El pasado sábado, el locutor Edgardo Zuniga, señalado como uno de los presuntos responsables del crimen contra el periodista deportivo, Arístides Soto, fue arrestado de nueva cuenta tras que un Juzgado Penal de San Pedro Sula aceptara un recurso de casación presentado en 2008.
El Poder Judicial notificó al comunicador que volvería a prisión para cumplir su condena de 17 años de cárcel, ahora en la Penitenciaría Nacional en Támara.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. “El sistema de injusticia de Honduras vuelve a meter a la cárcel a Edgardo Zuniga Jr. Hoy soy yo mañana será uno de ustedes”, esto publicó en sus redes sociales el locutor de radio, al conocer la determinación del Juzgado Penal de San Pedro Sula de ordenar su arresto, ejecutado por agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI).
Zuniga, junto al extinto estadista deportivo, Walter Urbina, fueron enjuiciados por el crimen contra el también comunicador, Arístides Soto, suceso ocurrido en un hotel de San Pedro Sula en 2001.
En 2005, tras dos años de proceso judicial, el Juzgado de Letras III de lo Criminal emitió una sentencia absolutoria a beneficio de Zuniga y Urbina; sin embargo, en 2007 la Corte de Apelaciones de San Pedro Sula, aceptó un recurso de la Fiscalía, condenándoles a 17 años de prisión.
Zuniga fue arrestado el 5 de septiembre de 2008, pero en 2015 fue absuelto por “duda razonable” y se decretó sobreseimiento definitivo para ser puesto en libertad; en cuanto a su amigo, Urbina –quien falleció en abril pasado de un paro cardiaco–, su defensa logró que se aplicara medidas cautelares, pero en 2017 fue arrestado nuevamente por la DPI y enviado a la cárcel de Támra donde falleció a causa de un paro cardiaco.
El pasado fin de semana, el Poder Judicial informó que el Juzgado Penal aceptó un recurso de la Fiscalía y, en ese sentido, se le notificó al comunicador que volvería a prisión para cumplir la condena de 17 años.
Zuniga –junto a Urbina, antes de su deceso–, amparaba encontrar su presunta inocencia sobre el hecho que ocurrió en el año 2001 y que hasta la fecha, entre conspiraciones y especulaciones, no ha visto una resolución justa que indique lo que sucedió esa noche, ni quiénes son los autores intelectuales que ordenaron el crimen contra Soto, que a esa fecha tenía 29 años.
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