MEMORÁNDUM SOBRE EMERGENCIAS

Aunque no arrecia aun, el inicio de la temporada lluviosa, la primera onda tropical registrada la semana pasada del 20 de mayo 2022 evidenció: a) la concatenación de crisis heredadas cíclicas que pueden agitar aún más el clima de conflictividad e ingobernabilidad.

La Mesa Ciudadana*
Opinión
EL LIBERTADOR
redaccion@ellibertador.hn

I. Caracterización de 4 tipos de emergencias inminentes

A. Emergencias climáticas
Honduras por su ubicación geográfica y características socioeconómicas, es considerada uno de los países más vulnerables. Su situación geográfica en el istmo y el trópico propicia la aparición crónica de los fenómenos climáticos extremos, del Pacifico como del Caribe que, año con año azotan al país, destruyendo patrimonios, debilitando su frágil economía, frenando el desarrollo sostenible e impulsando migración. Esa vulnerabilidad se agudizó en décadas recientes, por la deforestación y la erosión, el asolvamiento de los cauces, ante los impactos del cambio climático, y por el modelo dependiente.
Aunque no arrecia aun, el inicio de la temporada lluviosa, la primera onda tropical registrada la semana pasada del 20 de mayo 2022 evidenció: a) la concatenación de crisis heredadas cíclicas que pueden agitar aún más el clima de conflictividad e ingobernabilidad, b) la vulnerabilidad de la capital y otras regiones del país, en el sur, por ejemplo, en zonas que quedaron incomunicadas, c) la ausencia de un plan de mitigación de riesgos frente a las emergencias climáticas y de una organización para implementarlo. D) que ya se reportan inundaciones cuando las lluvias empiezan a golpear el valle de Sula, donde aún no se mitigado el daño de ETA y Iota. E) las nuevas autoridades edilicias y de COPECO, no lucen preparadas.

B. La Emergencia Sanitaria
Y la emergencia climática trae en paralelo otra emergencia: la sanitaria, en un sistema colapsado que no se repone de la emergencia del coronavirus, los rebrotes de dengue y zika al acumularse las precipitaciones, los brotes de leptospirosis con las inundaciones, la influenza, la novel amenaza de la viruela del mono, entre otras.

C. Emergencia migratoria
En estrecha asociación estas emergencias climáticas y epidemiológicas de la población impactan la economía y azuzan las carencias sociales generando el fenómeno que los expertos llaman “migraciones climáticas”, gente que, por los efectos del cambio climático, huye de las zonas que ya no son habitables y lo hace a lo interno o fuera del país. En paralelo a la emergencia climática, el fenómeno migratorio recuerda que es un problema permanente, la gente se sigue yendo, en pequeñas caravanas o en la llamada migración por goteo.
La ausencia de políticas públicas es notoria. La respuesta ante las emergencias sigue siendo reactiva: ¿prestar el avión presidencial para repatriar cadáveres? Se desconoce, por ahora, cuál es la estrategia frente a la presión de USA contra la migración y cómo se usarán los fondos prometidos, si llegan, o qué se hará, si no llegan. Las tragedias de los migrantes siguen golpeando al país, generando una sicosis que paradójicamente publicita más de lo que desanima la epopeya del migrante. En lo interno, aumenta la presión de la migración a las zonas urbanas, colapsadas en su mayoría, a lo externo, se suman a las caravanas buscando su “sueño americano”.
Se han puesto en escena una serie de políticas nuevas de los propios Estados Unidos de América e incluso de los Estados Unidos Mexicanos, muy contrastantes con las de sus gobiernos anteriores, tanto en la recepción de los migrantes como en la apertura para facilitar la migración legal. Pero las presiones previsibles de las emergencias climáticas como de las económicas, rebasaría fácilmente la presión migratoria. Y a diferencia de esos países receptores Honduras no ha variado ni enriquecido su política ante el problema, mucho menos ha organizado un manejo responsable de esa crisis continuada.

D. Emergencia alimentaria, ante coyuntura internacional
Se anuncia también, relacionado a la emergencia climática, una crisis alimentaria agudizada por factores externos relacionados con el alto precio de carburantes y compra de insumos agrícolas por la guerra entre Rusia y Ucrania. Nuestra economía es igualmente vulnerable que nuestra geografía, e igualmente predecible la consecuencia de las fluctuaciones. Toda la agricultura comercial y la explotación de recursos marinos, el transporte y la conservación de alimentos está atada al consumo de energía, hidrocarburos y electricidad. Así que es inevitable que la crisis política mundial va a producir una hambruna de dimensiones calamitosas.
Por sus tierras y minerales, Ucrania y Rusia, hoy en guerra devastadora, eran de los principales productores de hidrocarburos y asimismo de fertilizantes y de granos básicos, trigo, cebada, aceite, etc. Los demás países europeos buscan invertir masivamente para anticipar las carencias. Estados Unidos podría aun beneficiarse, pues que tiene recursos energéticos y una agricultura altamente productiva, Pero muchos países en Asia y África ya están boqueando. Ahí ya se materializo la falta de pan.
Entre los más dañados estaremos los países que no tenemos petróleo, importamos excedentes alimenticios y carecemos de ciencia y de tradición para enfrentar el problema. No pareciera haber nadie en Honduras no digamos en el gobierno encargado de este problema, anticipándolo, buscando soluciones. Pero la imprevisión puede ser todavía más catastrófica.

II. Políticas de estado y Plan vrs. Acciones reactivas.
Entendemos que el actual gobierno no recibió políticas de estado del anterior, que fue notoriamente calamitoso en el manejo de las emergencias y nunca corrigió.
Tanto en el caso de ETA y IOTA como en el manejo de las epidemias y más recientemente la del COVID 19 el régimen depuesto en las elecciones recientes tuvo un desempeño nulo. Nos salvó de una explosión social, por un lado, cierta resiliencia del tejido social sobreviviente y, por otra parte, la migración irregular masiva, que no pudo ser contenida por los países intermedios y produjo un incremento de las remesas a la vez que un alivio del desempleo. Y de una catástrofe epidemiológica por falta de prevención, nos rescató la donación masiva de vacunas de países como de organismos amigos. Pero estas emergencias, producto de crisis heredadas, se concatenan y si las respuestas no son efectivas para mitigar los riesgos, se pueden volver un combustible que avive aún más, las demandas básicas que el gobierno enfrenta a diario, sin poder solventar.
Estamos a tiempo de prevenir riesgos mayores ante los pronósticos. Honduras está diagnosticada en estas materias, se deben priorizar las atenciones ante a los escenarios inmediatos.
La urgencia y amenaza gravísima inminente obliga a una combinación de acciones preventivas, inmediatas, una planificación para la emergencia y formulación de política en el menor tiempo posible y una organización de los equipos y cuadros idóneos competentes y disciplinados.

III. Recomendaciones/ Propuesta Concretas
El gobierno debe de inmediato ubicarse frente al problema, organizar un equipo interinstitucional bajo un mando coordinador y convocar a todos los actores posibles, instituciones, gobiernos locales, cooperación extranjera de gobiernos y organismos, los que se ofrezcan, a la empresa agropecuaria y a las organizaciones campesinas para pedir cooperación para una Estrategia Diversa.

Ese equipo interinstitucional debe plantearse metas en una línea de tiempo, empezando por obras de infraestructura y organización de refugios, campañas sanitarias y de vacunación, aprovisionamiento de alimentos y de insumos básicos que pudieran ser sustituidos en la agricultura de todo tipo.

*

Deja un Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada.

error: Contenido Protegido