Economistas que han hablado con EL LIBERTADOR, observan una lenta ejecución del presupuesto General de Honduras y, así, el destacado economista Claudio Salgado, analiza que este fenómeno se debería a varios factores, entre ellos, la tardía aprobación del presupuesto del año fiscal 2022, además, falta de experiencia para la gestión de administradores en algunas secretarias del Estado.
El experto en macroeconomía, razona que las consecuencias desde ya las afronta la población, particularmente en el área social como salud y educación y en el tema de infraestructura, “en el área de educación hasta ahora se está realizando un concurso de plazas y en salud el personal espera pagos, otros siguen pidiendo plazas permanentes”.
Redacción Central/EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. En principio, el presupuesto General de Honduras para 2022 solicitaba al Congreso Nacional 308, 233.6 millones de lempiras, con un incremento de 19,362.5 millones respecto al de 2021, y así fue aprobado en octubre del año anterior por los parlamentarios, en su mayoría integrantes de los partidos Nacional y Liberal.
No obstante, con el cambio de Gobierno, la nueva presidenta de los hondureños, Xiomara Castro, remitió al Congreso un proyecto de Ley encaminado a modificar el presupuesto a 360,505 millones de lempiras, es decir, dándole un incremento de 52,271.4 millones de lempiras.
El proyecto fue aprobado por unanimidad por los parlamentos del Legislativo que preside el diputado de Partido Salvador de Honduras (PSH), Luis Redondo.
En este sentido, el dinero pasó a ser distribuido a las distintas Secretarias del Estado y, como una de las promesas de campaña de la presidenta Castro, éste se enfocó en seguridad y bienestar social.
Para el gabinete social se estableció un monto de 67,433.64 millones, en los que figura, la Secretaría de Educación con 33,353.15; la Secretaría de Salud, con 22,251.33; la Secretaría de Desarrollo e Inclusión Social (SEDIS), con 1,784.49; Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), con 5,155.79, entre otras instituciones.
Y a casi ocho meses de 2022, economistas han detectado una lenta ejecución del presupuesto General de Honduras, ya que estiman que de momento solo se ha desarrollado un 10 por ciento de los 25,000 millones destinados a programas sociales.
En este sentido, el economista, Claudio Salgado, en conversación con EL LIBERTADOR analiza que la lenta ejecución se debería a dos factores claves: el primero es la aprobación tardía, ya que fue hasta el mes abril cuando se dio el visto bueno, y la segunda es que se han asignado a administradores con poco experiencia en algunas Secretarias del Estado.
Asimismo subraya que la adjudicación de fondos requiere –en algunas ocasiones- propuestas y licitaciones para concluir el trámite de manera satisfactoria.
Pese a eso el estudioso es optimista al asegurar que al finalizar el 2022 el presupuesto de las distintas Secretarias será ejecutado de manera adecuada debido a que los funcionarios al frente de esta son sometidos a un proceso de evaluación en base a resultados, “ya en diciembre ellos deberán de justificar el cumplimiento o no de las metas establecidas”.
Por antes planteado analiza que las consecuencias de una lenta ejecución afecta principalmente a la población hondureña ya que se estaría satisfaciendo de manera tardía las necesidades de los hondureños.
Salgado es del criterio que los sectores más afectados son los que cubren el ámbito social como: salud, educación y en tema de infraestructura, “en el área de educación hasta ahora se está realizando un concurso de plazas y en salud el personal espera pagos, otros pedían plazas permanentes”.
Además de los proyectos de infraestructura que requieren mucho tiempo de elaboración y que alivian la situación económica de los hondureños mediante la generación de empleos directos e indirectos.
Y es que el sector social ha sido históricamente olvidado por los gobiernos anteriores, por ejemplo el anterior presidido por Juan Orlando Hernández, engañaba a la población con proyectos populistas que resolvían las necesidades a corto plazo de los hondureños mediante los bonos.
Salgado es enfático al expresar que el problema fiscal en Honduras es muy fuerte, razón que ha impedido un rápido desarrollo de las promesas de campaña de la presidenta Castro.
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