A menos de 24 horas de haber sido inaugurada, la controversial repostería “La Puntita Hn” ha sido bloqueada por autoridades de la Alcaldía de San Pedro Sula, que titula el empresario Roberto Contreras, por “atentar contra la moral”, pese a que el establecimiento nunca se presentó como un local de consumo familiar.
El negocio de reciente creación, causó impacto en cientos de sampedranos que formaron largas filas para probar sus postres con forma de genitales humanos, lo anterior llamó la atención de las autoridades que justificaron que la empresa es comparable a un burdel o sitios de “entretenimiento” para adultos.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. La controversia estalló en San Pedro Sula tras la inauguración de “La Puntita Hn”, una repostería que causó conmoción en los ciudadanos de la “capital industrial” de Honduras que anoche, en su inauguración, hicieron largas filas para comprar sus curiosos postres en forma de genitales humanos.
El establecimiento, que no se ofrece como un restaurante familiar, puso en venta dulces rellenos, waffles y helados, entre otros productos, su campaña en redes sociales anunciando la apertura incluso tomó conceptos de marketing implícito de empresas productoras de preservativos que juegan con las palabras.
Sin embargo, para las autoridades municipales de la administración del empresario de comidas, Roberto Contreras, se atentó contra la moral en una ciudad que por muchos años se calificó como la más violenta del mundo y que como cualquier urbe, posee decenas de centros nocturnos que se prestan como plataforma para venta de droga, negocios ilícitos y prostitución.
A unas 12 horas de haberse inaugurado, oficiales municipales llegaron al establecimiento ubicado cerca del centro comercial Galerías del Valle, alarmados por el escandaloso éxito del negocio en sus primeras horas de vida.
Horas más tarde la directora de Justicia Municipal, María Sanabria, detalló que el negocio no cuenta con la licencia para operar dentro de la ciudad: ‘’El tipo de actividad que ellos realizan no está permitido dentro del ordenamiento interno de esta ciudad, la ley principal establece que todos aquellos negocios que atenten contra la moral no son permitidos”.
La funcionaria justificó que la forma de los postres implica “violencia a la moral” porque se venden en horarios de consumo hábiles para menores de edad y advirtió, casi con saña, que la administración de Contreras no va a otorgar ningún tipo de permisos “a esta clase de negocios”.
Los dueños de “La Puntita Hn” señalaron que respetan al alcalde Contreras porque él inició como un emprendedor; no obstante, han criticado que no se les permita operar aun cuando este tipo de negocios, en países del “primer mundo” son comunes, dejando expuesto el serio atraso mental de los políticos hondureños que no aprovechan ese tipo de empresas para fomentar la educación sexual.
De hecho, a través de su página oficial en Facebook, han ironizado que los permisos para burdeles, los puntos ilegales de sexo-servicio y “chupaderos” –bares de cuestionada reputación– no tienen problema alguno para atentar contra la moral.
En otra publicación informaron que ante el cierre en San Pedro Sula, autoridades municipales de distintas partes del país ya los han contactado para instalar sucursal con todo el permiso de operación: “En nuestra SAN PEDRO SULA, nos quedó sólo de lema lo de ciudad de emprendedores!”.
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