El Gobierno Hernández había anunciado hasta con alfombra roja los acuerdos logrados con los gobiernos y farmacéuticas Sputnik V y Pfizer y, aseguró la llegada de 4,2 millones de la rusa y 4,4 millones de la estadounidense, sin embargo, unas caen a gota lenta y las otras no han llegado, en tanto, los contratos son secreto de Gobierno, hasta el Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP) avaló la reserva de esa información.
EL LIBERTADOR ha buscado una explicación por el interés público que eso implica y, debido a la imposibilidad de acceder a las autoridades para que expliquen a los hondureños el porqué no se han publicado esos documentos en los “portales de transparencia”, hemos analizado algunas cláusulas del contrato entre Brasil y Pfizer suscrito el pasado marzo para conocer las similitudes que podría haber con el de Honduras.
Redacción Central/EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. El contrato de compra y venta de vacunas entre el Gobierno de Honduras y la farmacéutica Pfizer por 4,4 millones de vacunas anticovid y el contrato con Sputnik V por 4,2 millones aún no se han publicado, además, las dosis que hubieran inmunizado totalmente a 4 millones 315 mil hondureños no aparecen o caen a cuenta gotas, es por eso que la población en riesgo de enfermar y morir se pregunta ¿Dónde están? En el sistema oficial de compras públicas no hay ningún rastro.
La comisionada del Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP), Ivonne Ardón, ha dicho a los medios de comunicación que publicaría el contrato con Pfizer porque ya estaba en su poder, pero todavía no está en el “portal de transparencia” de la institución, según confirman las búsquedas de este periódico hasta la hora en que se escribe este artículo.
EL LIBERTADOR intentó hablar con la comisionada por medio de varias llamadas y mensajes y, aunque estaba en línea, disponible y accesible, según relacionadores públicos del IAIP, ella ignoró y jamás respondió a nuestro interés por informar a la sociedad hondureña trasladando su reacción acerca del tema, la misma conducta asumieron el Comisionado Presidente IAIP, Hermes Omar Moncada y el comisionado del IAIP, Julio Vladimir Mendoza.
Cabe destacar que la Secretaría de Salud (Sesal) ordenó al IAIP mantener en secretividad algunas cláusulas del contrato con Pfizer que aún no está en el portal, entre esas, están el precio de la vacuna y el tiempo de entrega de las dosis adquiridas, según Ardón, simplemente deberán llegar antes que termine este 2021.
Cálculos de este rotativo con base en la información oficial publicada por el Gobierno, indicaban que hay contratos con Pfizer por 4,4 millones y con Sputnik por 4 millones 230 mil dosis, estás ayudarían a inmunizar totalmente a 2 millones 200 mil con Pfizer y 2 millones 115 mil con Sputnik V, un total de 4 millones 315 mil hondureños, pero hasta ahora, el Gobierno solo ha inoculado totalmente a 74 mil 493, equivalente al 0.76 por ciento, por eso, la población se pregunta, ¿qué pasó con todas esas dosis prometidas, y los contratos?
Este rotativo revisó la compra de 100 millones de dosis de Pfeizer (cada una por 10 dólares) del Gobierno de Brasil y, esto nos podría indicar similitudes con el contrato de Honduras que aún nadie conoce, por ejemplo, resulta muy controversial los puntos sobre la indemnización en caso de “negligencia” del proveedor, además, la renuncia a la inmunidad de soberanía, razón por la cual, países como Argentina no llegaron a acuerdos porque sus legislaciones internas no les permiten ese tipo de negocios.
Así como Brasil, otros países como Chile, Perú, Colombia y Ecuador, sí lograron cerrar un convenio con la farmacéutica estadounidense, a pesar de que el marco legal de los países no era compatible con las cláusulas del contrato expuesto.
Al principio el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, estaba renuente a aceptar las imposiciones de Pfizer, incluso explicó sus razones: “El contrato está bien claro: si te convertís en yacaré, es tu problema. Si te convertís en superhéroe… Si le sale barba a alguna mujer o algún hombre comienza a hablar agudo… Ellos no tienen nada que ver con eso”, sin embargo, la farmacéutica respondió que esas condiciones eran las mismas para otros países con quienes habían cerrado acuerdo, así en marzo anterior, Bolsonaro terminó por aceptar el contrato.
