Oscar Chinchilla, al cual, organizaciones apodaron “fiscal cinco estrellas”.
“El Congreso anterior que era presidido por Mauricio Oliva, es de vox populi que fue uno donde se movía el dinero para llegar a los consensos. Este Congreso Nacional, donde designaciones presupuestarias para pagar medios corporativos no ha sido la regla para dar a entender que están trabajando realmente por el pueblo hondureño”, recalca.
El analista destaca que no fue así en otras ocasiones, por ejemplo con la nombrada “diarrea legislativa” donde se aprobaron cientos de decretos de forma exprés o en las reuniones a través de zoom durante la pandemia donde, “se hicieron varias leyes con el fin de beneficiar sectores oscuros políticos y empresariales de nuestro país”, agregó.
Zuniga no descartó la posibilidad que tanto ASJ, pero principalmente el CNA, “con fondos patrocinados por la USAID”, busquen implementar “una política centro derechista para que no siga las actuales políticas gubernamentales favoreciendo al pueblo hondureño”.
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