Palestina, Jordania y Turquía han arremetido contra el Gobierno de Juan Hernández luego de inaugurar la embajada de Honduras en Jerusalén, siguiendo la línea del exmandatario Donald Trump; las naciones han criticado que la diplomacia del país ha dado un “paso en falso” y lo consideran una grave violación al derecho internacional.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. Tras el cierre de los actos protocolarios en la nueva embajada de Honduras en Jerusalén, con presencia de autoridades israelíes y del gobernante Juan Hernández –acompañado de su excesiva comitiva–, la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y el Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía, emitieron pronunciamientos para condenar el “paso en falso” de la diplomacia hondureña.
La ANP, a través del Ministerio de Exteriores, consideró una «flagrante violación del derecho internacional» el traslado de la embajada hondureña y aquejó que es lamentable que Juan Hernández haya decidido “ubicarse en el lado equivocado de la historia y proceder con este paso hostil contra el pueblo palestino».
Por su parte, el gobierno de Jordania rechazó y condenó la decisión hondureña, «porque representa una grave violación del derecho internacional”.
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El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Daifallah al Fayez, agregó que «cualquier medida que busque cambiar el estatus legal de Jerusalén es nula y sin valor, de acuerdo con el derecho internacional».
En tanto, Turquía se sumó para cuestionar la decisión de Hernández, en un comunicado alertó que Honduras “con este paso, ha violado el derecho internacional así como las resoluciones de la ONU relacionadas con el estatus de la ciudad de Jerusalén”, según la Agencia Turca Anadolu.
El documentó indicó que lo que ha el gobernante «también dañó la visión de la solución de dos Estados y las esperanzas de paz en la región». Y continuó: “Fue un hecho lamentable que Honduras trasladara su embajada de Tel Aviv a Jerusalén y la abriera. Condenamos esta decisión”. El ministerio llamó a Honduras a revertir «este paso en falso».
El estatus de Jerusalén es una cuestión delicada, ya que la parte este de la ciudad quedó ocupada por los israelíes en la Guerra de los Seis Días, de 1967, y en 1980 fue oficialmente anexionada y proclamada -de manera unilateral y contra el dictamen de la comunidad internacional- capital de Israel, lo que llevó a que los Estados retiraran de allí sus embajadas hasta lograr una solución negociada del conflicto.
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