Por otro lado, la cláusula 8 del contrato llamada “indemnización”, exige a Brasil que no le pida el pago de cualquier clase de resarcimiento por cuestiones que impliquen la “investigación, el desarrollo, la fabricación, la distribución, la comercialización o el uso de la vacuna”.
La controversia sigue, pues la cláusula 9 sobre “seguro y responsabilidad civil”, donde el contrato subraya los “límites de responsabilidad” cita: “En ningún caso, ninguna de las partes será responsable ante la otra parte o sus afiliadas, ya sea que surja por agravio (incluyendo, sin limitación, negligencia), contrato o de otro modo, por cualquier daño indirecto, especial, consecuente, incidental o punitivo, ya sea por contrato, garantía, agravio, negligencia, responsabilidad estricta o que se deriven o estén relacionados con el presente acuerdo”.
Y Sigue desglosando que “las transacciones contempladas en el mismo o cualquier incumplimiento del mismo (sea o no razonablemente previsible e incluso si la primera parte haya sido advertida de que la otra parte incurra en dicha pérdida o tipo de pérdida)”, además, destaca que “en ningún caso Pfizer será responsable ante el comprador por daños directos”.
En el inciso 4 de la cláusula 9, titulado “renuncia a la inmunidad soberana”, dice puntualmente: “El comprador renuncia expresa e irrevocablemente a cualquier derecho de inmunidad que él o sus activos puedan tener o adquirir en el futuro (ya sea como inmunidad soberana o cualquier otro tipo de inmunidad), incluyendo cualquier activo controlado por cualquier agencia, instrumento, Banco Central o autoridad monetaria de Brasil”.
Por cualquier proceso judicial que pueda surgir entre Brasil y Pfizer, manifiestan que en ese caso, “el comprador se somete expresa e irrevocablemente a la jurisdicción de los tribunales de Nueva York”.
Hay que mencionar que este rotativo también se encargó de buscar el contrato por la compra de 4 millones 230 mil, pero tampoco está en línea, únicamente encontramos en el portal del IAIP el acuerdo de suministro donde detallan tanto en inglés como en español con la farmacéutica rusa Sputnik V, donde detallan que acuerdan esas 2 millones 115 mil dosis del componente uno y 2 millones 115 mil dosis del componente 2, cada una por un valor de 9.95 dólares y, por las dos, 19.90 dólares.
En el documento se indica que 2 millones 115 mil dosis es la “cantidad comprometida”, la cual están obligados a “tomar o pagar”, asimismo, explican que el comprador deberá pagar el 50 por ciento del precio de cada lote comprometido de acuerdo con la especificación del envío de productos, la transferencia se haría por medio de una cuenta bancaria del vendedor.
Según publicaciones de la Secretaría de Salud, el embajador de Rusia concurrente para Honduras, Alexander Nikolaevich Khokholikov, confirmó el 5 de marzo que había un contrato para traer al país 4,2 millones de Sputnik V y, además, que ese contrato también llegaría pronto, ese lote inmunizaría a 2, 1 millón de hondureños.
Hasta la fecha la población se pregunta qué ocurrió con todas esas dosis, pues como se conoce, al parecer, jamás llegaron, la misma Secretaría de Salud subrayó ayer por medio de un comunicado que este año Honduras ha recibido dos lotes de Sputnik V, el 16 de abril el primero con 3 mil dosis del componente uno y 3 mil del dos, mientras que el segundo lote llegó el 14 de mayo con 40 mil del primero componente.
Salud asegura que se mantiene en comunicación con “el Fondo Ruso para la Inversión para obtener respuesta del envío del segundo componente”, sin embargo, no han mostrado los documentos de esas gestiones, ni tampoco mencionan qué pasó con todo el lote de 4,2 millones que supuestamente ya estaba listo para llegar al país desde inicios de marzo.
El 15 de abril, la comisionada del IAIP, Ivonne Ardón, había afirmado que en marzo Salud solicitó la reserva de dos puntos del contrato con Sputnik, son el lugar del depósito del pago del Fondo Ruso y la propiedad intelectual del Fondo Ruso y, aunque dijo que el resto del contrato es público aún no está disponible, en su lugar solo se encuentra un “Acuerdo de Adquisición”.
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