El consejero electoral Marlo Ochoa compareció anoche afirmando que «ni aunque me lleven a ese Pleno a punta de balas me van a hacer validar un fraude», sentenciando que la única forma de garantizar la transparencia es a través del conteo total de actas.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. El representante del Consejo Nacional Electoral (CNE), Marlon Ochoa, advirtió que se negará a respaldar cualquier resultado electoral surgido de un proceso viciado por irregularidades, intimidaciones y presiones externas, y dejó claro que en ninguna circunstancia firmará ni legitimará un fraude.
En ese contexto, denunció que las consejeras Ana Paola Hall -presidenta del CNE- y Cossette López, llevan más de diez días sin presentarse físicamente, participando únicamente por vía telefónica, situación que calificó como anómala.
«Están publicando mensajes que no han escrito ellas, y eso es una intervención descarada en el proceso. Es inaceptable que un país extranjero pretenda decidir quién debe ser presidente en Honduras», enfatizó.
El consejero detalló que, tras la revisión de más de 600 actas, se detectaron 350 votos dentro de maletas electorales, mientras que en los cuadernos de votación y el sistema biométrico solo aparecen entre 30 y 40 registros, una diferencia que no tiene justificación técnica y apunta a una alteración deliberada de los resultados.
«La única forma de garantizar resultados legítimos es abrir voto por voto las 19,167 maletas electorales, comparando papeletas, cuadernos y registros biométricos. Si se realiza ese procedimiento, con gusto estamparé mi firma en la declaratoria», explicó.
Asimismo, denunció que la implementación obligatoria del sistema biométrico fue saboteada, luego de que se suprimiera una validación automática en el Sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) y se instruyera a integrantes de las Juntas Receptoras de Votos a apagar los dispositivos.
En su declaración, el consejero también se refirió a las recientes decisiones de Estados Unidos, como la cancelación de su visa y la revocatoria de visas a otros funcionarios que han señalado irregularidades electorales.
«No me hace falta ir a Estados Unidos. He viajado dos veces como turista y una como funcionario, y mi lealtad es con el pueblo hondureño, no con gobiernos extranjeros», expresó.
Ochoa aseguró que la soberanía de Honduras no se negocia ni se subordina: «Vamos a defender la voluntad del pueblo hasta la última papeleta y el último registro biométrico. Honduras merece un proceso electoral transparente y libre de manipulaciones externas e internas. Ese es nuestro compromiso y no lo vamos a traicionar».

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